2. Estaba dormido

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Las calles olían a tierra mojada, las grandes casas de Londres se levantaban y el fresco viento acariciaba mi rostro conforme entrábamos a la residencia frente a nosotros. Su mano tomando de la mía cuando la puerta principal de la casa se abrió dejando ver a su hermana, ella nos sonrió y corrió hacia nosotros.

-Felicidades a ambos- dijo sosteniendo nuestras manos entrelazadas. Ella era tan alta como Calum, solo los diferenciaban unos cuantos centímetros. Pero igual tenía que elevar mi cabeza para verla bien.

-Te ves algo ansiosa- dijo Calum divertido- ¿Estás esperando atrapar el ramo?- ella hizo una mueca y yo no pude evitar reír

-Vamos- nos dijo y extendió su mano hacia mi maleta- hay cosas de las qué hablar- tomó mi maleta y comenzó a caminar hacia dentro con Calum y conmigo siguiéndola.

La casa era bastante acogedora y amplia, el olor a pan recién horneado llenó mis fosas nasales haciendo que mi estómago sonara. Calum volteó a verme y sentí mis mejillas arder, él comenzó a reír.

-Tranquila, cenaremos en un momento- asentí sin decir nada, Mali desapareció por un pasillo dejando mi maleta en la sala. Supuse que iría a la cocina. Él me soltó y comenzó a revisar los papeles que habían en una mesa de vidrio, el teléfono de la casa comenzó a sonar pero se escuchó el grito de Mali

-¡Yo voy!- él volteó hacia la dirección de la cocina y frunció el ceño antes de girarse hacia mi

-Tú insinuaste lo del ramo- me encogí de hombros y él abrió sus labios como sí lo hubiera ofendido. Cuando entró Mali a la habitación él se precipitó al teléfono y no dejó que ella lo levantara

-¿Qué haces?- preguntó ella. Casi quise reírme, ambos tenían facciones muy similares y era gracioso ver en ella las mismas expresiones que él cuando estaba exasperado

-Deja que conteste la contestadora- le dijo él serio, me crucé de brazos viendo cómica la situación de él siendo celoso con su hermana.

-¿Estás demente?- el teléfono dejó sonar y se escuchó un pitido de la máquina antes de que la voz se hiciera presente

-Hola querida- Calum se alejó del aparato como sí este le hubiera quemado y Mali lo miró con su cara afligida- apenas voy saliendo del aeropuerto, llegaré ahí tal vez en media hora dependiendo del tráfico- no reconocí la voz, me acerqué a Calum cautelosa cuando vi sus nudillos blancos y su mandíbula apretada- por favor devuélveme la llamada para saber sí tu hermano ya ha llegado. Te quiero, nos vemos en un momento más.- la máquina volvió a sonar, la habitación se quedó en un agrio silencio y yo no supe sí debía decir algo o no, Mali miró a Calum con súplica mientras que él aún miraba hacia la costestadora

-¿Por qué viene para acá?- le preguntó a Mali, ella comenzó a jugar con sus dedos. Él soltó un suspiro pesado- ¿Le has dicho de mi boda?

-Ella quiere conocer a Jeannette- le dijo Mali, Calum volteó a verme y me puso detrás de él como siempre lo hacía cuando sentía que algo iba a pasarme- Solo dale la oportunidad, ya ha pasado mucho tiempo

-No quiero- dijo, mi piel se erizó cuando su voz se tornó demasiado dura- no quiero verla ni tampoco quiero que ella conozca a Annie, no lo merece

-No seas cruel- dijo Mali ya ella un poco molesta, pude ver su ceño fruncido y sus mejillas comenzaron a encenderse- Por favor... Solo quiero un momento más en familia

-¿Acaso también lo invitaste a él?- ella frunció sus labios y miró hacia sus manos. Él soltó un bufido- Por Dios Mali, ¿Cómo se te ocurre?

-Por favor- musitó ella y lo miró con sus ojos cristalizados- tan siquiera deja que la conozcan, a fin de cuenta su hijo más pequeño va a casarse- pasamos varios segundos en silencio antes de que él soltara el aire de sus pulmones y asintiera

-De acuerdo- dijo, ella sonrió antes de correr hacia la cocina de nuevo

-¿Algo de lo que deba enterarme?- le pregunté, él se giró hacia mí y me atrajo en su abrazo. No porque yo lo necesitara, sino porque él lo necesitaba- tranquilo- susurré, él asintió pero podía sentir la tensión en sus músculos

-Lo siento- dijo, negué con la cabeza

-Todo está bien, solo intenta controlar tu temperamento cuando lleguen- me separé para acunar su rostro- ya habrá tiempo para que me cuentes lo que pasó pero por hoy solo quiero que te concentres en no iniciar una pelea

-Solo no te apartes de mi lado- asentí, él fue para tomar mi maleta- vamos a la habitación para dejar esto

Comenzamos a caminar hacia las escaleras, eran muy similares a las de su casa en Nueva York. Hizo que pasara yo primero, cuando llegamos al segundo piso comenzamos a caminar por varios pasillos hasta que llegamos a una puerta color azul marino, tomé el cerrojo y lo abrí. Adentro la habitación parecía demasiado elegantes, no se parecía en nada a su habitación en Nueva York.

-¿Duerme aquí un rey o qué?- le pregunté, él sonrió a medias y me miró con ojos coquetos

-No, pero esta noche si dormirá una Diosa ahí

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.

Para cuando el timbre sonó Calum estaba profundamente dormido, él había agarrado un mal hábito de no dormir en los vuelos mientras que yo dormía por las pastillas para los mareos. Así que solo fueron cuestión de segundos antes de que se quedara dormido mientras yo acariciaba de su cabello.

Me debati entre salir y dejarlo o quedarme con él y ambos bajar para la cena, pero eran sus padres y seguramente creerían que ambos estamos siendo groseros al no recibirlos. Me incorporé lo más silenciosa posible antes de dirigirme a la puerta, Calum ni siquiera se inmutó. Cuando salí al pasillo pude ver a Mali llegar con pasos apresurados

-¿Dónde está?- me preguntó, señalé la habitación

-Se quedó dormido- su frente se arrugó e hizo un movimiento hacia la puerta pero me puse frente a ella- por favor no, no ha dormido por cuidarme en el vuelo- ella me miró dudosa- yo iré en su lugar, quisiera dejarlo dormir un poco

-De acuerdo- asintió y ambas comenzamos a caminar en dirección a donde estaban sus padres- ¿Dices que cuida de ti?

-Me da miedo volar- le dije sintiendo mis mejillas arder- me tomo una pastilla para los mareos que me ayuda a dormir, pero una vez que volé de San Francisco a Nueva York en vacaciones las olvidé así que me dió un ataque de asma, me bajaron del vuelo en situación de emergencia. Calum ya no quiso dejarme volar sola

Ambas llegamos a la planta baja y caminamos por varios pasillos hasta que llegamos a un salón, ahí dentro había una pareja. Un hombre y una mujer de aproximadamente cincuenta o sesenta años, vestían ropa cómoda pero formal. Él era de tez blanco y apenas sí le ganaba con unos cuantos centímetros a ella, la señora era de tez morena, pude ver a quién había salido Calum y Mali.

-Mamá, Papá- les llamó Mali conforme nos acercamos- ella es Jeannette Clifford, la prometida de Calum

Les extendí mis manos, la primera en tomarla fue la mujer. Su mano era cálida y dió un pequeño apretón, después siguió el hombre, a comparación su mano era un poco fría pero tomó mi mano con más delicadeza

-Mucho gusto- les dije, ambos sonrieron. Mi corazón comenzó a latir con fuerza cuando pude ver a su madre con los ojos cristalizados

-¿Él no quiso bajar?- me preguntó su mamá

-Estaba dormido Joy- salté en mi lugar ante la voz de Calum, me giré para verlo, él se acercó y tomó de mi mano

-Calum...- dijo en advertencia Mali

-No estoy siendo grosero, Koa- le dijo con suavidad, él se giró hacia sus padres- David, Joy...

Maldita sea

OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora