(griego)
La tensión en la sala de operaciones era palpable. Batman, Flash y otros héroes se encontraban reunidos, analizando cada pista y rastro que habían recopilado en su búsqueda de Persephone Jackson la chica que solo un pequeño grupo de héroes sabia que era una semidiosa. Todos estaban ansiosos de lo que podría resultar.
En otra parte de la sala, Damián Wayne, también conocido como Robin, estaba junto a Wonder Woman y Aquaman. Estaban tratando de descubrir hacer que buscara a Persephone, después de todo entre más tiempo tardaran era tiempo que los villanos podrían usar para torturar a Percy o para conseguir el poder que contiene el cofre.
—Señorita O'Leary, Persephone está en problemas, debes encontrarla— Dice Damián, claramente agotado, la señorita O'Leary, se coloca sobre su espalda y ladra— No, no voy a acariciarte la panza, debes encontrar a Persephone.
La perra continúa ladrando mientras se revuelca en su espalda, Damián está frustrado porque lo dejaron con niñeras ya que estaba muy involucrado con Persephone, y sabía que podría arruinarlo todo si ella estaba en problemas. Damián suspira mientras observa a sus niñeras: Aquaman, la Mujer Maravilla y él mismo; parecía más un castigo para los tres que otra cosa.
—Llevamos aquí varias horas y nada funciona— Se queja Diana, acostada en el sofá.
— Parece que Batman nos castigó dejándonos atrás— Gruñe Damián, alejándose de la señorita O'Leary. De repente, ella levanta la cabeza y mira a su alrededor, ladrando. Luego, comienza a correr. Los tres héroes se miran entre sí y siguen rápidamente a la perra.
(...)
Percy estaba sangrando no era lo peor que había tenido, pero el lado positivo era que las risas no faltaban porque la pareja psicópata seguía diciendo chistes malos, que hacían reír a los payasos y a ella, la habían apuñalado, tenía varias heridas abiertas, la habían golpeado, azotado, etc. La verdad no era tan fuerte, incluso en el campamento las bromas eran más fuertes que la "Tortura".
Tal vez ellos pensaban que Percy era como la mujer maravilla, o posiblemente la vida de Percy era más triste de lo que parecía y simplemente, el que le arrancaran varias uñas o le rompieran los dedos no era mucho y el hecho que hicieran chistes perversos sobre eso no ayudaba con el ambiente.
— Pudin, nada está funcionando— Se queja la Percy ahora conocía como Harley o algo así.
Ambos payasos se observaron entre ellos, ¿Qué faltaba por hacer? Tal vez amputar una extremidad, pero supuso que la querían completa. Antes que el hombre payaso pudiera decir algo la puerta se vuelve a abrir y aparecen varios villanos, Percy quería decir un chiste, pero, le dolía el páncreas.
— Veo que se han divertido un poco, pero dinos princesa, ¿Ya te has decidido? —Percy escupió a la punta de los pies del hombre la sangre que estaba acumulada en su boca porque desde hacia años no lograba ese toque dramático.
— Mi respuesta sigue siendo la misma, no aceptaré la maldición que contrae abrir ese baúl, tú y mi padre pueden irse al tártaro— Se queja Persephone, el hombre suspira mientras, mira a la chica.
— Me agradas. Pero dudo que vayas a hablar mientras te hagan cosas a ti, si has sobrevivido todo esto, sin gritar tanto y riendo por los chistes malos, pero— Entre las sombras aparecen dos hombres raros con el traje del loco todo de negro y grandes cabezotas entre ellos había un hombre. Percy abrió los ojos al ver quien era, era Alfred y estaba algo golpeado.
— Alfred— Llora Persephone viendo al anciano.
— Señorita Persephone me alegro de que viva— Persephone comienza a moverse violentamente, intentando librarse de las ataduras, a lo lejos escucho como un trueno retumba mientras el suelo comenzaba a temblar.
— Suéltalo, él no tiene nada que ver aquí— Dice Percy desesperada, porque no tenia las fuerzas suficientes para hacer algo.
(...)
Arthur, Diana y Damián estaban casi perdiendo de vista a la señorita O'Leary, pero tenían la certeza de que estaban cerca cuando llegaron a una serie de bodegas abandonadas en las afueras de Gotham, lejos del mar (Lo cual tenía sentido). La perra se detuvo y se sentó, moviendo la cola como señal de que habían llegado, Damián le agradeció en voz baja y le dio una galleta como recompensa por su valiosa ayuda. Mientras tanto, Arthur se comunicó sigilosamente con Batman para informarle que la perra había ayudado y que habían encontrado el lugar.
