Ser rey de la Atlántida, pertenecer a un grupo de personas y alienígenas poderosos que luchan contra monstruos, incluso controlar a los animales marinos, es algo normal para Arthur, pero, después de sentir como el mar se llenaba de magia, eso era algo nuevo, y le preocupo.
Suspendiendo la reunión, decidió revisar como estaban los demás en la ciudad, decir que no era lo que esperaba era una completa ironía, todos se veían llenos de vida, incluso podía apostar que más jóvenes, a su alrededor los peces incluso se veían alegres.
Como si la ciudad por arte de magia sintiera que alguien especial llegaría a verla incluso algunas instalaciones que antes estaban en ruinas de repente se veían como si fueran obras de historia, monumentos hermosos que fueron destruidos por el tiempo, lo cual inquietaba a Arthur, pero no sabia como sentirse con respecto a todo lo que pasaba a su alrededor.
Suspirando decidió ir a un lugar que si era histórico para los atalántanos, las antiguas ruinas de la Atlántida original, no que pensara que algo estaba mal en ese lugar, por el contrario, le gustaba la paz que le traía ese lugar, se sentía tan familiar.
Era un hermoso (Aunque destruido) lugar para despejarse, limpiar su mente de las labores de héroe o de rey, e incluso de padre y esposo, puede ser un lugar tétrico, pero era bueno para despejar su mente, y muchas veces para ayudarle a pensar las cosas.
Pero, sus pensamientos fueron detenidos cuando escucho unos sollozos, nadando rápidamente por todos lados comenzó a investigar de donde venían, si era algún tritón, una sirena o un atlante perdido debía ayudarlo, aunque algo decía dentro de él que no debía molestar a esa persona que sollozaba.
Cuando ingreso a la que era la sala de torno se sorprendió a ver que los huesos de antiguo rey ahora tenían dos colas, no hacía un día él había llegado a revisar las antiguas ruinas, y eran piernas, pero lo que impactaba aún más era la chica que estaba llorando sobre los huesos de una de las colas del Rey.
Sabía que debía acercarse, ayudar, consolarla e incluso sentía algo dentro de él que quería llamarla princesa y arrodillarse jurarle el mar solo para que dejara de llorar.
— Lo siento Tritón, lo siento mucho, sé que Nico dijo que no podía hacer nada, pero, pero... —Se quedó callada y sollozo— Se que hubiera por lo menos muerto para darles más tiempo, no le hubiera hecho caso a papá, sé que ahora mismo te estarías burlando de mi diciendo que por primera vez reconozco el lugar donde pertenezco y luego hubieras comenzado a hablar sobre las labores del mar que me tocarían cuando me comprometiera con un Tritón o algún atlante— La chica se ríe por lo bajo
— lo más probable es que papá saldría de la nada, como si no estuviera espiando y comenzaría a decir que era muy pequeña que solo me casaría sobre su muerto inmortal cuerpo— Se ríe, pero se confunde con sollozos— los extraño mucho, a ti llamándome pequeña bastarda del mar, a Tyson llamándome hermana mayor, e... dioses incluso a Hera... Nunca pensé decir eso.
La chica se levanta y Arthur por alguna razón decide ocultarse detrás de una de las paredes más o menos altas, pero cuando no ve movimientos saliendo del salón de trono, decide volver a observar, pero esta vez la chica no estaba llorando sobre los huesos del antiguo rey, en cambio estaba mirando hacia el techo de las ruinas, Arthur estaba curioso de que veía cuando de repente dice unas palabras.
— Η θάλασσα ανοίγει πριν φτάσει η πριγκίπισσα της— (El mar se abre ante su princesa) Luego de eso susurro algo que Arthur no entender.
Lentamente el piso comenzó a temblar levemente, mientras escuchaba como se movían algunas cosas del trono del antiguo rey salió un rayo de luz y sobre una de las paredes se proyectó un hombre.
Un hombre que intimido rápidamente a Arthur no pudo evitar que se le doblaran un poco las piernas, incluso quiso jadear, aun siendo una proyección ese hombre demandaba subordinación, se notaba poderoso, era hermoso, era casi divino, tenía una barba negra y su cabello era revoltoso, llevaba una camisa hawaiana y bermudas, aunque no evitaba que Arthur quisiera arrodillarse.
— Mi princesa— Dice el hombre, lo que hace que Arthur jadee por el sobre esfuerzo que hacía para mantenerse de pie, aunque eso no evito que notara como los sollozos de la chica regresaron con mayor poder.
— Papá— Lo llamo mientras colocaba una mano sobre sus ojos, decir que Arthur estaba asombrado era decir poco.
— Mi princesa escucha, no tengo mucho tiempo, te amo pequeña, nunca lo olvides, nadie te odia por tu elección, de hecho, todos se alegraron de que escogieras eso, sabemos que mientras ustedes vivan nuestro legado lo hará y mientras seamos recodados nunca estaremos realmente muertos hermosa, escucha Persephone, este es un baúl— escucho a la chica burlarse por lo bajo, y si era gracioso, tenía un baúl hermoso dorado, pero había pasado de ser completamente serio a tener una mirada de burla.
— Padre no es tiempo de bromas— se escucha la voz de otro hombre.
—Está bien, este es un baúl muy especial, solo tu podrás abrirlo y debe ser bajo el mar, pero escucha bien una vez abierto por ti, cualquiera podrá abrirlo después, adentro hay cosas muy valiosas para el mar, debes protegerlo y ver lo que hay dentro, te amo mucho bebe, Sally también te ama— y con eso el mensaje se cortó dejando el cadáver del rey con un baúl en sus manos.
Arthur esta curioso por todo lo que estaba sucediendo ¿Que había adentro? ¿Quién era la chica? ¿Tenía algo que ver ella con el impulso en el mar? ¿El hombre del proyector era el antiguo rey? Todas sus preguntas se cortaron cuando la chica lentamente se acercó y miró el cofre como si fuera el comienzo de un gran mal.
Parecía tentada a no saber que había dentro porque lo agarro y lanzó al precipicio, aunque parecía que algo lo impulsaba hacia abajo porque caía más rápido de lo que debería caer algo en el agua.
La chica lo miró una última vez antes de comenzar a nadar lejos de ahí, Arthur estaba tentado en seguirla o buscar el cofre, mirando una última vez hacia donde la chica había desaparecido nado detrás del cofre, si entendía el cofre posiblemente sabría quién es la chica y así entender si ella podría ser un peligro para su reino, cuando logro alcanzar el baúl se dio cuenta que no era más grande que su mano.
Sin más que hacer Arthur comenzó a nadar hacia su castillo, debía averiguar cómo abrirlo, aunque según el hombre, solo la chica podía.
Lo único que Arthur sabia era que la chica debía ser antigua, así mismo que debía trabajar en silencio y completo sigilo, si se sospechaba que alguien tenia conexiones como esas con el antiguo rey no solo pondría en peligro a la Atlántida, personas como Orm podrían colocar en peligro a la chica.
Por eso, era mejor que nadie se enterara aun lo que había pasado.

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𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】
FanficLos dioses estaban en líneas rojas, la profecía de Urano y ahora la maldición de Zeus, Ares enloqueció y fue contra el Olimpo con ayuda del Tártaro. Solo debemos recordar que al mar no le gusta que lo contengan -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_...