Obra

El Perdon

Días en los que recuerdo tu presencia. Hace poco que dejaste de estar aquí ¿verdad?

Si...aún permanece en el aire el aroma de tu cuerpo, aun puedo percibir tu esencia queriendo permanecer en mi hogar...aun siento que volverás en cualquier momento. Pero eso es completamente estúpido de mi parte ¿no? Porque finalmente, tu has decidido que esta mejor asi, los dos lejos.

Pero tu esencia se rehúsa a salir de mi casa, tu aroma se niega a abandonar mis cobijas y la marca que dejaste en mi antes de irte se niega a desvanecerse.

Ya casi son las tres cuarenta de la madrugara, y en ocasiones asi te recuerdo; no debería estar frente al ordenador a esta hora ¿verdad? Tu lo habrias evitado, seguramente me habrías obligado a irme a la cama desde hace horas, ahora estaría acurrucada junto a ti en mi cama ¿no es asi? Tu y yo en una cama individual...No había lugar en la tierra en el que me gustaría estar mas que allí, pero eso ya no es posible ¿cierto? ahora solo permanece el recuerdo en mi memoria de esos momentos.

Aquel tiempo en el que cuidabas de mi y yo de ti, aquel tiempo en el que te esperaba en la sala de estar hasta que llegabas de trabajar, incluso cuando tenias que cargarme a la cama porque ya me había dormido en el sofá; aquel ahora lejano tiempo en el que tu eras mi mayor preocupación, mi mas grande interés, mi complemento. eras mi mundo ¿lo sabias?

Pero también eras un intruso en mi casa, en mi familia, en mi vida, todo lo que hacias era imponerte frente a mi, cuando yo no tenia sueño tu ya estabas cansado, por eso me iba a dormir temprano ¿no? Tu el niño caprichoso que no podía dormir solo, siempre queriendo imponer tus deseos ante mi, siempre haciendo lo que tu decias...ahora suena mal ¿no?

Para ser sinceros esa vida me molestaba, me irritaba tener que dejar incompletos mis proyectos personales solo por ti, me molestaban tus berrinches y tus caprichos, me molestas por que eres igual a mi: egocéntrico y desinteresado por los demás. Sin embargo todo eso lo acepte sin mas, por que permitias que yo me comportara como quisiera, por que me dejaste ser la responsable, la de las grandes decisiones era yo, si había que hacer algo enserio siempre me consultaste a mi, siempre antepusiste mis deseos antes de cualquier otra cosa, recuerdo tu mirada, aun cuando debias de ir a un lugar, si para mi era complicado tu enseguida rechazabas la invitación y te quedabas conmigo, no importaba que, sin mi permiso tu simplemente decias que no; por eso no puedo quejarme mucho de tus caprichos, ni de como te aferrabas de mi por las noches temiendo que me alejara de tu lado. Siempre me pareciste un niño temeroso que debía de proteger, y yo te parecía una niña torpe que tenia que ser cuidada ¿verdad?

Es tan contradictorio...

No te resiento, no lo hago por que no puedo sentir, te llevaste mis emociones y de nuevo me dejaste sin nada, pero ahora me pregunto si todo eso, todo ese amor que sentí por ti, todo lo que me hacía perdonar tus caprichos...eran mis sentimientos o tus los trajiste contigo cuando nos conocimos...?

Gracias a ti creci, todos notaron el cambio en mi, tú me hiciste crecer me hiciste madurar de muchas formas, solo espero que tu también hayas obtenido algo bueno de nuestra inusual relación.

Ahora que ya no estas soy libre, gracias a que no volveras a entrar por mi puerta ni a exigir que yo sea parte de tu vida, puedo ser libre hacer lo que yo quiera, puedo volver a mi rutina y hacer lo que me gusta a la hora que me gusta hacerlo, y ya no debo de preocuparme de alguien mas ni de su opinión ante mis acciones...pero esta es la primera vez que la libertad...me parece tan vacia y solitaria.

Ahora te extraño, justo en este momento te extraño, extraño tu compañía, tu presencia etérea, tu intenso aroma a colonia de alta calidad y smog, extraño oírte pidiendo que apague el ordenador y que me vaya a dormir contigo, extraño tu voz, tu mano calida sobre la mia, tu mirada intesa ante tus ordenes. Extraño el sonido de tu voz frente al cual sucumbia con gusto...Extraño tanto de ti...