Cap 2

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Estaba atónita, tenía en mis manos la servilleta con el nombre y número de teléfono del chico chocolate, el cual me miraba fijamente desde el mostrador con una sonrisa triunfal

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Estaba atónita, tenía en mis manos la servilleta con el nombre y número de teléfono del chico chocolate, el cual me miraba fijamente desde el mostrador con una sonrisa triunfal.
Seguramente pensó que caí bajo sus encantos. Idiota.

Me levanté de la mesa dejando el dinero de lo que había consumido y me dirigí hacia el pelinegro.

-¿Seok Jin? - le pregunté.

- El mismo - me guiñó un ojo.

- Ahhh.... entonces creo que dejaste esto en mi mesa por error - le mostré la servilleta.

- No pequeña, no lo dejé, lo puse allí, no fue un error - otra vez con el "pequeña" no soy una niña, tengo 17.

- A lo que me refiero es que te equivocastes de mesa.

- ¿Y por qué piensas eso? - puso una mueca de desentendimiento.

- Porque mira - apunté con mi dedo - la chica rubia y alta se sienta por allá - y lo miré con mi típica sonrisa fingida.

La expresión de su rostro era indescifrable, estaba para meme. Tenía la típica cara de chocolate rechazado.

- Yo...- lo interrumpí.

- No te preocupes, fue solo una equivocación con las mesas, yo lo arreglo.

Me dirigí rápidamente hacia la chica alta y rubia, sin darle tiempo a Jin de decirme nada.

Mira y aprende

- Te manda Seok Jin - le entregué la servilleta.

- ¿Quién es Seok Jin?- Por Dios, ni su nombre sabía.

- Aquel de allá - señalé al pelinegro el cual estaba más que asombrado. Obviamente no quería que la chica tuviera su número, su cara lo decía todo.

- Gracias ¡siii! - la rubia lucía más que animada, como si se hubiera ganado la lotería. Miré hacia su mesa y observé que estaba tomando chocolate caliente...era tan obvio.

Caminé victoriosa hacia el mayor narcisista del mundo y le dediqué una sonrisa irónica, algo que se me daba a la perfección.

- Ya le di tu número a la chica, se puso muy feliz.

- Gracias...supongo - sonrió incómodo.

Una escandalosa música interrumpió nuestra conversación, era el teléfono de Jin. Al mirar la pantalla puso los ojos en blanco y soltó un suspiro. No hacía falta ser adivina para saber que era la rubia. Vaya...la chica resultó ser intensa.

Creo que Jin pronto iba a tener que cambiar su número de teléfono si quería paz.

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Caminaba por la acera a paso ligero, casi llegaba a mi destino. Ya podía ver a lo lejos el pequeño edificio de cuatro apartamentos en el que vivo.

Efecto Seok Jin 💖 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora