IZAN:Emma salió disparada luego de haber correspondido el beso que le robe con una dulzura que me volvió loco.
Escuché a Adam muchas veces hablar de la sencillez con la que besaba la castaña, jamás le presté atención a sus discursos que poco me interesaban, pero cuando la besé, definitivamente creo haber conectado alguna bombilla de mi cerebro hacia uno de esos tantos discursos que pensé no haber escuchado en absoluto, y, por primera vez, entender porque alardeaba tanto acerca de ello, e incluso, darle la razón después de tanto
Me quedé recostado del barandal de aquel balcón pensando en su rostro y la expresión que lo marcó cuando Lili estuvo a punto de matar al estúpido de Mcchesney y no me quedó más opción que dar la vuelta y fingir que no la quería besar.
Suspiro y sonrío como idiota. Después de tanto tiempo, jamás pensé que Mcchesney tendría una idea que yo apoyaría, o, incluso que admitiría que me gustó el resultado. Hace varias horas, antes de toda esta carrera, los chicos y yo estábamos sentados en la sala de estar hablando de deportes y comida, hasta que de la nada el rubio salto con emoción alegando y vociferando que tenía una idea estupenda, claro que al principio lo envíe a plantar el culo en el sofá nuevamente, pero con la energía que se carga cuando se trata de la pelinegra no tuve más opción que dejarlo soltar la sopa.
¡Y vaya que no estuvo mal! Porque aquella idea consistía en que nos acercaríamos de la nada a las chicas y cada uno le planetaria un beso a la que quisiera. Ryan se negó, tal vez pensando en cada bola que nos costaría acercarnos a Lili, o más bien, le costaría al rubio, porque estábamos más que conscientes que el rubio iría por la fiera a la que le daba nombre de pastel. Ryan, como la voz de la razón, seguía negándose, pero con las súplicas del rubio no le quedó más que aceptar.
Y así fue como llegamos al momento en el que los tres nos acercamos a la habitación de Ryan-donde estaban las chicas- con un chico que superaba la emoción con la sonrisa que no dejaba su rostro, y, otro que era el vivo retrato de un tomate andante, habría dicho que era el sonrojo hecho persona, hasta que llegó el momento en que beso a Dennis, y pues, la chica se llevó el premio al sonrojo más evidente de todo Washington.
Emma ha de estar pensando que no la besé a propósito, pero si quería besarla ¿La razón? Pues no la sé, pero no me arrepiento en absoluto de toda esta mierda que pasó antes de. De igual modo, fue más que divertido ver a Andrew correr como si su vida dependiera de ello -en realidad si dependía- justo lo que temía Ryan desde un principio, Lili pasó de casi golpear a Andrew con un bate, a perseguirlo por todo el patio trasero hasta arrojarlo a la piscina, y, de paso, escuchar en varias ocasiones el grito de auxilio del estúpido ese.
En resumen, este fue el fin de semana más loco que he tenido en toda mi existencia.
Suelto una carcajada escandalosa, definitivamente me voy a volver loco con estás personas que conocí. He ido de fiesta en muchos fines de semana, pasado en diferentes lugares para disfrutar con música a todo volumen y un ambiente digno de un adolescente. Pero éste, este es el más relajadamente loco que he tenido. Jamás pensé que me divertiría tanto con personas tan sencillas que no tienen nada que ver con el mundo de lo que cabría en base a lo normal en un instituto con adolescentes llenos de hormonas alborotadas, y, sin embargo aquí estoy, recostado en el barandal con una sonrisa de estúpido mientas repaso una y otra vez no solo la dulzura del beso de Emma, sino también la locura de todos los demás.
Salgo del lugar en el que me encuentro y avanzo por los pasillos que están un tanto desiertos. Continúo dando más pasos hasta que escucho algo caer estrepitosamente seguido de un grito extraño que no sabría distinguir. Camino más rápido hasta encontrar el final del pasillo que da paso a las escaleras dónde se escucha un poco más la disputa que antes no sabía que se daba. Bajo las escaleras de dos en dos cuando escucho otro estruendo.
Corro hasta llegar a la sala de estar y mi ganas de encestarle una patada a Andrew aumentan en cuestión de nada al verlo esquivar a cada nada uno que otro objeto lanzado por una Lili totalmente furiosa. Todos están allí, atentos a cada movimiento. Ryan, Dennis y Emma intentan detener a Lili, quien, parece no detenerse con nada.
—¿Qué pasó?—Me acerco.
Mi pregunta podría ser estúpida dado que podría tener una idea de lo que podría estar pasando.
—Andrew volvió a besar a Lili—Dennis fue quien giró y respondió.
Un golpe más anotado mentalmente para el rubio.
—¿Saben que? No puedo pasar todo el día intentado que no te golpeen—Ryan se cruzó de brazos, soltando así a Lili— Tú te lo buscaste, asume la consecuencia.
Andrew, quien había tenido una sonrisa burlona, palideció en ese mismo instante. Lili sonrió con malicia.
—Oye pastelito, podemos resolver esto hablando—Andrew retrocedió al notar que tanto Dennis como Emma habían dejado a Lili totalmente libre—Aclarar las cosas, y eso.
Contuve las ganas de reír al ver lo pálido que estaba y las incontables veces que tragó saliva con dificultad «eso te pasa por pensar las cosas después. Y por imbécil, claro»
De hecho, me sorprendió que Ryan fue justo la persona que pensó de esa manera, yo, en su lugar ya habría dejado al rubio salvar su culo del desastre que a él se le ocurrió, pero que alguno de los demás lo hiciera fue sin duda una sorpresa.
Observé a Ryan orgulloso mientras caminaba hacia Dennis a pasos lentos. Alcé una ceja con toda mi atención puesta en sus movimientos.
—Ahora me toca a mi—Fue lo que dijo antes de acelerar sus pasos hasta estar frente a la chica y estampar sus labios contra los de ella.
Lili quedó inmóvil, Andrew dejó de suplicar por su vida y Emma soltó una exclamación llena de sorpresa. Y no voy a negar, que incluso yo quedé mudo ante el atrevimiento del castaño. Se alejó, guiñó un ojo, y salió disparado dejando a una Dennis más roja que una manzana, quien, luego de que reaccionó, gritó y salió tras el chico que la había dejado sin habla.
La sala quedó en un silencio inquietante, que, nos dejó a todos pensando en que tantos estragos pudo hacer un simple fin de semana para tenernos de ese modo.
Me balancee en mi lugar y di media vuelta decidido a volver al balcón, cuando, escuché la escandalosa carcajada de Andrew a mis espaldas.
—¡Hoy es mi día de locuras, pastelito!—Y pasó a mi lado corriendo a toda velocidad con una sonrisa que no tenía intenciones de borrarse de su rostro.
—¡Imbécil!—Chilló Lili quien también paso a mi lado a toda velocidad—¡Deja alcanzarte, no te haré nada!
Solté una carcajada sonora por las últimas palabras dichas por la pelinegra, todos sabíamos que eran una pura falsa. Estaba más que claro que el rubio era alguien muerto desde ya.
Sonreí y gire sobre mi eje para encontrarme con unos ojos grises devolverme la mirada un poco alegre, ensanche más mi sonrisa y desvío la mirada, notablemente sonrojada. Me acerqué a pasos lentos pero decididos, luego di pasos un poco más rápidos, al final di grandes zancadas hasta que estuve frente a ella, tomé su barbilla con mis dedos y la alcé observando nuevamente, esa inmensidad gris, que, sin duda era más mágico que ver un simple cielo nublado.
—Hoy también es mi día de locuras, Hamilton...— Susurré cerca de sus labios para luego estampar mis labios contra los suyos en un suave beso que me robó toda cordura por unos instantes.
Me alejé y sin dejar de sonreí la solté lentamente para encontrarme su rostro con los ojos totalmente cerrados que fue abriendo poco a poco. Espere cuando al fin me estuvo mirando directo a los ojos para decir:
—Si me encuentras, te invito a ver la película que quieras.
Y salí corriendo soltando una enorme carcajada cuando la escuché soltar una exclamación al darse cuenta de lo que había dicho.
—¡Espera Black. Eso es trampa idiota!—Chilló, alegrándome ese día un poco más.
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Jugar a perder © (Borrador)
Humorhay momentos en los que imaginas una historia llena de todo lo que llamamos cliché, que siempre tendrá el estilo de empezar con odio y terminar con amor también tenemos el caso de empezar con una apuesta y terminar completamente enamorados. pero ¿qu...