"...I woke up pissed off today
And lately, everyone feels fake
Somewhere, I lost a piece of me
Smoking cigarettes on balconies..."
El 23 de agosto, antes del cumpleaños de Peter, programé una alarma para despertarme y poder saludarlo. Ya de nuevo en Madrid, después de varios días, volví a instalarme en mi departamento y acomodarme en mi soledad. La noche antes de despedirnos, después de que él se fuera a su casa, me dio un libreto, lo hizo con mucho amor, pero sobretodo con mucha ilusión. Prometí leerlo y darle mi opinión, era muy emocionante para mí también leer algo de su autoría. Cuando me subí al avión y dejé volar también la tristeza y la nostalgia, saqué de mi bolso de mano lo que me había dado. Lo miré por arriba, tenía varias hojas, pero adentro, tenía de nuevo un post-it – que ya era costumbre entre las cosas que me dejaba – que decía "En algún momento me pediste un papel, todavía no puedo dartelo, pero sí puedo dejarte elegir de acá el que más te guste. Te estoy extrañando ya". Negué con la cabeza, reprimí las lágrimas y sonreí mordiéndome el labio.
La alarma a las 00:00 argentina sonó y yo me levanté de un salto de la cama. Sonreí y agarré mi teléfono desesperada. Abrí facetime y marqué su número. Espere muy poco y me encontré con su sonrisa del otro lado. Levanté mis brazos mientras le cantaba "Que los cumplas feliz, que los cumplas feliz, que los cumplas Pedrito, que los cumplas feliz!" Movió su cabeza acompañando el ritmo y cuando terminé dejó su celular apoyado para aplaudirme.
- Feliz cumple mi amor – y sí, me lo había guardado exclusivamente para este momento. Sus ojos se iluminaron y supe que los míos también –
- Gracias linda – sonrió nuevamente - ¿Te pusiste una alarma?
- Me haría la canchera para decirte que no, pero la verdad es que sí – negó con la cabeza y río – Pero acá son las cuatro, y me tengo que levantar en un par de horas
- No hacía falta que te levantaras La – giró su carita – Podrías saludarme mañana
- Sh – puse un dedo en mis labios – Ahora quiero saber si fui la primera para irme a dormir tranquila
- Fuiste la primera – sonreí orgullosa - ¿Contenta? – asentí –
- Mañana subiré a redes una foto nuestra para felicitarte y que enloquezcan, ¿te parece? – le pregunté y me refregué los ojos –
- Si tenes ganas – levantó un hombro –
- Si, por eso – y ahora bostecé –
- Bueno, esta bien – sonrió y yo también – Te amo ¿sabes? – giré la cabeza muerta de amor y mordí mi labio –
- Yo te amo a vos, cumpleañero – desplegué una sonrisa – y no sabes cuanto te extraño
- ¿Cuánto? ¿Un montón? – asentí – Pero, ¿un montón, un montón? – volví a asentir – Yo creo que te extraño más que vos a mí
- Voy a decirte que sí, únicamente – levanté un dedo y lo señalé – porque es tu cumpleaños y te lo mereces – sonrió orgulloso –
Volví a dormirme con el celular en el pecho y la alarma a las siete de la mañana sonó en mi cuerpo. Me desperté completamente despeinada, arrastré mis pies fuera de la cama para poder arreglarme, al rato, mientras dormitaba en la barra desayunadora de la cocina el timbre sonó y fue señal de que ya empezaba mi día de rodaje. Durante el día y en cada bache que tenía me mensajeaba con el cumpleñero para saber cómo estaba. Reía cada vez que le preguntaba qué se sentía tener treinta y solo se limitaba a contestar "Lo mismo que ayer La". Subí a redes una foto juntos, una de las viejas épocas, donde tenía 15 años y recién empezábamos a formar nuestra historia. Fue cuestión de segundos para que todo se descontrolara y yo estuviera en mí motorhome muerta de risa. Porque, lo que no sabían es que de los "te quiero" ya habían pasado a ser "te amo· y llenos de "mi amor". Alrededor de las diez de la noche, Peter se comunicó conmigo nuevamente por teléfono.
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Destinados
Fanfiction¿Cuantas veces nos tenemos que perder para bajar la guardia y encontrarnos?