𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】

|12| DOMINGO

Bueno, no lo negaría, esa comida fue una de las más incomodas, pero deliciosas que había tenido en muchos años, casi quiso llorar al probar el primer bocado, le recordaba a la comida de su madre.

Por otro lado, estaba el idiota chico que le mandaba miradas de odio como si quisiera entender ¿por qué no desaparecía de su mansión?, lastima para él que Percy no desperdiciara la oportunidad de comida gratis.

Alfred (¿Qué más típico que ese nombre para un mayor domo?) el mayordomo de la familia Wayne (Que en definitiva debía ser un santo si lograba soportar a ese chico) era todo un amor de persona, más como un abuelo que un mayordomo.

Al terminar el maravilloso almuerzo saludable, el hombre retiro los platos (Aunque Percy insistió en ayudar a lavarlos o al menos llevarlos a la cocina) pero no le permitió a Percy hacerlo, en cambio se gano la burla de Damián.

— Gracias por esa comida, estaba deliciosa—Percy le regala una enorme sonrisa al hombre lo que lleva que el mismo le dé una de regreso.

— Muchas gracias, señorita Persephone— Percy hace una mueca por el nombre, pero no dice nada, lo intento muchas veces en medio de su pelea para que dejarla ayudar.

— Prometo enviarle galletas como agradecimiento— Percy le da un enorme abrazo mientras se despide del hombre siendo escoltada a la puerta por Damián Wayne (Alias: Ladrón de perros).

— Aquí estamos... largo— Dice Damián con los brazos cruzados y el ceño fruncido mientras la observa con una mirada similar a las que mandaba atenea después que comenzó a salir con Annabeth.

— Que forma de tratar a una dama señor Wayne— Percy saca lo sarcástico de su sistema, se lo había ahorrado todo el almuerzo por la mirada critica que le mandaba Alfred, aunque ella posiblemente no era la única, Damián parecía en todo el almuerzo tragarse las palabras con cada bocado.

— Cuando encuentre una dama la tratare como se debe— Si, exactamente a eso se refería, en el almuerzo solo hubo silencio con mirada de odio y burla de ambas partes, por su lado Percy bufa mientras coloca la correa en el collar de la señorita O'Leary.

— Como sea...— Mirando a Titus y luego a la señorita O'Leary Percy se muerde el labio mientras respira hondo— ¿Quisieras prestarme de vez en cuando a Titus? — Preguntó Percy intentado parecer lo menos sarcástica posible, lo que solo logro que Damián levantara una ceja, y aflojara su, posición tensa.

— No— Soltó sin de forma que decía que no cambiaría de palabras.

— ¡Oh! vamos, me lo debes por el secuestro de mi perra—Percy jadeo mientras se cruzaba de brazos mientras sacaba su mejor casa de "foca bebe".

— ¿Por qué quieres que te lo preste? — Suspira rendido, lo que hizo que Percy sonriera hacia adentro, nunca fallaba esa mirada... nadie se resistía.

— Los demás perros parecen temerle a la señorita O'Leary, Titus parece ser el único que quiere jugar con ella— Damián se cruzó de brazos, pero era la primera vez que Titus jugaba con otro perro y aunque no quisiera admitirlo, debía socializar más con otros perros, lo que le haría bien a Titus.

— Esta bien... — Dijo rendido, pero después que dijo esas palabras, sintió que lo abrazaban, al principio se colocó en guardia, pero se quedó quieto unos segundos después, cuando iba a corresponder él abrazo (Por alguna extraña razón) ella se apartó rápidamente con las mejillas algo sonrojadas.

— Gracias, nos vemos mañana a las 6 am en el mismo parque si no tienes inconvenientes— Damián repaso su itinerario (Ejercicio, escuela, tareas y patrullaje) y quedaba bien, podía sacar a pasear a Titus.