Capítulo 76: Dedo, nudillo, lunar (III)

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Capítulo 76: Dedo, nudillo, lunar (III)

"¡Este es el lugar!" Xue Xian ya no necesitaba que Zhang JieShi los guiara, fue el primero en hablar.

Cuanto más se estaba curando, más fuerte era el llamado de esos huesos de dragón. El temblor que sintió esta vez fue mucho más intenso que todos los temblores de antes, hasta el punto en que Zhang JieShi y NianQi, que ya habían estado viendo estrellas, colapsaron de inmediato en el suelo. El pie del pobre Zhang JieShi resbaló y cayó por una colina.

Afortunadamente, XuanMin extendió la mano y lo agarró.

"Siéntense", les dijo a los dos con total naturalidad.

Con ese temblor, fue un milagro que la montaña no se hubiera derrumbado por completo y que no hubieran muerto. Por supuesto que no podían estar de pie.

Guiando a un NianQi medio ciego, Zhang JieShi se sentó junto a un árbol viejo y abrazó con fuerza su tronco, de modo que, incluso sentado, no había forma de que pudiera rodar colina abajo una vez más.

Xue Xian trató de cerrar su mano en un puño, pero descubrió que había algo mal con el hueso de dragón aquí -- parecía que algún hechizo lo estaba sujetando bajo tierra, haciendo imposible excavar. Era la misma sensación que cuando extendió la mano para recoger algo que se suponía que era ligero, pero lo encontró imposible e inconveniente, como si alguna fuerza lo mantuviera alejado a propósito.

Si la fuerza que atrapó el hueso de dragón en el pueblo Wen había pesado mil jin, entonces ésta vez, la fuerza era el peso de dos enormes montañas.

Cuando Xue Xian comenzó a fruncir el ceño, sintió que alguien se acercaba a él.

Se dio la vuelta y, tal como había pensado, era XuanMin.

Quizás este fue un año desfavorable para él; desde que fue mutilado, nada de lo que hizo pareció ir bien. Había muy pocos mortales en el mundo que pudieran ser de ayuda para él, y hace tiempo que había aprendido a confiar en sí mismo para la mayoría de las cosas. Era un hombre de acción, no de palabras, y solía hacer las cosas con eficiencia y brusquedad, sin desperdiciar bondad; en todo caso, no temía a nada.

Pero después de conocer a XuanMin, descubrió que tener a alguien que lo ayudara cuando lo necesitaba le ahorraba un gran esfuerzo adicional. Siempre había asumido que, como alguien que odiaba deberle algo a alguien más y que odiaba que otros interfirieran en sus asuntos, naturalmente rechazaría toda ayuda de los demás, pero en realidad, las frecuentes veces que XuanMin acudía en su ayuda, no lo hacía sentir molesto.

Quizás fue porque XuanMin siempre llegaba en el momento adecuado; o tal vez, después de haber estado medio paralizado durante seis meses, Xue Xian se había convertido en una persona un poco más agradable...hoy, de repente se dio cuenta de que se había acostumbrado a la presencia de XuanMin, hasta el punto en que incluso dejó voluntariamente a XuanMin un poco de espacio para estar a su lado.

Y ahora, mientras XuanMin sostenía su colgante de moneda de cobre, sometiendo todos los obstáculos posibles para él, como si fuera la cosa más natural del mundo, era como si estuviera entrando en el espacio que Xue Xian le había dejado.

Esta fue la primera vez que Xue Xian, mientras recuperaba sus huesos de dragón, no tenía toda su atención en la recuperación en sí...

La montaña que se agitaba violentamente era como una bestia colosal que luchaba contra una trampa, pero XuanMin la retenía a la fuerza, y se mantenía frío y sereno como siempre. Sin embargo, el hueso de dragón todavía se movía lentamente a través de las capas de tierra.

"No la sueltes", dijo la voz tranquila de XuanMin. Al instante, Xue Xian sintió otra mano apretarse sobre la suya, esos cálidos dedos enviando una oleada de energía mágica a través de su piel y hacia su palma.

Tong Qian Kan Shi | Copper Coin Niches [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora