Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]

Cap 21

Quité mis audífonos con "Give it to me" de Agust D sonando para saludar al castaño de piel pálida que se encontraba frente a mí.

- Hola Suga.

A pesar de haber tenido un pésimo día mi buen humor regresó debido a que mi amistad con Kookie volvió a la normalidad, le mostré donde vivía y eso pareció revivirlo. Su mente es tan simple como la de un niño.

- Hola. Bienvenida a...

- No tienes que decirme eso, ya soy de la casa - le gueñí un ojo con complicidad y él me brindó una sonrisa tímida de boca cerrada.

Suga es realmente muy guapo, y su mayor atractivo más que su físico es esa aura misteriosa que lo rodea. Y por cierto el uniforme rosa de Coffee&Candy le queda muy bien. Al parecer Jin hizo un cambio en la vestimenta de los empleados.

- Oye...¿Sucede algo? - vi que agitaba sus manos frente a mis ojos - Sé que soy guapo pero pareces una acosadora mirándome.

- Estoy bien - dije saliendo de mi transe mental. Al parecer en este lugar el deporte que más se practica es la arrogancia.

Su rostro de repente se tornó asombrado ¿Acaso podía ver fantasmas? He visto novelas sobre eso y es escalofriante. Siempre la chica o el chico introvertido podía ver espíritus. Fácilmente ese podía ser su caso.

-¿Te gusta Agust D? - ahh...era eso. Seguro logró escuchar desde allí mis audífonos. Aunque sabía que no era saludable siempre pongo el volumen casi al máximo.

- Sí - respondí maravillada pues no muchos conocían a este nuevo rapero.

- No parece mucho tu estilo - sus ojos me escanearon de arriba a abajo - nada tu estilo - me miró confuso.

- No eres el primero que me lo dice - reí - Me alegro encontrar un amigo con el que pueda compartir sus canciones.

Una sonrisa irónica salió de sus labios - Mira niña, ni soy tu amigo ni me gustan las canciones de Agust D.

- Pero dijistes que lo conocías - reclamé.

- No lo conozco.

- Pero tú... - me interrumpió.

- Voy a llamar a Jin - y me dejó con las palabras en la punta de la lengua.

¡Qué chico más raro!

- ¡Pequeña! - Luego de unos minutos llegó el chico chocolate con esa aura llena de sensualidad y egocentrismo - Acompáñame a nuestro lugar de trabajo - dijo tomando mi mano sin mi permiso. No la retiré, por supuesto, pero sin dudas fue un desvergonzado.

- Me gustan los nuevos uniformes. El rosado queda bien - le comenté mientras atravesábamos la cocina. Nunca imaginé que tanta gente trabajara aquí. El lugar es más grande de lo que pensaba.