Después de un viernes bastante pesado en el trabajo, Fargan se encontraba de camino a encontrarse con Willy. El castaño no tenía ninguna intención de ir, en esos momentos prefería estar solo y descansar para tratar de olvidar aquellos demonios en su mente, pero ya le había prometido ese día a su amigo que irían a ver el estreno de una película al cine y tampoco quería arruinarle la experiencia.
Al llegar los dos al lugar acordado, no hubo mayor interacción, sólo era un día relajado para dejarse llevar por la estimulación visual de la pantalla grande. Fargan se limitaba a hablar lo menos posible, estaba en su mundo, e incluso negó varias veces la comida ofrecida por Willy, quien se percató que algo pasaba, pero no quiso adelantarse. «Quizás estará cansado nada más» pensó y se dispuso a comer sus palomitas.
Al terminar la película, el albino ofreció acompañar a su amigo a su casa, con la fe de que podría preguntarle por qué se encontraba tan extraño aquel día. Fargan lo miró un poco desinteresado y aceptó, ya que sabía que si se negaba habrían más preguntas. Pudo haber sido más discreto e intentar ocultar aquel estado de ánimo, pero llevaba tanto tiempo haciéndolo que ya le abrumaba y justamente hoy se sentía con menos fuerzas para lidiar con ello. Todo el camino de vuelta fue en silencio, Willy no creía que era momento de cuestionarlo aún, y en parte esperaba que el otro le contase lo que le afligía sin tener que preguntárselo.
En la entrada de la casa de Fargan se encontraban los dos chicos ya despidiéndose para irse a descansar, pero en eso Willy se apresuró a preguntar por el baño para así infiltrarse en su casa y poder hablar. Ni siquiera se le ocurrió que tal vez el otro necesitaría un día para descansar y meditar y que no había nada de qué preocuparse.
—Fargan, ¿Qué te pasa?—preguntó al salir del baño.
—Nada, estoy cansado, y no quiero ser grosero, Willy, pero necesito estar solo un momento.
—Cansado estás, pero hay algo más, estuviste actuando un poco extraño hoy.
—Sólo fue un día pesado en la estación, no te preocupes—intentó forzar una sonrisa que Willy no se creyó.
—No, no es sólo eso, ni siquiera prestaste atención a la película de hoy, y cada vez que te preguntaba algo era como si estuvieses en otro mundo. Puedes contarme si quieres, quizás te sacarás un peso de encima—Willy seguía insistiendo y empezaba a preguntarse si era buena idea continuar forzando al otro, pero aún así siguió preguntando y Fargan siguió negando todo.
Fargan no aguantó más la presión por parte de su amigo, estaba en lo correcto cuando intuía que algo más pasaba dentro de su mente, pero no quería hablar de ello, con él ni con nadie. Y el hecho de que insistiera tanto le fastidió un poco, ya que no podía entender su situación, así que nuevamente intentó hacer que se fuera para poder estar en paz.
—Willy, por favor, esta es la última vez que te lo pido, déjame solo—dijo ya con un poco molesto y Willy entendió esta vez, dejándolo solo en su casa.
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Si por algo se destacaba Willy, era por ser muy leal y preocupado con sus amigos, sabía que tenía que darle espacio a Fargan, pero su consciencia le regañaba para que hiciese algo y no se quedase callado, ya que normalmente era bueno para leer a la gente y saber cuando el ambiente era diferente.
Así que nuevamente se dignó a intentar sacarle información al castaño, aunque esta vez intentaría ser más paciente y tener más tacto, para no abrumarlo. Si Willy fuera quien se sintiese triste, no le gustaría que estén constantemente interrogándole, por lo que sería más sutil.
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El Momento Exacto [Willgan AU]
FanfictionFargan; futuro policía de Karmaland; y Willy; fotógrafo profesional; eran dos desconocidos que mediante un accidental encuentro forman una relación amistosa. Conforme avanza el tiempo, se dan cuenta que esta relación es más complicada y profunda de...