Nejiten Antology

Ruidoso

Segundo escrito del Inktober 2016, espero lo disfruten.

La luz del sol decreciente se reflejaba en sus gafas, mientras se filtraba por la habitación, Neji levantó el rostro luego de analizar su próximo movimiento y las devolvió a su lugar presionando en el centro, suspiró y realizó un movimiento de una de las tres ultimas piezas que quedaban en el lado de su tablero para luego realizar un movimiento que indicaba que ahora era turno de su amigo. Esperó por algunos instantes mientras miraba las encrespadas cejas de su contrincante arquearse pensativas.

— ¡Lee realiza tu movimiento!— se quejó Tenten mientras observaba descansando su cabeza entre sus palmas. 

Rock Lee se rascó la cabeza con cierta frustración mientras miraba sus cuatro piezas vigentes como si estas le escondieran una estrategia secreta, presionó los dientes y luego sus puños, tensó sus músculos hasta ponerse rojo y dispuso a mover uno de las piezas de alfil.

Apenas iba a tocarla, Neji negó con la cabeza y Lee pudo recapacitar entendiendo que dicho movimiento no era permitido, pues dejaría desprotegido a la pieza del rey, lo cual era uno de los objetivos primordiales de ese juego de estrategia. Rock Lee frunció el ceño y se abstrajo en sus pensamientos observando de nuevo el tablero.

Tenten se tiró de espaldas concierto fastidio observando en una de las repisas un dibujo de un ave que había hecho el año pasado en la clase de arte, sus mejillas se sonrojaron al recordar que se encontraban en la habitación del Hyuga y este lo había conservado. 

— ¿No podríamos hacer otra cosa?— preguntó Tenten sin levantarse— alguna en la que también pueda participar yo.— agregó suspirando.

Lee negó con la cabeza y puso las manos a los lados del tablero con decisión.

— Sé que puedo vencerlo.— indicó Lee— solo debo pensar una buena estrategia. 

Tenten miró en la repisa inferior, leyó en cuatro pequeños trofeos la leyenda:

Ganador al nivel estatal de ajedrez.

Giró la mirada y se levantó un poco para ver a Neji, pero desvió la mirada rápidamente cuando descubrió que este ya la observaba sintiendo su rostro caliente. 

— Has llegado bastante lejos— afirmó Neji.

El muchacho de cejas encrespadas lo observó con decisión. A pesar de sus abismales diferencias, eran grandes amigos, pero por lado de Lee se había desarrollado cierta rivalidad, se había comprometido a poder igualar al Hyuga en cada aspecto que él destacara. Deportes, calificaciones, talentos, lo que no contaba de destreza, Lee lo compensaba con su incansable persistencia, el ajedrez era la ultima brecha.  

— Lo tengo— indicó Lee moviendo su pieza.

Era un caballo el que tomó en sus manos, avanzó el número de casillas hasta completar cinco y entonces sonrió. Neji lo miró y luego hacia donde estaba Tenten, miró el tablero, bajó la mirada y extendió su dedo para tirar la ficha del rey, indicando que lo había derrotado. 

Lee permaneció casi un minuto mirando la ficha caída sin dar crédito a lo que había ocurrido, había permanecido días entrenando, en un principio ni siquiera lo entendía. 

—¡Woooho!— exclamó eufórico.— ¡Lo logré! ¡Lo logré!— exclamaba gritando mientras saltaba alzando los brazos. 

Corrió por la habitación, para luego salir por la puerta, asustar a la madre de Neji en las escaleras por salir tan intempestivo, disculparse y luego seguir hasta la calle, correr alrededor de la manzana festejando mientras casi emanaban lagrimas de sus ojos. 

Neji lo vio por la ventana y arqueó las cejas, dos manos femeninas atraparon su rostro y se encontró disfrutando de aquellos labios cereza de la castaña, luego de unos segundos de robarse el aliento, se observaron de cerca, ella le sonrió y meneó la cabeza. 

— La pieza del caballo, la movió una casilla de más ¿verdad?—preguntó la chica besándolo de nuevo. 

— Él es bastante bueno, mejor que muchos con los que he competido— afirmó Neji con cierto nerviosismo al verse descubierto.

— Eres muy lindo— le susurró hasta que su voz se apagó encontrándose con sus labios. 

Para Neji Hyuga no era muy relevante, ser mejor, hacia lo que hacia por que lo disfrutaba, su amigo en cambio era muy competitivo y había logrado derrotarlo varias ocasiones, sin embargo, no en todas, el chico de los ojos malva aprendió a ceder, hacía feliz Lee y cada vez que Tenten lo atrapaba, terminaba así. 

—¡Lo logré! ¡Lo logré!¡Siii!— exclamaba Lee alzando entre sus brazos al perro del vecino.

Neji lo observaba y sonreía meneando su cabeza, en un principio su actitud escandalosa lo fastidiaba, pero debía admitir que en su interior ahora mismo se encontraba como él, sus manos lo atrajeron a ella y entonces sus labios le pertenecieron, la rodeó por la cintura mientras su cuerpo se le pegaba. Tal vez, ahora mucho más ruidoso.