CHAPTER 21

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Emma:

Ryan necesita arreglos en el cerebro.

No puedo creer que de todas las cosas que pudo haber pensado decidió elegir exactamente esa.

Lili no ha dejado de mirar a Ryan en gran parte de los minutos que han pasado con claros deseos de matarlo, Izan y Andrew ya debieron de haber notado la situación. Todos estamos sentados en los sofás del living, nadie ha movido un dedo desde que los individuos que Ryan invito sin preguntar llegaron.
Yo no sé si estar emocionada o asustada por lo que podría pasar, y no lo digo solo porque dos personas que no conocemos del todo estén aquí, sino también por Lili, no es tan sencillo saber cómo podría reaccionar a las distintas acciones que se podrían desatar. Por Dennis no me preocuparé tanto, en estos momentos ella es la más tranquila entre todos nosotros, es obvio, no conoce del todo la situación.

Tomo una respiración profunda, y cuando estoy apunto de hablar, Izan me interrumpe en el preciso momento.

—Oigan, quiero comer ¿Alguien más de ustedes tiene hambre?

Todos nos miramos entre sí, excepto Lili, ella estaba dispuesta a desarrollar algún poder en los ojos para acabar con Ryan ahí mismo de ser necesario.

Todos negaron a la vez que yo asentí.

—Bien, ya que solo es Emma, si me permiten cocinare algo para los dos—Se puso de pie y miró en mi dirección—Emma ¿Me acompañas? Puede que sea casa de tu amigo, pero debes conocerla bien a pesar de eso ¿No?

Tragué saliva.

Miré a Ryan y me asintió discretamente. Volví la vista a Izan y asentí sin mucho remedio.
Nos dirigimos a la cocina conmigo delante para dar indicaciones. Al llegar, le indique en qué lugar se encontraba cada cosa, pero luego me reprendió, dijo lo que tenía pensado preparar e indicó cuáles serían los ingredientes que necesitaría. Medio sonreí a la vez que me avergoncé por ser tan estúpida y no preguntar un dato más específico desde un principio así que para no estar como una inútil empecé a ayudarlo a buscar los ingredientes mientras él preparaba «¿Si recuerdan que soy un desastre para cocinar?» prefirió algo ligero por la hora y porque ya habíamos comido porciones de pizza, así que eligió hacer tostadas con tocino y huevos revueltos, sin olvidar un jugo de manzana.

—Si te acercas y ves como lo hago podrías aprender e intentarlo alguna vez.

Di un pequeño sobresalto al escucharlo. Aunque no debía de haber dicho eso, yo ya estaba mirando desde mi asiento, un poco alejada pero prudente para no ser tan obvia.

—Si tú lo crees—me acerqué con cuidado sin perder nada de vista.

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Pasaron varios minutos en los que miraba la agilidad de sus movimientos en terreno totalmente desconocido para mí. Ninguno de los dos emitía sonido alguno, y era un silencio cómodo estábamos totalmente ensimismados en lo que teníamos que hacer, ya había terminado de prepararlo todo, ahora yo buscaba los platos para servirnos un poco, hasta qué:

—Amor y  cocina ¡Ah! Excelente combinación.

Tanto Izan como yo dimos un sobresalto al escuchar esa voz junto con el sonido de la puerta al ser abierta de par en par. Giramos a ver al individuo que acaba de irrumpir la tranquilidad que había.

Claro, tenía que ser el rubio.

Andrew silbó y desfiló desde la puerta hasta la dirección en la que estamos Izan y yo.

—Sí que se deben estar divirtiendo ¿Eh?—Dijo a la misma vez que colocó uno de sus brazos sobre mi hombro.

—Interrumpir momentos tranquilos es tu pasión. Ya lo noto—Murmuró Izan y luego volvió la vista a lo que ya estaba listo.

Jugar a perder © (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora