CHAPTER 11

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Saludos gente hermosa. Pasaba por aquí para dedicarle este capítulo a Cam_ML0828 gracias por apoyarme en todos los sentidos belleza. Eres un sol y amor de persona. Eso es todo, continúen con su lectura.

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Adam Grainger.

Aquel pelirrojo igual o peor de egocéntrico que su hermana menor, Katherine Grainger. Aquel que fue dueño de muchos de mis suspiros en tiempos pasados. Aquel con el que sonreí sin saber que yo solo era un trato más de su colección. Aquel que me partió en trizas cuando lo escuché mofarse de mi ingenuidad.

¿Era, acaso, tan fácil burlarse de mí en aquel tiempo?

No lo sé, pero él es el responsable de que mi mente esté divagando idioteces con respecto a una venganza. Y tenía dudas, aún no estaba segura de hacer lo ya planeado con mis amigos, pero cuando lo volví a ver toda duda desapareció. Ya no quiero seguir pensando en cambiar de opinión porque sé que eso está muy lejos de suceder.

«Algún día me vas a perdonar Izan» Pero ya estoy decidida a empezar y esta vez no hay manera de que cambie de opinión.

Camino en dirección al balcón con cuidado de no despertar a Lili que duerme plácidamente a un lado de mi cama con las cobijas enredadas en sus pies. Sonrío al ver como ella sí pudo dormir sin ningún problema mientras que yo he pasado la mayor parte del tiempo en vela, incluso Ryan que está tirado sobre el sofá cercano a mi cama logró conciliar el sueño a pesar de estar en un lugar no tan cómodo.

El piso de mi habitación está un poco frío y no me interesa. Apenas llego al balcón la brisa nocturna me resive, las lágrimas hacen aparición en mi rostro a la par que apoyo mis codos del barandal e inclino mi rostro hacia adelante.

Y solo puedo pensar en lo mucho que duele, con tan solo verlo recordé todo. Me siento tan... Estúpida... No sé ni cómo sentirme con respecto a todo, sonreí, pero a base de una mentira.

«y sabes que ya estás hecho mierda cuando incluso recordar te lastima»

¡Cuánta razón tienes! Jamás entendí que se sentía recordar y llorar, ahora lo hago. Incluso pensé que recordar después de un tiempo dolería menos, tal vez ni se sienta tanto el dolor, pero no. Hoy duele más que la vez anterior ¿Le faltó dolerme aquella vez? Lo dudo.

Sorbo mi nariz con cuidado de no hacer ruido, por más que el balcón esté un poco alejado de dónde están ellos el silencio que hay es suficiente para que me escuchen sin ningún problema.

Miro al cielo y las incontables estrellas también me observan ¿Sabrán qué me pasa? Rio con ironía, ya estoy perdiendo la cordura.

Pego un brinco del susto al sentir dos brazos rodearme con fuerza desde atrás, me quedo quieta y rígida por el susto y el miedo, aunque estos sentimientos desaparecen al momento en que una suave brisa le da la bienvenida a aquella colonia que reconozco al instante.

—Pensé que estabas mejor Enana.

Giré para quedar frente a él, lo abracé.

—¿Tú qué haces despierto?—Cuestioné apretando fuerte su dorso al sentir las inmensas ganas de llorar.

—Tus mocos no me dejaron descansar en paz—Me regaño y yo reí.

—Eres un exagerado Ryan —Susurré sin ganas de mucho.

Me envolvió en un abrazo fuerte y paternal, ese estúpido sabía qué hacer y cuando hacerlo. Empecé a llorar en silencio, no quería despertar a Lili porque si lo hacía no se dormiría hasta asegurarse de que yo ya estaba dormida.

Jugar a perder © (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora