Capítulo 10

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"...We should take this back to my place

That's what she said right to my face

'Cause I want you bad

Yeah, I want you, baby..."

La semana en Tenerife me ayudó a no pensar tanto, elegí disfrutar de mi trabajo y de Peter, que ya no era mi amante pero tampoco éramos nada, mientras yo rodaba, él paseaba y cuando volvía cansada, él me esperaba ya en la habitación para cenar juntos y hacer el amor de nuevo una y otra vez. El miércoles al mediodía nos encontramos cuando frenamos las grabaciones para almorzar juntos. Arreglamos que pasaba por mí en la locación y cuando entre a mi motorhome que indicaba el nombre de mi personaje y el mío lo ví sentadito revisando un cuaderno que lo usaba para depositar ideas que iban surgiendo entre escena y escena.

- Ey – lo sorprendí y revoleó mi cuaderno por los aires –

- ¡Ay La! – puso su mano en el pecho – Perdón

- ¿Te asusté? – me acerqué y lo besé –

- Un poco – río y se agachó a buscar el cuaderno - ¿Cómo te fue? –

- Muy bien – sonreí y me saqué las bucaneras que llevaba puestas y le hice señas para que me ayudará a desabrochar el vestido que tenía puesto. Sus manos acariciaron mi espalda y eso hizo que mi piel se erizara - ¿Hace mucho llegaste? – y no respondió beso mi cuello –

Mi vestido cayó al piso y mi ropa interior también, sonreí cuando lo miré, trabé la puerta y le bajé el cierre del pantalón mientras él se sacaba la remera. Me recosté sobre el sillón que tenía para reposar en las horas de espera y él sobre mí. Se introdujo en mí y con desesperación entre besos nos hicimos uno. No nos importó el lugar, ni el tiempo que teníamos hasta que yo tuviera que volver al trabajo, nos sentimos y nos besamos sin parar. Terminé acostada sobre su pecho y él estiró su mano hacía su mochila para sacar de ahí un cigarrillo. Ya era costumbre que después de tener sexo él prendiera un pucho en la ventana y yo lo mirará desnuda desde la cama – o el sillón esta vez –. Se levantó y se colocó su boxer para abrir la pequeña ventana que tenía el compartimento donde yo pasaba largos momentos, encendió su cigarrillo armado y sonrió orgulloso del momento que habíamos generado.

- ¿Y ahora dónde vamos a comer? – revoleé los ojos y agarré de mi bolso una remera –

- No se gordi – lo miré - ¿Qué te gustaría comer? – tiró la colilla de cigarrillo por la ventana y se acercó de nuevo a mí –

- A vos ¿puede ser? – me mordí el labio y golpeé su pecho con mi mano –

- Sos insaciable ¿sabes? – asintió y me volvió a besar – Cambiate que pido una pizza para que nos traigan, ¿querés? –

- Ufa – me hizo puchero y atajó su remera que se la revoleé por los aires – Si no me queda otra opción, me parece bien chiquita – hice puntitas de pie para dejarle un beso en su nariz y agarré mi teléfono para encargar el almuerzo –

"...I've been thinking 'bout it all day

And I hope you feel the same way

'Cause I want you bad

Yeah, I want you, baby..."

Después de almorzar juntos Peter se despidió con un beso en mis labios para ir a recorrer las afueras de la ciudad. Me contó entusiasmado que había alquilado una bicicleta y le alcancé una botella de agua y unas frutas que tenía dentro de mi camarín para que se llevara. El calor ya estaba haciendo estragos y el verano ya nos pisaba los talones, así que le pedí que se cuidara y que cualquier cosa me mensajeara, me lo prometió y volvió a dejarme un beso antes de irse.

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