Secreto (Sterek)

23.

23.

La ventana crujía, de igual forma a como había estado crujiendo cada noche del último mes. Cuando esto sucedía el joven de diecisiete años sabía quién era el que venía a visitarlo. La primera vez había reaccionado rápidamente, para asegurarse que ningún desconocido se hubiese colado en su habitación en medio de la noche; pero en esa ocasión no se encontró a ningún desconocido, es más, durante esos últimos dos años había pasado gran parte de su tiempo en compañía de esta persona.

No le molesto la primera vez que vio a Derek Hale en su habitación en medio de la noche. Ni tampoco las ocasiones siguientes.

Él se mantenía despierto esperando a Hale, al principio se decía a si mismo que solamente quería intercambiar algunas palabras con el lobo, preguntarle la razón de sus extrañas visitas. Dejo de engañarse a sí mismo después que pasó un mes. Él seguía manteniéndose despierto, pero ahora sabía que la razón era por la espera del lobo de ojos verdes.

Cada noche ansiaba la llegada de Derek.

Cada noche sus labios se encontraban.

Cada noche sus cuerpos se buscaban.

Y Cada mañana Stiles despertaba completamente solo, y sin arrepentimiento alguno.

-haz silencio. – Murmuro contra su oído.

Stiles enterró su cabeza en la almohada como solución para acallar sus estrepitosos gemidos.

-Dere..k, por favor, Derek. – Pidió el más joven.

A Derek le gustaba jugar un poco con los nervios del humano, Restregaba su dureza con el respingón culo del más joven, le gustaba escuchar las súplicas del otro.

-Muerde la almohada. – Ordenó mientras de una sola vez, enterraba su hombría en la estrechez del humano.

Stiles acalló su ahora más fuerte bullicio, Derek odiaba no poder escuchar el sonido de su boca, pero no le quedaba de otra, ya que a fin de cuentas tenía al Sheriff a solo una habitación y podría escucharlos.

-Relájate. – Intentó tranquilizar al ver que pequeñas lagrimas se acumulaban en los ojos del castaño, sabía que no eran por el dolor, eran por el placer. – Solo un poco más.

Derek hale no era un mal amante, Sabiendo que pronto él llegaría a su punto se concentró en ayudar al más joven para que este también lograra alcanzar al suyo. Cambio la posición en la que estaban, tumbó boca arriba al joven bajo el y sin medir palabra invadió la erección del otro con su propia boca.

Stiles ya no tenía su almohada para callarse, por lo cual usó su propio brazo para evitar dejar salir aquellos sonidos tan vergonzosos. Derek a su vez se encargó que Stiles finalmente se corriera, todo dentro de su boca, el mismo dio las últimas embestidas para finalmente dejar aquella estrechez en paz.

Stiles estaba agotado, pero sintió el momento en que Derek le tomó de las mejillas con cariño y le beso tiernamente.

Bajo esta sensación finalmente durmió.

Derek por su parte se mantuvo despierto por un tiempo más, admiraba el rostro de su amante, de aquel joven que le había robado el corazón. Delineo su rostro con cuidado para no despertarle, beso su frente, sus mejillas y su nariz.

(...)

Salto de su cama completamente empapado en su propio sudor, habían pasados años desde que había tenido este tipo de recuerdos en sueños.

Desde hace tiempo no despertaba con una erección. ¿y como no? Había centrado toda su energía en los entrenamientos o en mantenerse despierto en las noches. Había dejado de tener sensaciones tan normales debido a su mente ocupada.