Capítulo 014

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—Tú y Alex —escupe Riley apenas volvemos a cruzarnos.

Mantengo mí atención en los cordones de mis zapatos. Claramente parecen más interesantes que lo que Riley me dijo recién.

Ella me da un suave empujón.

—¡Oye! —me quejo ahora sí mirándola.

—¿Qué hay entre tú y Alex? Se conocen, ¿no es cierto?

—No es nada importante —le resto importancia volviendo mí vista a mis maravillosos cordones.

—¡Se conocen! —afirma en un chillido. Me levanto rápidamente y pongo mí mano en su boca para callarla.

—Sí nos conocemos pero cierra la boca, no tiene que enterarse todo el hospital.

Quito mí mano con brusquedad, vislumbrando una sonrisa en el rostro de mí nueva amiga. No parece detenerse.

Le hago un breve resumen sobre mí historia con Alex y queda conforme. Me hace más preguntas que decido ignorar completamente y en otras ocasiones le digo que ya no le responderé ni mierda. Riley se toma muy en serio mis amenazas sobre no hablarle más y robarle todos los pacientes que se le crucen, así que se queda callada.

Para mí buena suerte, Lexie me pasa a buscar para ir a cenar juntas ya que no tenemos mucho tiempo de vernos. Me vine a vivir aquí en parte por ella y casi no tengo tiempo de verla.

—Vi a Alex hoy —es lo primero que le digo al sentarme en el asiento del acompañante.

Sin decir palabra, mí amiga se acerca para rodearme con sus brazos y abrazarme. Por un momento, siento el impulso de llorar, sin embargo inspiro profundamente y suelto todo el aire de mis pulmones como si aquello fuera la solución mágica.

[...]

Sábado 11 de enero, 2014

Miro a Seth, quien nos espera a Riley y a mí en su auto con su rostro serio y sus brazos cruzados delante de su pecho. Me es inevitable no reír, pobrecito, otra vez le robé un paciente. Aunque no es mi culpa, él tuvo que haber llegado mucho antes, entonces yo no hubiera tenido que hacerme cargo.

—Te invito unas cervezas —palmeo su hombro haciendo una mueca, contengo mis ganas de reír.

—No quiero.

Entrecierro mis ojos frunciendo mis labios y resoplo. Ni Summer es tan caprichosa.

—Lo que quiero es ir a bailar —sentencia con una sonrisa mientras asiente varias veces con su cabeza.

Me encojo de hombros, desde que llegué no conocí ningún club o discoteca, además hoy es sábado, mañana no trabajo, y puedo pasarme una noche entera bailando y bebiendo.

—Por mi está bien.

Seth me sonríe orgulloso y mira a la pelinegra.

—¿Qué dices?

—No, estoy cansada.

—¡Oh, vamos! Será divertido.

—Además, mañana no trabajamos y puedes dormir todo el día —agrego. Seth y yo la rodeamos para poder convencerla, no puede escaparse.

—Son muy malas influencias —menciona negando con su cabeza. El castaño y yo chocamos los cinco, nuestra intimidación dio sus frutos.

—Vamos, suban —nos ordena mientras rodea su auto hasta el asiento del piloto—, las dejo en el departamento de Noah y luego las paso a buscar.

ALEX [Kings #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora