Más de lo que ves - Luimelia

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Salí de la boca de metro y respiré hondo intentando controlar los nervios que me provocaban solo el pensar que en unos minutos iba a estar a solas en casa de Amelia. Me arreglé un poco el pelo y aproveché que había un supermercado justo al lado para comprar una caja de cervezas y ser yo esta vez la que las llevaba para recompensar un poco lo del otro día. Miré en el móvil que iban a dar ya las cinco y recorrí la escasa distancia que me separaba de su portal.

Llamé al interfono y Amelia simplemente me abrió, subí las escaleras y me la encontré delante de su puerta al igual que la otra vez

- Hola – saludó apoyando su cuerpo en la puerta

- Hola – respondí un poco tímida – he traído cervezas – comenté levantando la caja que llevaba en una de mis manos

- No hacía falta – las cogió y las llevó a la nevera mientras yo entraba en el piso

- Yo creo que sí – la miré – ya que poner el piso tú, digo, que menos que traer yo algo

- Bueno, en ese caso gracias – sonrió volviendo hacia la zona que hacía de salón- siéntate – me indicó – he pensado que podíamos ver algún capítulo y a partir de él hacer el análisis

- Sí, me parece bien – respondí sacando las hojas con las pocas anotaciones que habíamos hecho el día anterior

- Ya que no quieres ver la serie entera conmigo – me miró intensamente, mordiéndose el lado derecho de su labio y yo me quedé sin palabras ante aquel gesto – es broma, mujer, pero no habría estado mal, para qué engañarnos

- Sí – conseguí susurrar centrando mis ojos en mis manos que descansaban apoyadas en mis piernas

- ¿Puedes ir buscando un capítulo en el ordenador? – yo asentí cogiendo su portátil – yo voy mientras a por algo para beber

La vi marcharse y entré en Netflix para ojear la lista de capítulos de Paquita Salas y decidirme por un par de ellos para tener que analizarlos después.

- La cerveza no está muy fría, ¿te apetece un vermut o algo así?

- Sí – asentí enseguida – de hecho es una de mis bebidas favoritas

- ¿En serio? – preguntó mientras sacaba un par de vasos para servirlo – pues lo tengo ahí porque mi mejor amigo cada vez que viene a casa me lo pide

- Tu amigo me cae bien – confesé riendo

- No es hora para tomar esto, pero si te gusta... – puso el vaso delante de mí, adornado con una rodaja de limón, y colocó dos platos más en aquella mesita baja para que tuviésemos algo de picar mientras veíamos la serie – ¿Has elegido ya? – se sentó a mi lado y se acercó demasiado a mí para poder observar bien la pantalla del ordenador

- Sí – respondí separándome un poco – he decidido el quinto de la segunda temporada porque me parece muy interesante la manera de contar el pasado y cómo llegó Paquita hasta allí y el tercero de la tercera porque a pesar de que no sale la protagonista es uno de mis favoritos

- Como para no serlo – confesó ella – Belén Cuesta en ese capítulo está brillante

- Bueno, ella ya es brillante, pero sí, no puedo parar de reír cada vez que lo veo

- Entonces creo que esto va a estar más interesante aún – me volvió a dedicar una mirada de las suyas y yo me sentí un poco intimidada – por cierto, ahora que lo recuerdo, en el primero de los capítulos que has dicho sale una chica que se parece un montón a ti