El Momento Exacto [Willgan AU]

Primera Vez [EXTRA]

—¡Estás haciendo trampa!—exclamaba Willy mientras empujaba a Fargan juguetonamente fuera del sofá.

—Dios, Willy, de verdad, hasta un niño te gana, ¿Cómo es posible que seas tan malo jugando?—se burlaba el castaño desde el suelo.

   Ambos estaban jugando a uno de sus juegos favoritos, Golf It.

—Es que o el juego está mal hecho, estás haciendo trampa, o simplemente es suerte. Siempre tienes suerte en todos los juegos que jugamos—se cruzaba de brazos resignado.

—No es tan difícil—se había levantado del suelo para poner las manos encima de las de Willy que sostenían el mando de la consola y enseñarle cómo hacerlo—calculas la fuerza, y le pegas a la bola para luego meterla. Simple—decía casualmente.

—Es que no importa, nunca logro meterla, siempre rebota y se va fuera—refunfuñaba. Eran pocas las veces que anotaba en la meta. Sin duda alguna no se le daban bien los juegos, era terrible, pero sólo seguía jugando porque le encantaba hacerlo junto a Fargan.

—Mira como yo la meto—Fargan tomó su control y comenzó a mostrarle pacientemente, pero el albino ya había desistido de seguir jugando y dejó el mando a su lado. Se sentó hacia atrás, pensando en algo que no lo dejaba en paz.

—Hablamos mucho de meterla pero nunca pasa nada...—murmuro tan bajo que pensó que pasaría totalmente desapercibido. Se le había escapado aquel pensamiento.

—¿Cómo dices?—Fargan volteó a verle totalmente sorprendido por lo que creía que había escuchado.

—Nada, no he dicho nada—Willy se puso nervioso al instante, quería levantarse a la cocina y buscar algo pero Fargan lo agarró del brazo y lo obligó a sentarse.

—No-no-no, no te escapas de ésta. Repite lo que has dicho—decía firmemente, no lo iba a dejar pasar esta vez. No era la primera insinuación entre los dos.

—Que a ti se te hace fácil meter la pelota pero a mi no—mintió avergonzado.

—Y yo seguro te voy a creer eso. Yo he escuchado algo sobre "meterla" pero que "nunca pasa nada", o algo así—lo encaró finalmente— y no sé si es a lo que creo que te refieres...—su voz perdía cada vez más fuerza, le ponía nervioso hablar del tema últimamente, considerando que aún no lo habían resuelto por la cobardía de ambos al intentar afrontarlo.

—Sí, lo es—Willy se cruzó de brazos como para esconder su vergüenza y pretender frustración.

—¿Y por qué no lo dices de frente? No que siempre lo insinúas...somos adultos, hablemos como tal.

—Pero si ni tú te atreves a hablar de eso, tampoco sé que hacer, pero en algún momento hay que intentarlo—jugaba con sus manos impacientemente.

—¿Pero tú... quieres?—Fargan cambió repentinamente su tono y se acercó a besarlo para calmar la atmósfera.

—Sí...¿y tú?—lo besó después de la pregunta, imitando la acción del contrario.

—Sí...—susurró.

   Ambos se encontraban incómodos, aún no habían sacado la valentía o confianza que requerían para lo íntimo. Era un tema que rara vez tocaban en serio, pero que ambos deseaban concretar. Siempre bromeaban al respecto, pero cuando era con intenciones reales, ninguno se atrevía a seguir. Todo era nuevo en aquella relación, ya había sido bastante difícil aceptar la idea de su mutua atracción después de tanto titubeo, pero habían podido superar esa parte y ahora se venía lo más complicado, la intimidad. Por ello se sentían como unos adolescentes nerviosos por su primera vez.