Aquel día en el bar se encontraba Willy mirando su reloj un poco inquieto. Eran a penas las 8:05 pm que marcaban las manecillas en su muñeca. Se empezó a preocupar un poco en caso de que su nuevo conocido, Fargan, pudiese haber olvidado el encuentro de hoy, dejándolo humillado en el bar, solo.
Su preocupación se disipó rápidamente cuando vio entrar a un castaño por la puerta principal, esta vez con ropa "normal". No pudo evitar fijarse en lo que llevaba puesto, una sudadera marrón de un tono un tanto claro, y unos jeans negros. Algo simple, pero se veía bien.
Al verse, se saludaron mutuamente, esta vez con un abrazo amistoso, ya que a pesar de llevar tan poco tiempo conociéndose, existía una especie de confianza surgiendo entre los dos. Fargan notó lo bien que se vestía el contrario, no es que fuera alguien a quien le interesara la moda o verse muy bien, pero sí pensó que el albino sabía combinar su vestimenta de manera eficaz.
—Vaya pinta de modelo que tienes, no te conocía ese lado—habló el castaño.
—¡Qué va! Si apenas si me conoces tío, ¿Cómo sabes que no soy un delincuente tratando de estafarte?—Respondió el otro defensivamente pero manteniendo el ambiente agradable.
—Es verdad, es verdad, pero para eso estamos aquí, ¿no?, para conocernos mejor. ¿Pido la primera ronda de cervezas y tu la segunda, y así sucesivamente?
—¿Sucesivamente?—Respondió el albino con picardía—esto se va a poner interesante.
Las horas pasaban y las risas no faltaban, conversaban de lo que fuera, contaban sus historias más vergonzosas, sus rupturas amorosas, o incluso hablaban de sus actuales trabajos; cerveza tras cerveza, broma tras broma. El ambiente pronto se tornaba en uno de alegría y disfrute, no importaba nada en ese momento más que conocerse el uno al otro. Fargan le contaba a Willy sobre su interés en una chica que conoció en la academia de policías, pero no era nada muy serio, era una mera atracción hacia ella.
—¿Y por qué no vas y la invitas a salir a algún lugar?—preguntó curioso el albino
—No lo sé tío, no estoy buscando relaciones de momento, no quiero hacerle pensar que quiero algo más con ella tampoco, sólo quiero tener una buena noche, sin más... tú me entiendes, ¿no?—respondió el contrario.—Ahh vale, vale, sólo una noche loca de pasión—Willy arrugaba los labios simulando un beso apasionado mientras se abrazaba así mismo en forma de burla.
Fargan le golpeó en el hombro con mediana fuerza mientras entre dientes susurraba—vaya gilipollas—pero no podía evitar sonreír, ya que le había causado gracia.
—Y dime, Willy, con esa habilidad para besar el aire, asumo que tienes experiencia en el tema, ¿alguna persona especial que tengas actualmente?—levantaba y bajaba las cejas con una mirada curiosa—¿alguna chica?...¿o chico?
—Sería chica, pero no, por ahora vivo de la libertad de ser soltero—respondió—aunque a veces se vuelve un poco solitario, pero no es como que haya encontrado a alguien que me interese...aún—dijo esto con un poco de tristeza en su voz. No planeaba decirlo de esa manera, pero el alcohol le hizo ponerse sentimental repentinamente.
—Nah, que con esa vestimenta y esa cara de modelo seguro vuelves a las chicas locas, ya encontrarás a alguien, ten paciencia que si me agradaste a mí, le agradarás a cualquier persona—dijo Fargan con un tono reconfortante mientras apoyaba una mano en el hombro del contrario por unos segundos.
Willy se sintió mejor después de aquellas sinceras palabras, ya que al castaño se le daba bien brindar el apoyo emocional a los demás, era como un carisma innato que radiaba con la mirada. Quizás por eso se volvió policía, podía emitir confianza y seguridad con sólo una sonrisa y su manera de hablar. Esto le pareció algo muy interesante al albino, pero una vez más sentía que el alcohol le estaba afectando un poco y le hacía ponerse de esa manera.
Tras seguir conversando, cada vez se hacía más tarde, el reloj ya daba la 1 de la mañana y cada uno quería irse a su casa a descansar. Ya no eran tan jóvenes como para pasar de largo, las horas les pesaban un poco más, y además esta era su primera junta, por lo que no querían que se les acabaran los temas de conversación en una sola noche.
—Me divertí hoy, espero volver a repetir esto algún día, si te apetece—habló el albino parándose de manera errática debido al alcohol.—Pues claro que sí, nos estamos hablando por el WhatsApp—respondió el otro sin problemas
Ambos se despidieron con un apretón de manos amistoso y se fueron rumbo a sus casas.
Willy iba contento por todo lo que había pasado, nunca se habría imaginado conocer a alguien tan repentinamente y que conectaran tan bien desde el principio. Sentía que debía contarle esto a Vegetta para que lo conociese, cuando concordaran en algún nuevo encuentro. Esa noche se quedó dormido con una sonrisa en la cara, no le importaba la dura resaca que tendría al día siguiente.
Fargan se sentía pleno, a pesar de que en gran parte era debido a las cervezas que se había tomado, llevaba un tiempo sin salir a relajarse y charlar con alguien. El estrés y estudio que implicaba la academia no lo dejaban salir mucho, por lo que ahora que tenía el trabajo, se encontraba más libre y necesitaba un día así. Llegaba a sentir que conocía a Willy de años por la naturalidad con la que hablaban, algo que normalmente no le pasaba con otras personas al conocerlas por tan poco tiempo.
Sin duda debían repetir la salida.
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El Momento Exacto [Willgan AU]
FanfictionFargan; futuro policía de Karmaland; y Willy; fotógrafo profesional; eran dos desconocidos que mediante un accidental encuentro forman una relación amistosa. Conforme avanza el tiempo, se dan cuenta que esta relación es más complicada y profunda de...