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Viernes 11 de abril, 201411
Esta semana ha pasado con una muy rara tranquilidad. Alex y yo seguimos en una tregua, aquel momento en la sala de imágenes ya quedó muy en el pasado, y luego de dos días me contó que Hayden le confesó todo lo que me había dicho. Me asombró verlo sorprendido, sin poder creer lo que su amiga —o su ya no amiga— hizo.
Hasta me admitió que él le hubiera tirado del pelo para quedarse con un mechón como trofeo.
Lo tendré en cuenta si existe una próxima vez.
Este es mi cuarto mes en Londres y es increíble pensar en las cosas que pasaron. Demasiados sentimientos, demasiadas lágrimas por un muy largo tiempo. Quizás, sólo quizás, lloré hace unas noches al recordar lo idiota que fui en creer en Neels, pero no vamos a entrar en detalles.
También es extraño y al mismo tiempo agradable, contar con todas las mujeres del grupo. Haber tenido esa tarde en un spa nos unió más, y hasta pactamos tener otra salida, y esta vez sin hablar de ningún novio.
Ahora, decido disfrutar de mi último día laboral con mis primeros amigos. A pesar de llevarme bien con todos —Harry, Vince, Tessa, Ginger y Jason (quien de a poco está volviendome a hablar)—, Seth, Riley y yo tenemos una amistad distinta. Más especial.
—Joel volvió a hablarme —nos cuenta Seth.
Riley escupe el sorbo de cerveza que dio y yo río ante esa estupidez.
—No te rías, idiota —me regaña golpeándome mientras tose. Seth ríe conmigo, fue muy gracioso—. Maldito homo.
—Déjalo —lo defiendo estampando mi mano en su rostro, Riley la lame y enseguida la alejo—. Iugh, desgraciada.
—Tú por defenderlo.
—Ay, sí.
—¿Me pueden prestar atención? Gracias.
Dejamos de pelear y miramos a Seth, quien soltó una bomba ahora que recuerdo.
—Cuéntanos bien —pido.
—Ayer cuando salía del hospital estaba él, me preguntó si podíamos hablar.
—Y tú aceptaste —afirmo bufando. Las mejillas de Seth se sonrojan y asiente—. Eres un idiota.
—¡Soy muy sentimental!
—Y enamoradizo también —le suma Riley—. ¿Qué te dijo?
—Que no puede olvidarme y que fue un idiota al dejarme pero que ya recapacitó y quiere estar conmigo.
—Y tú le dijiste que...
—Que me de un tiempo para pensarlo.
Me hago un facepalm mientras Riley exclama un potente “¡nooo!” que de seguro se escucha hasta la otra cuadra. No puedo creer que Seth le haya dicho eso al idiota gay, no tendría que darle ni una mísera oportunidad, no se la merece, no merece a una persona tan genial como Seth Langford. Él es demasiado bueno, siempre ve lo bueno de las personas y cree en segundas oportunidades, me recuerda a Lexie, pero no puedo permitir que vuelva con ese.
—Para mi es un idiota, de seguro el otro lo dejó y te buscó a ti —le suelto mis pensamientos. Son crueles, sí, pero somos amigos y puedo decirle todo lo que quiera—. A Joel no le importó que estuvieras mal cuando te dejó.
—Limpié tus mocos por días, ¡semanas! —exagera Riley, aunque en parte es cierto, sólo que duró un par de días.
—¿Pero no es así el amor? —inquiere dejándonos calladas por la manera en que lo dice— Digo, no siempre es todo de color rosa, hasta las mejores parejas tienen sus peleas. Y Joel... él quiso probar otra cosa, está bien, supongo, pero eso no lo hace mala persona. A ver, dime tú, Noah, ¿Alex es mala persona por acostarse contigo y no querer nada serio? ¿O Neels es mala persona por amarte tanto que nubló su juicio?
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ALEX [Kings #2]
Teen FictionNoah y Alex son el agua y el fuego. Son la furia y la calma. La herida y la cura. Juntos son explosivos, separados son destructivos. Ambos son orgullosos y esa será la ruina de su extraña relación.