𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】

|32| Damián, bájame

Aceptar la invitación de Alfred no fue suficiente para Percy, cuando comenzó a organizar y pedirle a las personas que hicieran algunas cosas se sentían tan bien que le dijo a Alfred que le ayudaría a organizar todo.

Se dio cuenta, que le agradaba organizar fiestas, aunque en ese momento se encontraba en frenesí junto a Alfred, la fiesta era esa noche y había un retraso en algunos camiones de entrega, ella se encargó de la cocina, debía supervisar que los bocadillos estuvieran en su punto eso quería decir, probar los bocadillos, también en los platos y que el personal contratado cumpliera con sus deberes.

La fiesta era en un hotel con vistas al mar (Totalmente el gusto de Percy), era hermoso porque la fiesta iba a hacer en el aire libre en una plataforma flotante amplia, las mesas estaban repartidas de forma estratégicas (Alfred se encargó de eso) Percy observó la hora la fiesta, según el itinerario comenzaba a las 9 y eran las 6, tenían tiempo.

—¿Qué? — Se asombro al ver como su mundo se volcaba— Damián, bájame— se queja cuando se da cuenta de quien era quien la había separado del suelo.

— Lo siento, pero es hora de irnos a arreglar, el personal se encargará del resto— Percy bufa mientras se acomodaba esperando que Damián la bajara, cuando llegaron a una habitación dentro del hotel fue qué volvió a sentir el suelo en sus pies.

— Gracias— Se queja sacándole la lengua, Damián sin decir nada la agarra por los hombros y la voltea para encontrarse con muchas personas observándola, se transportó cuando una vez dijo que quería un cambio de estilo y Piper la arrastró a la cabina de Afrodita.

— Ella es Persephone, la dejo a su cuidado— Damián escapó antes que Percy pudiera decir algo o incluso lanzarle algo.

— Muy bien mi cielo, debemos hacer algo con tu cabello, maquillaje, ropa, uñas, o agradezcamos que eres hermosa, pero solo tenemos tres horas, el joven Wayne quiere que hagamos lo imposible, pero lo lograremos— Dice una mujer que en lo personal a Percy le recordó a Drew, daba miedo.

Percy fue sentada en una silla, tenía miedo por las miradas que estaba recibiendo de las personas frente de ella, sus piernas fueron metidas en agua caliente, sus manos igual, su cabello estaba siendo atendido.

— ¿Me dejas tinturar tu cabello? —Pregunto la mujer Percy iba a negarse, pero, algo la impulso, después de todo, era cabello y volvería a crecer.

— Siempre que no sea en todo el cabello está bien— La mujer asintió satisfecha mientras le colocaban algo en los ojos y una mascarilla o algo en la cara, así paso la siguientes dos horas, cuando terminó lo de su cabello, unas mujeres la bañaron, la lanzaron al agua de una bañera con muchas cosas que no recuerda, la "Exfoliaron" o algo así no entendió o posiblemente entendió mal, luego la acostaron en una cama boca abajo y le dieron un masaje en la espalda, cuando terminaron lo que se sentía que era el cielo, pasaron al sufrimiento, regresó a la silla del terror.

Primero jalaron su cabello escucho tijeras, pero no se preocupó porque sus uñas estaban siendo arracadas posiblemente, mientras tenía una cosa en todo el rostro que votaba humo de vez en cuando, sus uñas fueron pintadas, no pregunten el color no sabía, también tenía algo metido en la vaca según para los dientes, Dioses la estaban mareando.

Cuando terminaron retiraron esa cosa de su rostro, lo secaron con una toalla, le rociaron el rostro con un aerosol, es decir, le secan en rostro para luego mojarlo ¿lógica?, le maquillaron el rostro y retiraron la cosa de su boca, le echaron tantas cosas de las cuales no sabía el nombre de la mayoría.

Cuando terminaron le dieron un vestido y ropa interior, la empujaron a un vestidor y no tenía un espejo, no sabía si era o no un payaso.

El vestido era bonito, era un color gris verdoso y tenía una tela arriba con brillantes no era sencillo, pero tampoco pomposo, cuando salió las mujeres y hombres que estaban en la habitación jadearon y le comenzaron a dar muchos halagos, la volvieron a sentar en la silla y le mostraron unos zapatos negros estilo aguja que aprecian de 7 cm, iba a morir, cuando se los colocaron en los pies no se sentían incómodos, cuando se levantó obviamente se sentía más alta.

Frente a ella colocaron un espejo, tenía el cabello de diferentes colores entre azul y algunos mechones casi blancos, iba desde la mitad de su cabello, lo llevaba recogido en un moño alto con algunos mechones sueltos le daba un toque rebelde y elegante porque sus piercings estaban a la vista, el maquillaje era suave pero notable, la verdad se veía y sentía hermosa.

— Esta hermosa— Dice la mujer y luego la puerta sonó— y justo a tiempo.

Percy se acercó a la puerta y abrió del otro lado estaba Damián llevaba un traje gris similar al coloco del vestido, Damián cuando la vio se sonrojó un poco.

— Te ves...- —Se aclaro la garganta— te vez hermosa.

— Gracias, no te quedas atrás— Damián le sonríe arrogante.

— ¿Vamos? —Preguntó, Percy asiente, pero se detiene y mira a las personas.

— Muchas gracias por su ayuda— y con eso se va junto a Damián cuando estaban en el ascensor, Damián saca su mano del bolsillo y tenía una caja.

— Es para ti— Le tiene la caja, Percy la recibe abriéndola en ella había un hermoso collar sencillo con una cadena de oro y un dije con una esmeralda en forma de corazón.

— Es hermosa gracias, Damián— la saca de la caja— ¿Me ayudas? —Pregunto dándole la cadena, Damián la recibe y se coloca detrás de ella mientras le colocaba la cadena.

— Sephy, yo me preguntaba si... ¿Quieres ser mi cita esta noche? —Percy siente como termina de colocar la cadena.

— ¿Me está invitando a salir señor Wayne? —Preguntó Percy a la ya sonrojada cara de Damián.

— Si— Dice seguro pero el sonrojo no le ayudaba.

— Claro Damián Wayne, saldría contigo.