22.

5.2K 515 58
                                    

22.

Scott, intentaba conversar y distraer a al otro lobo y a la coyote, todo para que notaran que Stiles estaba no estaba de buen ánimo.

-Malia, ¿Pueden dejarnos en la casa del sheriff? – Preguntó Scott cuando noto que ya se adentraban en los suburbios.

-Por supuesto. – Contestó la chica quien conducía, la camioneta que usaba en el pueblo había sido un regalo de Peter cuando ella obtuvo el pase de conducción.

No pasó mucho tiempo para que Stiles y Scott dejaran la camioneta y se despidieran de sus amigos. Ambos caminaron hombro a hombro a la entrada de la casa, y debido a que Stiles estaba aún perdido en sus pensamientos, fue Scott el que hizo sonar el timbre.

-¡Muchachos! – Exclamó Noah cuando abrió la puerta de su casa. - ¡Pasen chicos!

Los dos jóvenes ingresaron detrás del mayor. Pronto el Sheriff no tuvo temor de abrazar a su hijo, después del encuentro, los tres hombres se sentaron en el salón.

-Me alegra que hayan logrado sacar tiempo para visitar a este viejo.

- No digas esas cosas papá, siempre tenemos tiempo para ti. – Le contestó Stiles de inmediato.

El joven humano estaba notoriamente nervioso y esto no pasó desapercibido de su policía padre.

-Estamos más ajetreados en las noches. – Hablo Scott. - Por eso podemos pasar el día con usted. – le aseguro con una sonrisa.

El sheriff se cruzó de brazos y observó a ambos jóvenes con una ceja alzada.

-¿Ya van a decir lo que sucede? – Preguntó Noah cansado de que los chicos no dijeran lo que realmente querían.

Stiles y Scott se miraron entre ellos, finalmente Stiles obtuvo el valor.

-Acabamos de llegar del hospital. – Admitió. Al sheriff casi se le salen los ojos de la impresión. – Mi peso sigue mal, me recetaron muchas cosas, también empezaré a usar anteojos. – Explicó sin entrar en muchos detalles.

-Bueno, siempre supuse que terminarías con mala vista. – Comento con alivio. – y sobre tu peso, bueno mi niño, no todos podemos ser perfectos.

Stiles estaba contento con la reacción de su padre. Sabía que estaba mal ocultarle las cosas, pero él no quería preocupar al viejo sheriff por una cosa tan insignificante. Todo hubiese terminado bien, si no hubiese sido por Scott.

-Realmente el médico le dio un ultimátum. - Aclaró Scott. Stiles quería interrumpirle, pero Scott viéndolo venir, le tenía sujeto para que no se levantara. – Su salud está muy mal.

Noah conocía a su hijo, y estaba seguro de que todo era una verdad a medias, pero jamás espero que ocultara temas de tanta importancia. ¿Cuántos secretos tenía su hijo?

-Mieczyslaw Stilinski. - le llamó con dureza. – Tienen cinco segundos para decirme todo lo que te informaron en el hospital, y tienes otros tres para darme una razón lógica por la cual Scott se convirtiera en la persona que me dijera la verdad.

Stiles maldijo a Scott y a sus sucesores en su mente. Respiró con fuerza y tomó el valor de mirar a su padre los ojos.

-Tengo hasta los veinticinco para llegar a mi peso ideal, de lo contrario tendré una vida complicada.

-¿Complicada cómo? – Interrumpió con dureza.

-Puede que me entuben para alimentarse directamente por la garganta, o – Stiles alzó la mirada, y lo primero que vio, fue la expresión preocupada de su padre. Se sintió como una mierda.- ...pero eso no sucederá, por que tendré cuidado con las comidas, lo prometo.

Secreto (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora