• • •
O me di un golpe muy fuerte en la cabeza o de verdad estoy viendo a Neels.
O quizás hasta estoy soñando.
—¡Noah! —exclama y se acerca a paso apresurado hasta mí lugar— Vine en cuanto me enteré.
—¿Cómo...? —pregunto entre la sorpresa y la confusión.
—Me contó James. Me preocupé tanto, ¿cómo estás? ¿Te sucedió algo? ¿Te revisaron bien? —pregunta con rapidez. Cierro mis ojos sintiendo una puntada en mí cabeza.
—Deberías dejarla descansar —dice Alex y abro mis ojos, recordando que aún está aquí.
Fue agradable la tarde con él y con Abby. Hasta me imaginé cosas que no debería, pero fue lindo fantasear un rato.
—Perdón, ¿y tú eres...?
—Soy Alex —dice con seguridad. Los ojos celestes de Neels se abren muy ampliamente.
Se genera un silencio incómodo, en el cual ruego que Abby se despierte y que sólo me dejen con ella. Pueden hacer su lucha de machos alfa en otro lugar donde yo no pueda verlos ni tampoco quedar en el medio. Pero para mí mala suerte la niña nunca se despierta, sino que hasta ronca dándome a entender que no será mí salvadora.
—Él es Alex.
Sonrío nerviosa sin saber por qué.
—No sé si me lo estás preguntando o afirmando, je. Pero sí, él es Alex. Alex, él es Neels.
—Ah, el famoso Nilo.
—Neels —lo corrige y Alex asiente restándole importancia—. ¿Y ella...?
—¡No! —exclamo asustada por la malinterpretación.
—Es la sobrina de Noah —le aclara Alex. Sonrío inconscientemente, es lindo ser considerada la tía de esa niña maravillosa—, y mí sobrina también.
—Veo que han pasado muchas cosas en estos meses —murmura Neels.
—Sí, ahora estábamos descansando. ¿Por qué no vienes en otro momento?
¡Diablos! La guerra de miradas que se está disputando enfrente mío podría acabar con cualquiera que se cruzara en medio. Pobre de la pequeña Abby que está en brazos de Alex y siendo, literalmente, la barrera entre ambos.
—¿Quieres que me vaya? —me pregunta Neels. Lo miro sin saber qué responder, abro y cierro mí boca repetidas veces.
—Creo que está diciendo que sí.
—Yo creo que no está diciendo nada.
—Deberían irse los dos —digo finalmente. Ambos me miran sorprendidos—. Estoy cansada y quiero dormir.
—Podemos quedarnos con Abby a hacerte compañía.
—¿No tienes pacientes que atender? —le pregunta Neels atacándolo. Rayos.
—¿Y tú no tienes pacientes en otro continente?
¡Diablos!
ESTÁS LEYENDO
ALEX [Kings #2]
Teen FictionNoah y Alex son el agua y el fuego. Son la furia y la calma. La herida y la cura. Juntos son explosivos, separados son destructivos. Ambos son orgullosos y esa será la ruina de su extraña relación.