Recientemente, para quien aún no sabe del drama que suele ser mi vida, enfermé.
Bajo las condiciones actuales mencionar que alguien está "enfermo" es funestos para la mayoría, lo sé, lo entiendo y lo siento por todos aquellos que tienen el infortunio de pasar por algo como eso.
No obstante, mi enfermedad es menos funesta...para el día a día en estás circunstancias. Más, se trata de algo que ha impactado tanto en mi familia que desearía cualquier otra cosa, porque, siendo honestos y tontos, esto ha trastocado tanto a mi familia que cada vez que erupto, esto es literal, mi familia se paraliza.
Aún hay destellos de cuan angustiados pueden estar por mi, de cuánto les preocupa y cuánto les duele verme en uno de estos..."episodios" que, para información del público en general, son insoportables, son una mierda.
Debo admitir que siempre fui consiente de que mi estilo de vida me cobraría factura pero...no esperaba que fuera tan rápido.
En el gran esquema de las cosas no es una enfermedad terrible, se me ocurren seis o siete enfermedades que serían aún más ominiosas que mi padecimiento actual pero, para cualquiera ligeramente "normal" el dolor, por más pequeño que sea es algo que preferirían evitar ¿Cierto?
Hablando de dolor ¿Que tanto soportan?¿Conocen cuál es su umbral del dolor?Ja no es algo que se pregunte normalmente ¿Cierto?... Bueno, a lo largo de estos últimos tres meses he conocido de sobra mi umbral del dolor, ahora la clasificación es diferente, un pequeño golpe al tropezar, una pequeña cortadura con papel o con un cuchillo, una pequeña quemadura, un raspón y las inyecciones, todo eso abarca del uno al cuatro en mi umbral, es decir que aún es algo "tolerable" luego vienen las lesiones un poco más serias como una torcedura, un golpe al caer, una patada y un balazo en la rodilla(jaja), esto abarca dos lugares, después viene el dolor que dan los cólicos menstruales, que son una parte del infierno, eso es el siete, luego viene el dolor más indiscriptible que he tenido la desgracia de conocer, comienza en la garganta y baja al estómago, pasa al hígado y allí se vuelve el infierno, como si estuvieran destrozando algo, como un cólico menstrual pero mil veces mayor, duele tanto que ocupa el resto de la escala al punto de hacerme llorar y perder la consiencia.
Después de este aterrador dato que nadie quería saber y ofrecí gratuitamente, debo decir que ahora estoy bien. Estoy bien gracias a mi familia quienes han hecho un gran esfuerzo al atenderme constantemente,y bueno, todos saben cómo es la situación actual, con ello fue muy difícil encontrar un buen médico que diagnosticara bien, fue difícil hacer los estudios necesarios por el costo de los mismos, pero, después de todo ese circo, el diagnóstico resultó algo tan básico y sencillo que ganas de llorar y reír me faltaron, ahora que estoy bajo una dieta y cuidado estricto pienso para mí misma que todo está bien, que puedo vivir así el resto de mi vida, pero en un principio estaba devastada.
Mi padre, quien fue el que me llevo a todos lados y aún ahora me continúa llevando a revisión cada quince días, estaba tan angustiado que no podía dormir bien, le daba miedo lo que sería de mi en el futuro, yo al contrario estaba emocionada, al borde del asiento pensando en lo que sería del día de mañana, porque no soporto el dolor, lo odio tanto que estaba dispuesta a aceptar cualquier solución que me quitará inmediatamente el dolor. Pero con el cuerpo humano una solución que parece sencilla es algunas veces lo menos recomendable, la salida fácil es absurdamente una trampa demasiado obvia, mi papá lo entendía pero yo, absorta en la ansiedad del dolor detrás de mi, no entendí eso hasta tiempo después, incluso ahora me encuentro algunos días decepcionada por esto.
