CHAPTER 17

28 6 16
                                    


Y ya estaba resuelto por fin.

Ryan y Lili decidieron quedarse conmigo hoy para demostrarme que ya estaban mejor, y en efecto era así.
Suspiré al observarlos y notar, que la que terminó por aprender algo he sido yo.

Con aquel conflicto al que tuve que intentar arreglar noté, que cuando se trata de estar enamorado no siempre querrás o harás lo que te diga alguien más al respecto, simplemente necesitas ser escuchado para que te des cuenta por ti mismo como es que realmente te sientes.

A veces solo necesitamos ser escuchados, ya luego nosotros nos entenderemos. Y eso lo entendí gracias a mí tremenda curiosidad por andar escuchando conversaciones ajenas, pero ¿Qué les puedo decir? Pude ayudarlos después de todo, así que no importa eso, agradeceré infinitamente mis ganas de entrometerme porque los conocí un poco más.

Estamos en el gran salón de mi casa sentados todos en el suelo de mármol que adorna el lugar. Frente a nosotros está el televisor, y en medio de los tres está un enorme recipiente repleto de palomitas. Lili está a la derecha de Ryan mientras que yo estoy a su izquierda, quedando así, sentado en medio de las dos.

Luego de arreglar un poco las cosas, decidimos ver una película, y la seleccionada fue “A Dos Metros De Ti
Me acomodé a un lado de Ryan depositando mi cabeza sobre su hombro sin perder de vista el televisor.

                                       ....🌹....

Casi dos horas habían pasado en el trascurso de la película, y Lili y yo no hemos dejado de llorar como pendejas en todo ese trayecto.

—¿De verdad están llorando por la película?—Preguntó Ryan incrédulo.

—No tienes nada de sensibilidad. ¡Nada!—Exclamó Lili sorbiendo por la nariz. Asentí aprobando la exclamación de la pelinegra.

Ryan soltó un bufido y Lili le pegó un codazo en las costillas que lo hizo exhalar. Reí aún con las lágrimas desbordándose por mi rostro. Volvimos a prestarle atención a lo que queda de la película.

Todo el mundo dice que cuando amas a algo tienes que aprender a dejarlo ir, me parecía una estupidez hasta que casi te ví morir… —Y con aquellas palabras escuchadas a través del parlante del televisor, Lili y yo empezamos a gritar como si se nos hubiese muerto alguien cercano.

Las lágrimas se nos desbordaron tanto que creí deshidratarme en ese instante. Me acerqué a Lili y la abracé con fuerza a la par que ella me abrazaba a mí. Y estoy segura de que buscaba lo mismo que yo: Un equilibrio para nuestro bajón de estado emocional.

Llorar como pendejas en cualquier película de romance, es nuestra pasión.

Noté un poco extraño que Ryan no estuviese protestando por nuestro desgaste por solo una película, así que le eché un vistazo de reojo. Mis ojos querían desencajarse cuando noté que Ryan también lloraba en silencio. Quedé tan estupefacta que solo sentí las lágrimas resbalar con lentitud y mi voz quedaba ahí, estancada por lo que estaba mirando. Era la primera película en la que lloramos los tres, juntos.

—¿Pero que haces llorando pendejo?—Exclamó Lili al reaccionar a lo que estábamos presenciando. Di un respingo, no pensé que Lili reaccionaria de ese modo.

—¡Te equivocas. No estoy llorando!—Se defendió limpiando su rostro en un vano intento desesperado.

—Nos acusas de llorar hace unos cinco minutos por una película, y mírate, aquí estás tú dejando caer hasta los mocos por la misma razón—Defendí yo.

—¡Déjenme en paz!

Continuó en su vano intento de contener las lágrimas que eran tan rebeldes como su actitud.
Lili y yo nos miramos entre sí y nos acercamos a el, cada una a un lado.

Jugar a perder © (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora