Alfred se levantó de su habitación, como comenzaba todos los días, se bañó e hizo todas sus necesidades, cuando salió se vistió y se dispuso a salir de su habitación.
Él día seria ocupado, debía preparar el desayuno y hacer los demás oficios, llamar al veterinario, ocultar armas que encuentre, preparar la habitación para la señorita Persephone, separar la ropa llena de sangre de la ropa normal, preparar el almuerzo, bien, la mitad de su día esta repasado, cuando llego al primer nivel se asombró de ver la casa completamente limpia, Damián seguía dormido en el sofá pero no había rastro de Persephone, aunque había un rico olor de desayuno, rápidamente camino hacia la cocina donde vio a la chica dormida sentada en el piso abrazando una escoba.
En la mesa había un desayuno completo con panqueques azules, tocinos, huevos revueltos, huevos fritos, huevos duros, fresas, moras azules, moras rojas, arándanos, bananas, uvas, jugo de naranja, café, había magdalenas de arándano, galletas que por alguna extraña razón eran azules, miel y Nutella, Alfred estaba asombrado por el gran desayuno, se acercó la señorita Persephone.
Ciertamente no esperaba eso, lo que lo sorprendió aún más era ¿Cuándo pudo hacer todo eso? ¿Y cómo evito encender alarmas?
— Señorita Persephone— llamo mientras la movía— Señorita.
Alfred la sacudió un poco sin querer sorprenderla porque podría golpearse o golpearlo a él por alguna reacción al ser despertada.
— Que... Que ¿Dónde estoy? —Bostezo un poco mientras, abría los brazos estirando su cuerpo de a poco.
— Señorita Persephone ¿Usted hizo lo que estaba en la mesa? —Ella se levanta y observa a Alfred.
— Si, quería agradecer por permitirme dormir aquí por la noche, también limpie un poco no me atreví a ir al segundo piso o entrar a las habitaciones así que solo fueron las salas abiertas, Damián me comentó que son fans de Batman y los Robin así que recogí las armas de colección y las limpie colocándolas en la mesa del salón.
Alfred no lo admitiría, pero era asombroso como había podido hacer todo eso en posiblemente poco tiempo, también fue una buena escusa la que se había ingeniado el amo Damián, después de todo, los ricos eran excéntricos y no seria extraño si tuvieran "Armas de colección"
— Si no le importa ¿podría prestarme un baño?
— Usted es una invitada aquí señorita Persephone, puede usar el baño y algunas partes de la mansión sin ningún problema— Alfred le dice mientras señaló hacia donde quedaba el baño— Ahí la segunda puerta ese es el baño.
— Gracias
Persephone sonrió mientras recogía el bolso del piso y camino hasta el baño, Alfred comenzó su tarea de despertar a los recientes de la casa, Jason, Tim, Bruce y por último Damián, todos parecían zombis hasta que vieron la mesa llena de comida.
— Oh Alfred te has sobrado, este es el mejor café que he probado— Dice Tim agarrando la jarra, mientras tango Jason intentaba hablar mientras se atragantaba con panqueque azules, Damián y Bruce estaban comiendo como personas civilizadas.
— Gracias amo Tim, pero este desayuno no es mérito mío, es de la señorita Persephone— Damián observa a Alfred dándose cuenta de que no estaba por ningún lado
— ¿Dónde está Persephone? —Pregunta bajando el cuchillo y el tenedor.
— La joven Persephone se levantó temprano ayudo con el desayuno y parte del aseo de la mansión, algo que no debería haber echo, pero me la encontré dormida acurrucada en la esquina con una escoba— Damián se burló por lo bajo.
— Necesito ver los videos y las fotos de eso— Sonríe mientras los demás se observan entre ellos.
Antes que alguien pudiera decir nada se escucha el timbre, Alfred se retiró para abrir la puerta, cuando llego le dio la bienvenida al veterinario de Tutis mientras lo guio hacia donde se encontraba la señorita O'Leary.
Por otro lado, Percy salió del baño con el uniforme del colegio de Gotham, junto a ella un maletín, se acercó a la mesa sentándose junto a Damián.
— Buenos días— Susurra apenada.
— Persephone buenos días, muchas gracias por este desayuno, aunque no había necesidad, después de todo eres una invitada, aun así, tanto Alfred como nosotros agradecemos— Percy se sonrojar mientras agarra unos panqueques.
— Sí gracias, este café esta delicioso— Dijo Tim mientras llevaba la tercera taza de café a su boca.
— Si, gracias, aunque tengo que decirlo ¿por qué los panqueques son azules? - —Preguntó Jason en su séptimo panqueque.
— Oh, eso es una broma interna que teníamos mi madre y yo, mi primer padrastro era un bastado y en una pelea que tuvo con mi madre le dijo que no existía la comida azul, desde entonces mi madre intentaba prepara todo azul— Sonríe por lo bajo.
Nadie dijo nada mientras disfrutaban el desayuno, Bruce se levantó primero dándole la bienvenida a Percy diciéndole que podía quedarse cuánto tiempo quisiera, luego se fue Tim y Jason con varios panqueques.
— Ya llego el veterinario— Dice Damián terminado con su desayuno.
— y ¿Por qué apenas me entero? — Percy se levantó de la mesa rápidamente, pero Damián la detuvo.
— Porque si da malas noticias él lo resolverá evitando que estes deprimida todo el día, así que vamos, tenemos escuela— Le agarra la mano mientras coge los maletines con la otra mano.
— Damián, no quiero, debo quedarme a ser apoyo para la señorita O'Leary— Dice soltándose, mientras Damián solo suspira regresando para colocándose a Percy sobre el hombro.
— BAJAME IDIOTA— Grito Percy intentando zafarse del idiota.
— Vamos tenemos que ir a clases— Percy siguió gritando varias cosas, y aunque no lo supieran eran observado por dos chicos desde la baticueva y un divertido Bruce desde su oficina.
— BAJAME DAMIAN WAYNE— Grito Percy moviéndose, pero para su mala suerte, Damián tenía buen equilibrio y mucha fuerza.
— Cuando lleguemos a la escuela serás libre, hasta el momento, debes ir con toda y tu hiperactividad, TDHA y dislexia a la escuela, porque si te quedas aquí solo estarás interrumpiendo al doctor con tu incesante tic, así que vamos.Con eso y con muchas más peleas, Damián logro ingresar a Percy al carro que los llevaría a la escuela.
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𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】
أدب الهواةLos dioses estaban en líneas rojas, la profecía de Urano y ahora la maldición de Zeus, Ares enloqueció y fue contra el Olimpo con ayuda del Tártaro. Solo debemos recordar que al mar no le gusta que lo contengan -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_...