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Sábado 26 de abril, 2014
Invado la casa de mí mejor amiga para aprovechar a comer ese rico estofado que ella cocina. Confieso que me pide ayuda y me niego diciendo que no sé cocinar, cuando la realidad es que sí lo hago pero prefiero que todo sea obra suya y luego no alardear de que yo también formé parte.
La observo mientras se mueve con soltura en su propia cocina, moviendo las cosas a su antojo y con mucha seguridad. Estoy feliz de que sea una mujer adulta, que está finalizando su carrera y ya está bien plantada en la vida, luego de todo lo que le sucedió.
Creo que yo no podría tener ni la mitad de la entereza que tiene Noah luego de haber sido acosada, secuestrada y, posteriormente, perseguida por una loca que estaba resentida con su progenitor y decidió desquitarse con Lexie, sumando a sus hermanas, de quienes debo admitir que Emily es la mejor.
Aún recuerdo lo loca que me puse cuando me enteré que Kristen las había secuestrado, ese momento está tan tallado en mí cabeza que dudo olvidarme alguna vez. Aún así, mantengo los buenos recuerdos sin ser opacados, porque tengo que reconocer que después de ese suceso la vida de Lexie estuvo cada vez más y más mejor. Sin importar que la desquiciada de Kristen volvió a aparecerse en Londres.
Ahora está rodeada de personas que la aman, y yo amo a esas personas por hacerla feliz. Ella aquí encontró su verdadero hogar, algo que quizás no hubiera podido lograr en Pittsburgh.
—Tierra llamando a Noah. —Lexie mueve una espátula frente a mis ojos sacándome de mis pensamientos tan sentimentales— ¿A dónde te fuiste?
—Pensaba en Hugh Jackman —le respondo soltando un suspiro fingido de idiota enamorada.
—Mientes —me acusa y me encojo de hombros—. ¿En qué pensabas?
—En que ya quiero comer eso. James no vendrá, ¿cierto? Tengo todo eso para mí.
—No seas angurrienta —me reclama con diversión y asiente—. No, no va a venir. Tiene un almuerzo con los chicos, dijeron eso de que ya que nosotras tuvimos un día de chicas, ellos tendrán un día de chicos.
Me río a carcajadas sin poder imaginarme lo que va a salir de ese día de chicos. Seguro que sólo es beber cerveza y hablar de deportes.
—Podrán imitarnos pero jamás igualarnos.
—Es lo que le dije a James.
—¿Y Kath?
—Sus padres llegaron ayer, así que... está complicada —murmura haciendo una mueca y asiento.
Quisiera ir a hacerle compañía a mí amiga rubia, más aún sabiendo que no tiene la mejor relación —ni siquiera tiene una relación— con sus padres. Me pongo un poco mal al darme cuenta que todos estamos disfrutando de un buen momento y ella no lo está haciendo.
—¿Y si la vamos a visitar?
—Sabes que es un tema delicado el de sus padres.
—Sí pero quizás podemos hacerle la tarde más sencilla.
—Qué extraño es verte ser tan buena —bromea, o eso quiero creer y ruedo mis ojos fingiendo molestia—. De igual manera, no. Ya lo intenté yo, hoy fui a su departamento con la excusa de desayunar y me cerró la puerta en la cara. Lo mejor es que esperemos a que se vayan o que ella quiera hablarnos.
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ALEX [Kings #2]
Teen FictionNoah y Alex son el agua y el fuego. Son la furia y la calma. La herida y la cura. Juntos son explosivos, separados son destructivos. Ambos son orgullosos y esa será la ruina de su extraña relación.