Emma:El sonido en mi móvil que indica una llamada entrante me sobresalta de mi lugar ocasionando que casi cayera de la cama. ¿Quién será que acaba de interrumpir mi siesta? Froto mis párpados y luego busco dónde está el aparato para detener el sonido que me está dando jaqueca. Observo la pantalla el nombre de “bruja” e inmediatamente sé quién es.
—¿Que pasó?—solté apenas y pegué el móvil a mi oído.
—Necesito que estés en mi casa en veinte minutos.
—Pero…
Me veo interrumpida por un “tin” proveniente del móvil, me desconcierto y lo observo ¿Me acaba de colgar?
Genial. Buen comienzo Lili.
Froto mis párpados con pereza y suelto un bostezo. En definitiva dormir en la tarde es lo mejor. Me pongo de pie luego de unos cuantos estiramientos y me encamino a la ducha.
Al estar dentro de esta me despojo totalmente de mi vestimenta que consistía en una camiseta blanca que cubre la mitad de mis muslos.
Mientras estrujo mi cuerpo con jabón y el agua resbala por mi, me detengo a pensar en el por qué de aquella llamada. Pienso en tantas cosas, que lo único coherente que puede pasar por mi mente es que su motivo sea simplemente pedir un favor, aunque ¿Qué le costaba decir lo que necesitaba por llamada? Estúpida Lili.
Estiro mis manos y tomo la toalla que siempre está en la ducha para momentos en los que olvido traer alguna del armario, como éste por ejemplo. Envuelvo mi cuerpo y salgo a pasos más firmes que cuando apenas me levantaba hace unos momentos. Busco entre mi armario y escojo un vestido blanco con mangas de tiras, y, que su único diseño es un girasol a un lado de mi cintura.
Dejo mi cabello con las hondas para nada refinadas que fueron hechas al estar todo mojado a la par que tomo unas sandalias del mismo color que el vestido. Me acerco al espejo de cuerpo completo que está en la puerta del armario, desordeno mi cabello un poco y observo que en definitiva soy un desastre, pero bueno, es a casa de Lili tampoco es para tanto.Camino a pasos rápidos escalera abajo, pero al cabo de unos segundos vuelvo arriba con prisa ¿A quién sino a mí se le olvidaría cerrar la puerta?
Emma, concéntrate.
Desfilo con velocidad por toda la casa -bueno, parte de ella- y llego a la cocina antes de todo.
—No pensarás salir así ¿O si?
Pegué un salto del susto al escuchar a mi madre a mis espaldas. Giro en su dirección con una mano en el pecho. Está cruzada de brazos apoyada en el marco de la puerta y viste un top claro que deja ver su sostén negro debajo, acompañado de un shorts ligero del mismo color que el top. ¿Cuándo llegó? ¿Tanto tiempo pasé dormida?
—Mamá, ¿Se supone que es un halago? Y ¿Por qué apareces así de la nada? Casi muero de un susto—Pasé a ver la despensa y ya no tuve deseos de comer nada.
—No es para tanto Emma—Agitó la mano en señal de que no tiene tanta importancia. Se acercó a uno de los banquitos del desayunador—¿A dónde irás?
—A casa de Lili.
Me encamino a uno de los muebles y tomo un vaso, vuelvo a la despensa y me sirvo un poco de jugo de naranja.
—¿No pensabas decirme?
—Pensé que no estabas—Me necogi de hombros.
Achicó los ojos en mi dirección, alcé una ceja incrédula.
—¿Estas consiente de que tu pelo está hecho un desastre?—Señaló mi cabello.
—¡Mamá!
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Jugar a perder © (Borrador)
Humorhay momentos en los que imaginas una historia llena de todo lo que llamamos cliché, que siempre tendrá el estilo de empezar con odio y terminar con amor también tenemos el caso de empezar con una apuesta y terminar completamente enamorados. pero ¿qu...