Unos días habían pasado, y el albino se rindió tratando de contactar a Fargan. Decidió que si el otro quisiera hablar con él, lo haría, pero no estaría rogando por unas disculpas que sí se merecía. Después de todo, él también había abierto su corazón aquella noche, a pesar de todas las dudas que tuvo en algún momento.
Fargan no se atrevía a hablar con Willy, se estaba dejando llevar por la cobardía y estaba al tanto. «Un policía que sobrevivió a un disparo pero que no puede con los sentimientos hacia su amigo. Qué estúpido»—Pensó para sí mismo.
Había dejado pasar los días y ahora el trabajo no le permitía mucho tiempo libre, por lo que no podía juntarse con Willy para hablar las cosas, pero después de meditarlo un rato, decidió tomarse un día, pretendiendo estar enfermo. Tenía que arreglar las cosas ya, no quería perder a su amigo, por más que su mente le aconsejara lo contrario a causa de la inseguridad. No le hacía mucha gracia mentir, pero la ansiedad le sobrepasaba y necesitaba hablar. Esta vez no se acobardaría.
Llegó el día en que quedaron para juntarse al aire libre. Estaban caminando por un sendero que llevaba a unos lagos a la lejanía.
La caminata era todo menos cómoda, ninguno quería romper el silencio. Willy decidió que no le correspondía hablar primero, en parte porque Fargan fue quien le abandonó aquel día. Sin embargo, al ver que no había sonido proveniente del contrario, se resignó a hablar.
—Pues, ¿tienes algo que decir?—dijo finalmente con enfado en su voz.
El castaño asintió y comenzó a hablar, un poco nervioso aún.
—Es verdad lo que dije, pero no supe reaccionar el otro día... Lo siento—miraba al suelo y continuó—es que...tengo miedo, Willy—volteó a mirarlo.
—¿Miedo a qué?
—A todo esto, a lo que pensará la gente de mi, a mis propios sentimientos.—Fargan, yo también. Estoy muertísimo de miedo por dentro, nunca me he sentido atraído por un hombre...
Mientras caminaban lado a lado, sus manos se rozaban levemente, como si quisiesen entrelazarlas pero ninguno se atrevía a dar el primer paso.
—Lo sé, sé que es nuevo para los dos. De verdad no me creo que todo esto esté pasando.
Los dedos de Willy se aventuraron y tímidamente; como si estuviesen pidiendo permiso; tomaron los dedos del contrario, el cual se sobresaltó ante aquel toque, pero cedió eventualmente. Fargan sonrió un poco nervioso, y no pudo evitar mirar a su alrededor pensando en que alguien los podía estar mirando. El albino notó aquello y apretó su mano tratando de calmarlo y hacerle sentir seguro, lo cual resultó.
Siguieron caminando de la mano en silencio, aunque aún se les notaba un poco incómodos, pero un rubor leve en sus mejillas hacía entender que sí estaban a gusto con la compañía del otro, por más nervioso que estuviesen.
Finalmente llegaron a un pequeño lago que se encontraba desierto, excepto por ambos chicos. Se sentaron en el césped lado a lado, contemplando el agua, y continuaron su charla.
—Es que no quiero perderte, Willy. Nunca me había sentido tan a gusto con alguien, no quiero perder tu amistad. ¿Qué pasa si esto no resulta? No quiero que arruine nuestra relación...
—Pero ya lo hizo, Fargan. El sólo hecho de no poder hablarnos durante días es prueba de aquello. Además, no puedes negar que hace un tiempo nuestra relación cambió...—Willy dudó un poco—pero estoy dispuesto a intentarlo si tú lo estás también...—Fargan lo miraba fijamente a los ojos—no será fácil, pero podemos superarlo juntos.
—Juntos—repitió un poco más bajo como si estuviese tratando de convencerse a sí mismo.
