Capítulo 001

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Martes 5 de julio, 2011

El aeropuerto de Londres es enorme. Ya perdí la cuenta de las veces que me perdí buscando la salida y la entrada al avión, terminaba en los baños, en las oficinas de las empresas, en cualquier lugar menos en el que tenía que estar. Una vez, uno de los vuelos se retrasó porque yo estaba en la otra punta del aeropuerto gritando que me iban a dejar aquí sin dinero, sin comida y que sí me moría iba a ser culpa del aeropuerto. Gracias a eso, arrasaron el vuelo hasta encontrarme y dirigirme al avión.

Aún lo recuerdo y me río. De todas formas, me defiendo diciendo que fue una situación extrema de estrés.

Con una valija pequeña en mi mano izquierda y un bolso en mi hombro derecho, camino siguiendo a las personas por un pasillo que nos dirige al interior del aeropuerto. Diviso a una pareja que va abrazada y riendo, por lo que llegué a escuchar van a retirar sus valijas más grandes, así que decidí seguirlos para no perderme. Sacó mi teléfono y veo un mensaje de Alex avisándome que ya me está esperando. De paso, me envía una foto haciendo caras graciosas. Le envió otra foto mía de la misma manera y guardo el celular.

¡Alto! ¡Perdí a la pareja!

—Maldita sea, ¡no puede ser! —me quejo haciendo un mini berrinche.

Miro a mi alrededor buscando algún cartel que me indique la salida, pero hay puros carteles de prohibido fumar. Alex me llama en mi momento de estrés.

—¿Qué? —digo apenas respondo.

¿Te perdiste? —pregunta, aunque más afirmándolo, mientras ríe. Bufo molesta.

—Sí.

¿En qué parte estas?

—Sí lo supiera no estaría pérdida, idiota.

Cierto. Pediré que te busquen.

—Gracias.

Ambos colgamos y me siento en una escalera a la espera de escuchar mi nombre por los altavoces. Al cabo de cinco minutos, se escucha "por favor, buscar a Noah Elizabeth Sherwood y llevarla a la salida", así que me relajo hasta que vengan los de seguridad para escoltarme. Otros diez minutos pasan hasta que me encuentran, creo que ya conozco a todas las personas que trabajan como seguridad aquí. Ellos solo se ríen de mi mala suerte y me preguntan que cuándo me aprenderé el camino.

Pues lo siento mi ciela, eso nunca sucederá.

Segundos después, estoy en la salida a unos metros de Alex, quien se ve increíblemente sexy con unos jeans negros y una remera negra. Sus ojos azules resaltan más que nunca, y me dan ganas de tirarme encima de él para hacer el sin respeto. No obstante, soy una señorita y puedo contenerme.

—Ya quisiera yo perderme contigo —me dice al verme y sonrío para después morder mis labios ligeramente. Él se acerca a mi oído—. Te lo haría aquí mismo.

—No soy un objeto de observación —lo alejo de mi a propósito y comienzo a caminar, sintiendo su risa detrás de mi—. Imagino que me llevarás a cenar. Estoy muerta de hambre.

—Sí tu me invitas, sí. —Me río a carcajadas altas a propósito.

—Es tu ciudad, Alexcito, tú me invitarás.

—De acuerdo, Elizabeth.

Lo miro con mis ojos entrecerrados y golpeo su hombro. Él ríe y me empuja pero sin dejarme caer. Ambos reímos y subimos a su nuevo auto, un Volkswagen Vento blanco. Hermoso.

—¿Regalo de tus papis?

—Aunque para tu cerebro sea difícil de entender, estuve ganando dinero este último año, y me compré a mi bebé.

ALEX [Kings #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora