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—No te queda bien lo de macho alfa —me burlo mientras él toma asiento en la silla frente a mí.
—Sólo le sugerí que vaya a trabajar a otro lado —me responde de la misma manera, sonriendo.
—Tú también puedes irte a trabajar. Estoy bien.
—¿Y que luego te desmayes como la otra vez? Creo que tu cerebro te juega en contra.
Entrecierro mis ojos ante su burla pero lo dejo estar. Podría fingir que estoy enojada pero me divierte y alivia aún nuestra tregua.
—No está funcionando bien.
Él ríe y yo esbozo una sonrisa.
—Eso lo tengo muy claro.
—Hay otras cosas que no funcionan bien... —suelto haciendo una mueca inocente. Ahora es él quien me mira con sus ojos entrecerrados.
—Con el estímulo suficiente, todo puede mejorar —me guiña un ojo y siento mis mejillas arder—. Creo que sí estás bien, tu rostro ya tiene color —dice con diversión.
—Idiota —mascullo intentando que mi sonrojo se vaya.
—Te queda lindo ese color.
—Ti qiidi lindi isi cilir.
Alex suelta una carcajada y yo ruedo mis ojos.
—Deberías irte a tu departamento, descansa y mañana vienes renovada. Pero con esta misma energía. ¿Quieres que pase a darte un golpe?
—Yo puedo darte un golpe a ti —gruño.
—Ya sabes dónde vivo —vuelve a giñarme un ojo, ¡y otra vez me sonrojo! Maldito cerebro descompuesto. Alex se ríe—. Me voy a seguir trabajando pero tú ve a descansar. Si te veo dando vueltas o me entero que estás trabajando, le diré a Allan, y él es menos flexible que yo.
—Y il is minis flixibli qii yi —vuelvo a hacerle burla con molestia y asiento—. No me viene mal un día de relax.
—Aprovéchalo —dice acercándose a la puerta para irse.
—Gracias —le sonrío sincera y él asiente, también sonriéndome.
[...]
Martes 2 de abril, 2014
Tess y yo junto con otros compañeros tenemos una cirugía. Ellos están más avanzados y los dejan estar solos, mientras que yo voy a estar allí para observar y, quizás, asistir. Aunque tengo una ligera sospecha de que mí amiga me va a dejar participar de alguna manera.
—Noah, Teresa —nos saluda Alex al interceptarnos cuando cruzamos una puerta. Él me mira de arriba hacia abajo, escaneandome.
—Hola, doctor Hamilton —decimos ambas.
—¿Cómo estás, Noah? ¿Mejor?
—Sí, fue sólo un golpe. ¿Qué sucedió con ese hombre? ¿Allan tendrá problemas?
Me siento como Lexie al hacer tantas preguntas seguidas pero necesito saberlas, soy muy curiosa aunque intente simular todo lo contrario.
—Al hombre lo mantienen sedado y custodiado, y Allan... eso no te concierne.
Entrecierro mis ojos molesta, no le cuesta nada contarme qué va a suceder con su amigo.
—Bien. Tenemos trabajo, andando —le ordeno a mi amiga comenzando a caminar, pasando de Alex y dejándolo atrás. Teresa sale de su ensoñación y apresura su paso hasta colocarse junto a mi otra vez.
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ALEX [Kings #2]
Teen FictionNoah y Alex son el agua y el fuego. Son la furia y la calma. La herida y la cura. Juntos son explosivos, separados son destructivos. Ambos son orgullosos y esa será la ruina de su extraña relación.