15) Cumpleaños

228 41 13
                                    

Pasaron las semanas y llegó el día en que Willy cumplió los 25 años.

Como cualquier día, se despertó, pero esta vez un poco más animado de lo normal. No era que tenía planeada una fiesta ni nada por el estilo, simplemente le gustaba estar de cumpleaños porque sentía que era un día especial para él, era su día y de nadie más, y se emocionaba como un niño pequeño ya que lo podía pasar bien con sus amigos.

Estaba con pijama aún preparando todo para tomarse una ducha cuando escuchó el timbre sonar. Esto le tomó completamente por sorpresa, era temprano y no estaba esperando juntarse con Vegetta y sus otros amigos hasta más tarde, así que dejó lo que estaba haciendo y se dirigió a la entrada.

Al abrir la puerta se encontró ni nada más ni nada menos que con un policía. Su amigo policía, Fargan. Se le notaba un poco nervioso, y además traía un regalo en sus manos.

—¡Enhorabuena!, ¡Feliz cumpleaños, Willy!—Le dijo con una sonrisa un poco forzada y le entregó el regalo. Llevaba unas semanas cuestionándose aquel día en el bowling y se sentía diferente.

—¡Muchas gracias!-recibió el regalo y le abrazó—¿pero tú cómo sabías que hoy era mi cumpleaños? No recuerdo haberlo mencionado-respondió pensativo.

—Pues nada, qué he revisado los archivos policiales de cuando te sacaron una multa por acelerar en la carretera—Fargan bromeó con naturalidad y se sintió cómodo nuevamente.

—¡¿Qué?!—se le fue todo el color de la cara a Willy al escuchar esto.

—Que no, que no, que me lo acabo de inventar—el castaño se burló muy entretenido por la reacción del contrario, no estaba esperando que se pusiera así-me lo ha contado Vegetta, ya que alguien no tuvo la decencia de contármelo primero-dijo esto último con un tono sarcástico.

—Ahh-respondió el albino un poco aliviado pero un poco nervioso por el pequeño susto que le acababa de dar.

—Espera... ¿Qué acaso si tienes una multa por exceso de velocidad?—preguntó el otro curioso.

—Pues sí, por eso me asusté, no porque tenga un historial criminal o algo así, pero porque no me esperaba que revisaras mis antecedentes y me tomó por sorpresa.

—Vale vale, tú tranquilo que policía corrupto no soy... Aún—el castaño lo miró maliciosamente y Willy rodó los ojos como respuesta.

Después de aquella charla Willy abrió su regalo. Cuando vio lo que había dentro de la caja, sus ojos brillaron instantáneamente mientras Fargan lo miraba con atención esperando a que le gustase. El albino cogió la camiseta negra que en frente tenía una dibujo de la evolución del ser humano, pero al final de la fila en donde se supone que se encuentra el Homo Sapiens, se encontraba una silueta de un hombre agachado mirando por una cámara con su trípode. Además, dentro del regalo había una taza con la forma de lente de cámara. Willy estaba muy emocionado y enternecido por aquellos regalos, no se los esperaba. Mientras tanto, Fargan lo miraba con un poco nerviosismo ya que no sabía si sus regalos podían parecer muy estúpidos.

—Me encantan—Willy abrazó nuevamente a Fargan, quien no alcanzó a reaccionar y no pudo devolvérselo—muchísimas gracias, no tenías por qué, ni si quiera te había dicho lo de mi cumpleaños, creo que se me pasó, lo siento.

—No sabía si te iban a gustar, estuve mucho tiempo investigando qué regalarle a un fotógrafo, pero como no sé mucho del tema preferí algo más simple—respondió el castaño—menos mal que te ha gustado—suspiró con alivio.

—El gesto ya significa mucho para mí, no importa lo que haya dentro del regalo-le sonrió de una manera muy sincera que transmitía todo el cariño de el albino hacia Fargan—eh, casi se me olvida, más tarde a las 8, ¿te vienes al bar conmigo y unos amigos para celebrar mi cumple? Puedes traer a Alexby si quieres.

—No me lo pierdo ni de broma—respondió Fargan y acto seguido miró la hora en su teléfono-venga, que se me hace tarde para el trabajo, me tengo que ir.

Los dos chicos se despidieron y Fargan se fue en su coche. Willy no podía estar más feliz por aquella visita y aquel regalo, su rostro lo reflejaba.

Últimamente Fargan era lo único en lo que podía pensar el albino. Cada vez que hacía algo, sólo recordaba a su amigo, sintiéndose feliz al respecto. A pesar de las señales notorias de que se sentía atraído por el castaño, no quería aceptarlas. Se mentía a sí mismo diciendo que no era nada más que amistad. Que no había algo más pasando. Pero dentro de sí, sabía que esto no era cierto, sólo que aún no estaba dispuesto a lidiar con ello.

━━━━━━━━◦ ❖ ◦ ━━━━━━━━

Más tarde en la noche, los chicos se encontraban en el bar celebrando el cumpleaños, y nuevamente el albino se sintió en una posición un tanto incómoda, ya que no paraba de admirar la sonrisa de Fargan, sólo tenía ojos y oídos para él, y así mismo Fargan se encontraba distraído y más extraño de lo normal. Evitaba el contacto visual con Willy constantemente, aunque cuando éste no miraba, aprovechaba el momento para admirarle también. Era una escena un poco absurda, de la cuál Vegetta se percató. En su mente pensaba que aquellos personajes no podían ser más obvios, pero ya habría tiempo de resolverlo, así que sólo se dignó a disfrutar la noche, al igual que los demás, a pesar de los pequeños percances.

El Momento Exacto [Willgan AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora