En tiempos remotos, donde el concepto del amor era muy diferente al que concebimos en nuestros días, se escribió una tragedia; contaba una historia idealista con la que nos disciplinaron para entender que el amor se trata de entregar la vida uno por el otro, y nos adoctrinaron a buscar dicha historia en nuestra realidad, haciéndonos creer que esa era la cumbre de nuestras vidas.
Abatido, yo mismo te puedo decir que nuestra historia no es mínimamente similar a la de Romeo y Julieta.
Estoy más que consciente que no fui capaz de entregar eso que tanto necesitábamos. Sé que tú hiciste mucho por nosotros, y estoy arrepentido de haber sido egoísta por no permitirme amar en prodigalidad, porque eso era todo lo que pedías; un parte tan párvula y diminuta que no debió figurar como sacrificio, aunque yo fui incapaz de no verlo como tal.
A pesar de que esta se trata de nuestra historia, me veo en la necesidad de advertirte que no te estoy contando un relato sobre amor, sino la anécdota de un joven necio e idiota que terminó por lastimar al hombre que lo amó, en el proceso de darse cuenta de su propia inmadurez.
Recuerdo la primera vez que lo vi aunque fue hace algunos años atrás, apareció junto a mi hermano a contra luz, reflejando una sombra desde la puerta y por ello no pude verlo con claridad, sólo escuché a Gerardo decir que debían subir hasta su recamara porque estaba ahí para cumplir con las tareas que les pidieron por sus clases en la universidad.
Gabriel era su nombre, el hombre que carga con la responsabilidad de una historia de amor de la que jamás pensé ser el protagonista, él estudiaba cine al igual que mi hermano, sin embargo, Gabriel era más parecido a la imagen de alguien que dedica su vida al séptimo arte: Apariencia despreocupada, ojeras que adornan su carácter y la mirada perdida, ya que está en constante búsqueda del mejor plano. Un chico que aquél día tenía solo dieciocho años reflejados en el verde pardo de sus ojos, contrastando con la oscuridad de su cabello negro y su piel canela.
Fue él, el joven que logró ser parte de mi crecimiento como persona. Crecimiento como humano, aun cuando en primera instancia no presté atención a su presencia, y no sentía nada por él, o por ningún otro hombre. Él, quien llegó un día como una luz, y que tiempo después se convirtió en un amigo para Gerardo, al igual que para mí, por estar presente casi cada semana en nuestro hogar.
Yo estaba sentado en la sala de la casa junto a mi mejor amiga, Paula, tratando de descifrar una película que ella pidió ver, "The Neon Demon", era el título; y yo, que a mis aquellos quince años era tan ajeno a este tipo de entretenimiento, estaba totalmente perdido sin poder entender por qué me parecía tan calmosa y tan bella al mismo tiempo.
Me parece una ironía que Paula en ese momento sugirió que sentía atracción a dicha película por el simple hecho de que aparecía la actriz Elle Fanning, argumentando que mi inclinación era por las chicas rubias. Yo le contesté que ese no era el caso, que yo jamás había mencionado que me gustaran las chicas rubias.
— Pero tampoco dijiste que no —me contradijo riendo.
— Ella es muy linda —agregué— pero hay algo más.
Fue entonces donde dijo algo que le da a esta ocasión aquella hilaridad, porque ella me cuestionó sobre qué hombre decía "linda" al referirse a una mujer, y yo le comenté que uno que respetaba, hoy en día entiendo por qué yo usaría ese adjetivo.
Sabía que la película había avanzado poco con respecto a lo que yo sentía que progresaba, porque yo percibía los minutos más lentos con cada segundo que veía transcurrir, y del mismo modo, no podía quitar mis ojos de la pantalla. La chica estaba frente a un fotógrafo que le había pedido desnudarse, y ella aceptó temerosa, para después cambiar las luces a oscuridad, mientras el fotógrafo se acercaba a ella desde atrás, pasando su mano por el cuello de la chica dirigiéndola a sus pechos; y entonces regresaba, dejando ver que en realidad la cubría con pintura dorada para crear mejores fotografías. Fue ahí cuando me atrapó, y no quería dejar de ver. No hasta que un a voz profunda fastidió la atmósfera que finalmente estaba lográndose construir.
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Mírame Como Te Miro
RomanceAbel no esperaba que Gabriel se convirtiera en alguien tan importante en su vida, mucho menos porque no se imaginaba que se enamoraría de él del modo en que lo hizo. Los sentimientos de Gabriel fueron notorios, y por eso decidieron comenzar una rela...