Tong Qian Kan Shi | Copper Coin Niches [Completa]

Capítulo 12: Piedra de molino vacía (III)

Capítulo 12: Piedra de molino vacía (III)

Incluso mientras hablaba, Jiang ShiNing no pudo evitar estremecerse. Xue Xian se burló. ¿Eres un fantasma, pero tienes miedo de los fantasmas?

Cuando XuanMin escuchó las palabras pronunciadas por Jiang ShiNing, frunció el ceño y luego se descosió. "Ya veo."

"¿Qué quieres decir con que ya ves?" espetó Xue Xian.

Siempre había tenido mal genio y la lentitud de Jiang ShiNing lo frustraba. ¡Ahora tenía que lidiar con el inamovible XuanMin! Toda esta espera estaba matando a Xue Xian. Salió de la bolsa y corrió hacia Liu Chong, agarró los pantalones del joven y desapareció entre los pliegues de su abrigo.

Las palabras de XuanMin parecieron sacudir al idiota, quien volvió a sus sentidos.

Cuando Jiang ShiNing levantó la cabeza, miró a los ojos a Liu Chong.

No había pupilas en esos ojos: parecían desalmados y aterradores. Jiang ShiNing pensó que podría orinarse en los pantalones.

Jiang ShiNing se giró y trató de correr. Por desgracia, encontrarse con un fantasma es como encontrarse con un perro salvaje: cuándo lo miras a los ojos por primera vez, parece dudar, pero tan pronto como hagas un movimiento, se abalanzará sobre ti. Liu Chong emitió un rugido bajo y sordo desde la parte posterior de su garganta y cargó contra Jiang ShiNing.

El rostro pálido del pobre ratón de biblioteca se puso verde. Quería gritar, pero se lo tragó. Incluso en un momento tan crítico, no pudo dejar de lado el "código de los caballeros". Quería correr, pero tenía miedo de avergonzarse. Un pie pareció alejarse de un salto mientras que el otro se quedó enraizado en su lugar; estaba a punto de ser convertido en un pretzel.

Guangdang––

Jiang ShiNing perdió el equilibrio y cayó al suelo, con los brazos y las piernas extendidos en todas direcciones.

El falso "Liu Chong" de este inquietante tenía una idiotez similar al verdadero Liu Chong. Cada uno de sus movimientos era lento y vacilante, y mientras corría, se tambaleaba como un elefante.

Jiang ShiNing vio como Liu Chong corría hacia él. Exhaló un profundo suspiro y cerró los ojos, esperando su destino.

De repente, hubo un dong. Jiang ShiNing sintió que una manga barría una ráfaga de viento en su rostro seguida de un paso violento en el piso de piedra debajo de él. El dedo helado de Liu Chong nunca se encontró con el cuello de Jiang ShiNing. 

Haciendo una mueca, Jiang ShiNing abrió un ojo con cuidado. Vio que Liu Chong estaba tendido en el suelo junto a él, de alguna manera había caído de bruces.

El pobre idiota no esperaba tropezar: ni siquiera había extendido los brazos para frenar la caída.

Aturdido, Jiang ShiNing se levantó y se quitó el polvo de la ropa. Todavía estaba mirando a Liu Chong.

Luego, vio a Xue Xian deslizarse fuera del abrigo gris azulado de Liu Chong, sosteniendo un largo trozo de cuerda en sus manos. Parecía...

¿Un cinturón?

Jiang ShiNing miró a Liu Chong y se dio cuenta de que el idiota se había caído porque, justo cuando se abalanzó, sus pantalones se le cayeron hasta los tobillos y se enredaron con sus pies. Su carácter naturalmente torpe se vio agravado por éste inconveniente y tuvo una caída terrible. De hecho, se había lesionado el cráneo, por lo que permaneció allí, inmóvil.

Cuándo Xue Xian se deslizó con el cinturón del idiota, le arrojó el cinturón a Jiang ShiNing. "¡Rápido, átale los pies!"

Luego, miró a XuanMin. "Levántame, rápido. Casi me arranco el brazo tratando de agarrar ese cinturón".