La fría brisa tomaba turnos para acariciar sutilmente las mejillas de los dos sujetos que caminaban lado a lado, casi tocando hombros. Parecía que el clima no se decidía, el sol transmitía su dulce calor pero a su vez el leve viento exclamaba lo contrario, mientras las hojas de los árboles cercanos caían alrededor.
—¿Qué te pasa, Willy?—atinó a preguntar el pelinegro.
Willy se encontraba un poco intranquilo y no paraba de jugar con sus manos.
—...Vege...
—¿Willy?—Vegetta esperó una respuesta pero no pasó nada, así que se detuvo un momento y volteó al albino para mirarlo a los ojos—¿Estás bien, chico?, no creo que me hayas llamado para salir sólo a caminar. Sabes que puedes contarme lo que sea—dijo con cariño.
El albino retomó el paso y volvieron a caminar, pero esta vez se decidió a hablar.
—Es que... llevo un tiempo pensando en algo—se tronaba los dedos de las manos—más bien cuestionándome algo, y no sé en qué creer. No sé quien soy—su rostro se tornó un poco decepcionado.
—¿Por qué dices eso?, ¿Cómo que no sabes quién eres?
—No lo sé—el albino suspiró—es como si toda mi vida hubiese estado tan seguro de algo, pero ahora todo es tan confuso, y no sé si confiar en mis sentimientos...—no se atrevía a decir directamente lo que le pasaba.
—¿Es...sobre Fargan?—Vegetta intuyó a base de todas sus observaciones.
Willy titubeó un poco y se rascaba la nuca.
—...Sí...¿Cómo lo sabes?—preguntó verdaderamente sorprendido.
—Willy, te conozco. He visto cómo lo miras.
—Lo que pasa es que me siento raro. No sé que hacer. Es mi amigo, y lo quiero, pero siento que hay algo más—finalmente se estaba soltando—no sé como explicarlo, pero... he notado que me hace feliz verle...más de lo normal, y termino siempre pensando en él.
Vegetta escuchaba atentamente y asentía con comprensión.
—...y es que...—Willy continuó—siempre me han gustado las chicas, ¿no?, y no es que tenga nada en contra de los homosexuales, pero...—dudaba de cada palabra que decía—nunca creí que se me pasara algo así por la cabeza, digo, no sé si me estoy pasando rollos, sí me lo estoy inventando, o si lo que siento no es nada más que amistad, no s-
—Willy—lo interrumpió—¿Te gusta Fargan?
El albino asintió con inseguridad.
—¿Entonces cuál es el problema?
—Pues...jamás me ha gustado un hombre, ni yo mismo me lo creo. Pero han pasado semanas, y esto me sobrepasa. Ni siquiera creo que él sienta lo mismo—bajó la cabeza.
—Escúchame bien—Vegetta tomó aire para su pequeño discurso—No tienes por qué avergonzarte de nada, es normal, y que en el pasado no te haya interesado alguien de tu mismo sexo no significa nada. No somos dueños de quiénes atrapan nuestros corazones, sólo sucede sin que nos demos cuenta. Si te gusta ese chaval, ve a por él. ¿Y qué si es un hombre?, si tú le quieres, no tiene por qué importar su sexo. Yo no te juzgaré, incluso me hace feliz verte enamorado, hace tiempo que no te veía así—le mostró su más sincera sonrisa.
—Ya, ¿Pero qué pasa si él no siente los mismo?
—¿Estás de coña?—rio—he visto cómo se miran, cómo se relacionan el uno con el otro. Creo que no eres el único con el dilema en la cabeza. De todas maneras es mejor intentar que quedarse con la duda.
Willy se conmovió con las palabras de su mejor amigo, sus ojos verdes se humedecieron un poco, formuló una sonrisa de agradecimiento al contrario, y terminó abrazándolo, dejando ir todo ese miedo y esa inseguridad a través de aquella muestra de afecto, que luego se materializó en una pequeña lágrima que se deslizaba por la mejilla del albino.
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El Momento Exacto [Willgan AU]
FanfictionFargan; futuro policía de Karmaland; y Willy; fotógrafo profesional; eran dos desconocidos que mediante un accidental encuentro forman una relación amistosa. Conforme avanza el tiempo, se dan cuenta que esta relación es más complicada y profunda de...