9) Accidente

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   Tras hablar por teléfono con Alex; quien le informó que Fargan estaba en el hospital por una herida de bala; a Willy se le paró el corazón por un segundo, y casi tira su móvil por la noticia alarmante que acababa de recibir. No se quedó ningún segundo más y colgó la llamada. No se tomó el tiempo para arreglarse ni cambiarse de ropa. Salió prácticamente corriendo fuera de su casa y se dirigió al hospital.

   Estaba cansado, la noche anterior tuvo una larga jornada de trabajo, evento tras evento de fotografía, terminó yendo a una de las fiestas de gala que organizan varios fotógrafos que se realizó fuera de Karmaland. Sin embargo, esto no fue obstáculo para el albino, a pesar de no haber dormido la noche anterior y haber conciliado dos horas de sueño antes de recibir la llamada, la adrenalina activó su ser completamente. Preocupación, intriga, miedo; eran las emociones que ocupaban su mente en estos momentos. «¿En que parte le llegó el disparo?, ¿Está grave?, ¿Estará bien?, ¿Quedará con secuelas después de esto?, ¿Sobrevivirá?» Ante esta última pregunta que rondaba en su cabeza, su tez se tornó de un color más pálido de lo que ya era. No podía atreverse a pensar que Fargan podía morir. Sus ojos se humedecieron un poco, amenazando con soltar alguna lágrima por su mejilla, pero éste cerró los ojos lo más fuerte que pudo, intentando que esas gotas no cayesen. Sentía que si las dejaba ir, su más grande miedo actualmente se volvería real, y él no estaba listo para aceptarlo. Temía lo peor, pero a su vez tenía la esperanza de volver a ver la sonrisa de su amigo mientras hacían cualquier tontería, mientras bebían o miraban películas.

   En parte, se regañaba a sí mismo por no preguntarle a Alex sobre la gravedad del estado de salud de Fargan, ya que en cuanto le preguntó en que hospital se encontraba internado, no escuchó nada más. Quizás si hubiese preguntado no estaría tan preocupado y ansioso ahora, pensando que algo terrible le había pasado al castaño.

   Tuvo suerte de no haber causado ningún accidente en la carretera, considerando el estado alterado en el que se encontraba.

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   Al llegar a su destino, buscó al primer enfermero que encontró y le preguntó acerca de Fargan, el cual le respondió preguntándole si era familiar o alguien relacionado a Fargan. Willy le afirmó que era un amigo, por lo que el enfermero se negó a darle información del paciente. Los trabajadores del hospital tenían buena fama de ser honrados con la información personal de cada paciente, no les revelaban su estado a cualquiera, y menos si se trataba de un policía.

   Willy estaba apunto de darle un puñetazo al enfermero, aunque no solía ser una persona agresiva, el hecho de que su amigo esté en peligro lo puso de esa manera. Seguramente reaccionaría de la misma manera si se tratase de Vegetta. No obstante, se resignó a apretar los puños y murmurar algo inaudible entre dientes, el enfermero continuando con su trabajo.

   Por suerte, los ojos de Willy se encontraron con un azul intenso que parecía ser el uniforme de policías de Karmaland. Se acercó y se topó con Alexby, el cual llevaba una cara de preocupación. Se abrazaron sin siquiera saludarse, entendieron a través del gesto que este era un momento difícil para los dos.

—¿Qué pasó?, ¿Fargan está bien?, ¿Dónde está?, ¿Puedo verlo?—prácticamente vomitó estas preguntas al contrario.

—Hubo un atraco al banco, y la patrulla de Fargan fue la primera en llegar. En cuanto vieron a los azules, uno de los ladrones disparó su arma hacia Fargan—Alexby suspiró y continuó—la bala supuestamente le llegó al hombro, pero ha perdido bastante sangre y lo llevaron a cirugía en cuanto la ambulancia lo trajo. No se más que eso, los doctores no me han actualizado sobre su estado, pero ha estado en el quirófano por al menos una hora—dijo en un tono un poco deprimido mientras desviaba su mirada a un lado. Eran sus primeros meses como policías y Alexby no podía evitar sentirse preocupado por su mejor amigo; aunque sabía que era parte del trabajo; temía que le pasase algo grave.

   Después de unos segundos, el azabache volvió a hablar.

—El médico me ha dicho que podemos ir a la sala de espera y en cuanto tengan noticias vendrán a avisarnos. Voy contigo si quieres.

   El albino no dijo nada más y asintió, siguiendo al más bajo. Tomaron asiento en las sillas de la pequeña sala, uno en frente del otro. El saber que la bala no penetró alguna otra parte del cuerpo que fuese de mayor riesgo le calmó un poco, podía haber sido un tiro a la cabeza, así que agradeció que el criminal tuviese mala puntería o simplemente haya intentado no matarle. Aún así no le quitaba el miedo que sentía al no poder ver a Fargan.

El Momento Exacto [Willgan AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora