- ¡Hola pequeña! - Sin dudas es el chico chocolate.
- Hola Jin - dije con la máxima amabilidad que podía salir de mi persona hacia ese chico.
- ¿Me estás siguiendo? - preguntó con una sonrisa burlona adornando sus labios. Sin embargo, a diferencia de las otras ocasiones esta parecía forzada.
- Ni en tus sueños - hice una mueca de desagrado - Debería ser yo la que se sienta acosada.
- Es una simple casualidad, vine solamente a ver a Kirin y a Namjoon.
-¿Namjoon? ¿Kirin? - quedé pensativa ante la interrogante de quiénes eran esas personas.
- Kirin es mi gato mascota que está enfermo y Namjoon el veterinario y también mi amigo - sonrió amigable.
Puede ser que no sea tan malo como pensaba, incluso tiene un gato ¿Eso lo hace una buena persona verdad?
Ser capaz de darle amor a un animalito lindo e indefenso es señal de buen corazón.
-Señotita...
- ¡Amigo! - gritó el pelinegro para luego ambos unirse en un fuerte abrazo. Parecían realmente grandes amigos.
-¿Estás bien? - preguntó el pelimorado aún abrazándolo - Te siento un poco de olor a alcohol ¿Haz bebido?
- Solo un poco - su timbre de voz sonó de repente apagado y melancólico.
Esa forma en la que se encontraba me estrujaba el corazón como una pasita. Jamás pensé ver a Jin, el chico chocolate, el mayor arrogante y narcisista del mundo, en ese estado tan autodestructivo. Desde que entró al lugar percibí su aura diferente, talvés por el dolor que ocultaba detrás de su sonrisa.
- No llores, ya todo pasó - dijo Nam en apenas un susurro mientras daba pequeñas palmaditas de consuelo a Jin, que al parecer lloraba.
- Lo extraño mucho - fueron sus últimas palabras antes de separarse del abrazo y limpiar sus lágrimas - Estoy bien, solo...estoy un poco sensible - No dijo más y simplemente salió del lugar.
- No te vayas así. Vamos a hablar - gritó Nam, pero el pelinegro solo agitó su mano en forma de despedida.
- Si quiere ir tras él vaya, yo lo espero- dije apenada pues la situación parecía ser muy seria.
- Talvés él necesite estar un rato a solas - suspiró pesadamente mientras observaba a través de los cristales de la clínica la espalda de Jin alejándose - Venga, acompáñeme - hizo un ademán con su mano para que lo siguiera. Abrió una puerta que parecía ser la entrada al lugar donde mantenía en vigilancia a las mascotas.
-Mire, aquí está su Jimin - señaló hacia una pequeña pero confortable jaulita - Lo más recomendable es que la observe por unos días.
- ¿"LA" observe? Disculpe pero mi gatico es muy macho, por algo se llama Jimin - dije en un tono un poco molesto.
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Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]
FanficEn mi mundo de sabores Jin era un delicioso bombón. ¿Mi sabor favorito? Vainilla, pero sin razón aparente me hice una adicta al chocolate. Después de un tiempo lo comprendí; Jin sencillamente era irresistible. El efecto de su persona era embaucador...