𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】

|7| La Ciudad

Hipólita no se mentiría a ella misma, la ciudad era hermosa, había criaturas que no imagino volver a ver, incluso algunas que solo había escuchado hablar de ellas, en definitivas no había espacio para dudar de esos chicos.

Las mujeres que salían de los arboles para observarlas, los sátiros que tocaban sus flautas mientras algunos niños jugaban, había incluso unicornios, pensó que era una broma cuando en su tiempo de cautiverio Heracles de burlaba de los "Estúpidos romanos" y sus ponis de un solo cuerno, siempre imagino a los unicornios empalándolo en el corazón,

En resumen, la isla entera era hermosa, los niños, Niños, nunca pensó volver a ver ninguno, incluso había mujeres embarazadas saludando, adolescentes corriendo con espadas, a lo lejos vio como algunos practicaban con arcos, todo estaba lleno de alegría, se sentía seguro, se sentía en casa, era satisfactorio.

— Por allá se encuentran los campos de tiro, donde se cuidan los elefantes, y algunos animales es para el otro lado, por allá— Señalo a unas grandes piedras— Están los nombres de todos los semidioses que lucharon en las tres guerras y algunos semidioses que decidieron dejar la Isla antes de llegar con ustedes.

Desde el centro de la ciudad se podía ver los grandes pilares y la pequeña letra, eran muchos, los fantasmas también daban un toque antiguo a la ciudad, era un lugar asombroso y armonioso, la risa de los niños, la música, el sonido de los animales, a Hipólita le hubiera encantado que Diana creciera rodeado de un ambiente alegre como ese, rodeada de niños, de personas que entenderían sus poderes y la ayudarían a controlarlo.

Aunque con las amazonas creció feliz, no fue con hermanas de su edad o experiencia para comentar, fue criada por guerreras que no sabían nada de niños con la misión de algún día derrotar a Ares.

(...)

Percy decidió dejar a las amazonas con Michele Mclee hijo de Némesis, Vania Morózov hija de Temis y el sátiro Jean, no era muy cercana a muchos de los sátiros, después que Grover decidiera romperlo, bueno, estar cerca de un sátiro la colocaba algo melancólica, y sabia que los "ancianos" del consejo ya les habían dicho como manejar todo.

Al final del día las amazonas aceptaron tener una reunión con sus hermanas, y después de eso se llegarían a los acuerdos entre ellos, ningún semidios objeto así que no había problema alguno con esa decisión.

Así una semana después en la sala de reuniones de las amazonas como lo apodo Percy se decidió, el consejo asistió al llamado de las amazonas.

— No podemos negar su ascendencia divina, el sátiro en si demuestra que están ligados con el Olimpo— Los semidioses no dijeron nada, pero Percy estaba bufando en su cabeza ¿Por qué todo debía ser tan serio?

— Entendemos reina Hipólita, nosotros mismos tendríamos dudas si fuera diferente la situación, no estamos ofendidos por nada— Como siempre Luis García hijo de Iustitia siendo la voz de la razón de todos.

— Me alegra escuchar eso, no quisiéramos estar en una lucha sin sentido por sospechas— Todos asintieron, no querían guerra o luchas, todos habían tenido suficiente para toda su vida.

Resumiendo todo el proceso, los semidioses llegaron a un acuerdo con las Amazonas, el primero era un tratado de paz, aunque en la Isla no había espacio para pensamientos de traición, aun podrían ser influenciados por el exterior, así que cualquier sospecha o ataque directo será el criminal juzgado por ambas partes, también, como los semidioses tenían esencia divina serian aceptados en la Isla.

Así también, los herreros podrían tener intercambio de conocimiento y materiales, también, si algún semidios lo deseaba podía vivir entre las amazonas y se acomodaría a las reglas que ellas dijesen, así mismo las amazonas eran aceptadas en la isla.