Esta larga historia concluye con la esperanza, no por mi, porque yo me resigne desde el momento en que el dolor se hizo cada vez más frecuente, jamás culpe a nadie por sentirme mal, siempre me culpe a mi misma, siempre me reproche todo el dolor a mi misma y mi descuidada forma de ser, y por eso exhorto a los demás que lo hagan, no hay nadie más culpable de nuestro errores y dolor que nosotros mismos. Cómo decía, la esperanza fue una solución mejor, una dieta que evite estimular la causa del dolor, medicina para desinflamar el área que puede seguir inflamada aún sin dolor y, mucho autocontrol y disciplina.
Dos cosas que, en mi situación actual he hecho sin menor problema, me he sorprendido a mi misma, pensaba que las afecciones emocionales eran lo único que motivaba mis cambios en hábitos, pero el dolor es mucho más convincente, no te conoces a ti mismo lo suficiente hasta que experimentas un tremendo dolor, un dolor que te hace querer morir para detenerlo, un dolor desesperante que te haga odiarte a ti mismo por haberte empujado a eso, un dolor que te asfixie, que literalmente no te deje respirar porque cada respiración es una tortura, un dolor tan horrendo que te haga vomitar todo lo que consumas, incluso el agua y la medicina, un dolor que te obligue a estar despierto sufriendo durante horas sin nada que lo alivie, un tortuoso dolor que solo se compara con la mayor paliza que te puedes dar a ti mismo en la vida. Por eso dije que un balazo en la rodilla es menos doloroso, literalmente. Algo como un dolor que no puedes aliviar con nada fácilmente, te cambia.
Me siento mejor ahora, mi peso se ha reducido lentamente por la dieta y...que antes de encontrar la respuesta correcta, las respuestas anteriores solo me trajeron lapsos de paz que después terminaban con "episodios" que atentaron mucho contra mi salud. Llevo un mes sin sentir dolor, sin esa horrible sensación. Hace unos días me dio uno de esos "episodios" pero no fue tan intenso, diría que fue un ocho en mi escala del dolor, así que no me dolió tanto y después paso lo que siempre pasa cuando siento dolor, pero es algo que ya he explicado.
Haciendo una analogía de esto es como un barque que zarpa desde Inglaterra hasta el puerto de Veracruz con un embarque de valiosa mercancía, pero en medio del mar hay una tormenta terrible, a lo lejos se está formando un remolino marino, la pesadilla de todo marinero parece hacerse realidad, el peso de la mercancía esta jugando en contra de la supervivencia de la tripulación, pero es mercancía tan valiosa que se resisten a tirarla mientras que incluso hay olas enormes que se ven en la distancia aproximándose en todos su ominiosa prescencia. El capitán se resiste, pero la tripulación es demasiado insistente así que tiran solo lo menos insidpensable, poca mercancía, la menos valiosa, y ganan distancia contra ese terrible destino que los parece perseguir, pasan las horas, el mar aún no se calma pero parece que todo irá bien, sin embargo ahora el capitán sabe que podrían morir si no se apresuran a encontrar tierra, como un buen marinero sabe que esa calma solo durará lo suficiente para tomar la decisión que los salve o condene. Traga saliva y da la orden "¡Tiren todo al mar!" Exclama y ordena a la tripulación, marineros agotados y temerosos que no dudan ni un segundo en hacer lo que saben es lo más sensato. Lloran para sus adentros pero prefieren perder la mercancía que sus vidas. Finalmente la mercancía se hunde y ellos salvan sus vidas.
Ese es un "episodio" en mi estado actual. Y por lo que vi en mis propios ultrasonidos si no obedezco todo lo que me digan mis doctoras es seguro que por un muy largo tiempo me ocurrirán.
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Obra
PoetryUn pequeño espacio donde de a poco voy dejando una parte de mi historia. Como una linea en el tiempo marcando acontecimientos que dan fe de mi existencia. Escrito en el mejor momento para escribir, en la soledad de la noche.