Con cautela, el trío de héroes se movió por los tejados de las bodegas abandonadas, observando desde las alturas la escena que se desarrollaba frente a ellos, Persephone estaba amordazada frente a Lex Luthor, y en un acto de desafío, le escupía a los pies, Damián se sintió orgulloso por la valentía de su novia.
Decidieron esperar a los refuerzos antes de tomar acción. Sabían que no podían permitirse cometer errores en una situación tan delicada. Mientras observaban el intercambio entre Persephone y Lex Luthor, estaban preparados para actuar en el momento adecuado y rescatar tanto a Persephone como a Alfred, quien también se encontraba en peligro.
— Sephy ¿Puedo decirte así? — Pregunta Lex haciendo que Persephone le dé una mirada de muerte y desde arriba Damián dirija una igual, agradecía que tuviera una antena para escuchar en su cinturón.
— No— Respondió.
— Bien, Persephone veras, si nos ayudas, el hombre vive— Dice sacando un arma y apuntando a Alfred, Damián iba a intervenir, pero Diana lo atrapa debiéndolo antes que los revelará.
— Eres un ser vil, él no tiene nada que ver— Gruñe Percy y Damián no pudo sentirse más orgulloso por lo amenazante que se veía en esos momentos.
— ¿Cuál es tú elección? —Persephone mira a Alfred y luego suspira bajando la cabeza.
— Libérame. Lo abriré— Damián gruñe mientras Percy dejaba de luchar. Arthur quería intervenir, pero eran muchos villanos y sería peor para los rehenes.
Los tres estaban frustrados por lo que estaba sucediendo y lo peor era que no podían hacer nada mientras el joker libera las cerraduras, Persephone se soba las muñecas mientras se acerca al baúl.
Persephone observa el baúl parecía estar hecho de bronce celestial, tenía varias escrituras en latín y griego, pero no tenían sentido, Persephone observa atentamente. "Mar... Océano... Libera... La sangre... poder" Percy suspira sin entender.
— Tic tac preciosa— Percy saca su bolígrafo.
— Hago lo que mejor puedo, no entiendo bien algunas cosas— Cerrando los ojos mientras jugaba con su bolígrafo recordó algo— Agua... Necesito agua para poder abrirlo, debo tener un tanque grande donde poder hundirme— Dice, las personas se ven entre ellas y luego el calvo asiente.
Agarraron a Percy y la llevaron a otro lugar, sosteniéndola sobre el hombro mientras caminaban. Desde esa posición, Percy pudo ver que Alfred también estaba siendo llevado junto a ellos posiblemente para evitar que ella hiciera algo. Finalmente, llegaron a su destino, donde se encontraba un tanque de gran tamaño. Persephone fue puesta en el suelo y soltaron el baúl que llevaban consigo.
Sin perder tiempo, Percy subió las escaleras que conducían al tanque y dejó caer el baúl. Se sumergió en el agua, permitiendo que la sanara. Su labio roto se curó y la sangre desapareció de su piel.
Junto a ella, estaba el hombre con el casco extraño. Percy lo observó detenidamente y notó las palabras grabadas en él una vez más: "Solo el Mar liberará con sangre el poder del océano". Percy gruñó y miró fijamente al hombre, preparada para enfrentar lo que fuera necesario.
— ¿Tienes algo filoso? —El hombre le entrega una daga pequeña, Persephone la coloca en su palma y corta se queja un poco y evita que él agua la cure, colca la mano sobre el baúl y este comienza a moverse quedando con una abertura en la parte de arriba Persephone observa su bolígrafo y luego la abertura— Si tenía que ser— Coloca a cortacorriente en la abertura y el baul comienza a crecer.
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𝗟𝝠 𝗖𝝝𝗥𝝝𝗡𝝠 𝗗𝗘𝗟 𝗠𝝠𝗥 【𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚】
FanfictionLos dioses estaban en líneas rojas, la profecía de Urano y ahora la maldición de Zeus, Ares enloqueció y fue contra el Olimpo con ayuda del Tártaro. Solo debemos recordar que al mar no le gusta que lo contengan -_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_-_...