Fargan sonrió ladinamente un poco nervioso y miró al contrario con ternura. Esas palabras le reconfortaban, y esos ojos sinceros y llenos de cariño le tentaban. Con una de sus manos acarició la mejilla del albino, quién rápidamente se sonrojó. Se dejó llevar por el impulso y decidió no pensarlo tanto. Estaba cansado de fingir, cansado de negarse la felicidad que merecía. Sus dedos se deslizaron por el cuello de su amigo e intentaba acercarlo cada vez más a él. Willy no quedó atrás y se acercó lentamente también. Miraba los labios de Fargan con deseo, pero se resistía un poco, ya que aún estaba dudoso de lo que estaban a punto de hacer, y se quedó inmóvil. Sus caras estaban tan cerca que sentían la cálida respiración del otro. El albino deseaba este momento con desesperación, pero sus labios no respondían, era como si sus músculos le estuviesen jugando una broma de mal gusto, pero ese trance se esfumó cuando el castaño no esperó ni un segundo más y se apresuró a juntar sus labios con los del otro para besarlo lentamente, como si tuviesen todo el tiempo del mundo a su disposición. Willy lo recibió un poco nervioso aún, sintiendo la áspera piel del castaño debido a la barba en su barbilla, algo que le pareció bastante nuevo. El beso se les hizo eterno, pero porque lo estaban disfrutando y les llenaba el poder finalmente sentir el cariño del otro.
Poco a poco se sentían más confiados y cómodos, pues era un momento que muchas veces se habían imaginado en esas duras y solitarias noches, pero que ahora finalmente tenían el privilegio de sentir.
Después de aquella escena, se recostaron un rato sobre el césped, conversando con más libertad esta vez, ya que se encontraban solos y lo único que importaba eran ellos dos. Por unos breves momentos, todas sus incertidumbres y miedos desaparecieron y volvieron a ser los mismos amigos de antes, molestándose el uno al otro.
Hubo un instante en donde se quedaron callados, y Willy aprovechó la situación para robarle un corto beso al castaño. Cuando se separaron, se miraron con una sonrisa embobados por el otro y segundos después, Fargan rompió la atmósfera.
—Y bueno... ¿Cómo lo hacemos para...ya sabes...el sexo?—preguntó en parte bromeando pero en parte en serio.
—¡Fargan!—se sonrojó ante el pensamiento, no estaba esperando esa pregunta tan repentina.
—¿Qué? No me digas que tú no lo has pensado, porque sé que no es cierto—aunque no lo admitiese, el castaño también se sintió avergonzado por su propia pregunta, a pesar de ya haber tenido experiencia con otras personas, sabía que sería diferente con Willy.
—Pues no lo sé aún, que yo tampoco sé como estar en este tipo de relaciones, pero...supongo que ya lo resolveremos, ten paciencia, ¿vale?—fue la única respuesta que se le vino a la mente. Sí era cierto que en algún momento se cuestionó aquello, pero no se sentía listo para discutirlo aún.
—Vale, vale, pero necesitaré más que esa respuesta luego—lo miró pícaramente.
Willy le golpeó de manera juguetona y rio, le encantaba esa faceta de Fargan.
—No seas bobo y no arruines el momento—lo cogió de la camiseta y lo acercó hacia él besándolo nuevamente, pero de manera más apasionada, haciendo caer su peso encima de él, mientras soltaban risitas de vez en cuando al separarse, como unos adolescentes enamorados.
━━━━━━━━✧♛✧━━━━━━━━
Con este capítulo me redimo de los caps en los que los hice sufrir 😅
Gracias Fargan por entrar en razón 🙏
Esto aún no termina, gente, pero queda poco 👀
ESTÁS LEYENDO
El Momento Exacto [Willgan AU]
FanfictionFargan; futuro policía de Karmaland; y Willy; fotógrafo profesional; eran dos desconocidos que mediante un accidental encuentro forman una relación amistosa. Conforme avanza el tiempo, se dan cuenta que esta relación es más complicada y profunda de...