Me sentí de nuevo en la universidad al tener mi charola para hacer fila en la cafetería de la editorial, me agradaba estar aquí porque nadie sabía quién era así que no tendría qué soportar insultos ridículos ni que me aventaran restos de comida a mi cabeza. La fila avanzaba rápido y olía a delicioso pan recién horneado, desde aquí podía ver la ensalada de frutas junto con pequeños bisquets de lo que parecían ser arándanos.
-Jeannette- giré mi mirada hacia la voz de Jackeline, ella me sonrió enseñando los dientes y yo intenté hacer lo mismo pero solo salió una mueca- ¿Te diviertes haciendo fila?- ella al igual que yo tomó una charola y se quedó a mi lado atrayendo la mirada de los que estaban haciendo fila detrás de mí
-Es mejor que meterse en las filas- le dije lo suficientemente alto como para que notaran que yo no la había invitado y así no ganarme señalamientos. Ella pareció darle igual lo que dije y no se movió de dónde estaba
-Fue bastante feo lo que pasó ayer en la tienda, ¿Te encuentras bien?- me sentí palidecer, no la miré, no le iba a dar el gusto de ver el pánico en mis ojos
-¿A qué te refieres?- mordí mi lengua y seguí avanzando en la fila, ambas llegamos a la barra y yo comencé a servir comida suficiente para Calum y para mi
-Mi hermana trabaja en esa boutique, me ha llamado para contarme que mi jefa fue a defender a...
-Jackeline- volteé a verla, ella guardó silencio y me miró con su frente arrugada- tal vez debas tener cuidado respecto a lo que dices y cómo lo dices- alcé una ceja, no quería sonar arrogante pero estaba comenzando a impacientarme- lo que haya pasado ayer en aquella boutique no te concierne en ningún sentido, sí lo que quieres es iniciar chismes sobre la prometida de tu ex adelante- hice un ademán restándole importancia mientras seguía sirviendo comida- pero que no se te olvide quién es tu ex- pude notar por el rabillo del ojo cómo la chica detrás de mí contuvo la risa y yo relamí mis labios
-¿Van a ser jugos de naranja?- me preguntó la chica que estaba en la barra con una pequeña sonrisa
-Solo uno- le entregué mi tarjeta que me había dado Calum, ella miró la pantalla y por un momento la sonrisa en su rostro desapareció- ¿Pasa algo?- ella negó y volvió a entregarme la tarjeta
-Claro que no Señorita Clifford- fruncí mis labios mientras asentía, ella me pasó un vaso con jugo de naranja y yo salí de la fila. Ni siquiera noté sí Jackeline se había ido o sí se había quedado en la fila.
Comencé a caminar hacia los elevadores, las señoritas que pasaban por mis lados hacían resonar sus zapatos de tacón mientras sus faldas se pegaban a sus caderas. Yo, yo pasaba entre todas con mis botas y mis pantalones militares, recibía varias miradas curiosas pero eso era todo, cuando recién llegamos Calum y yo él no paraba de verme como esa vez en que fuimos al parque de diversiones y yo decidí llevar una falda. Fue un total desastre para mí pero él se divirtió y para compensarme de que había enseñado mi ropa interior a medio parque de diversiones me llevó a tomarme una malteada de fresa. Al llegar arriba me encontré con la secretaria de Mali saliendo del otro elevador con el latté frío de Calum
-Señorita, ¿Necesita ayuda?- me preguntó y yo asentí mientras veía la puerta
-¿Podrías ayudarme a abrir?- ella asintió y se adelantó para abrir la puerta.- muchas gracias, sí quieres pon el café aquí- asintió y puso el latté en la charola. Pasé a la oficina y cerré la puerta detrás de mí
-¿Qué tal estuvo la fila?- me detuve de golpe al verlo y sonreí- ¿Por qué me miras así?
-¿Desde cuándo utilizas lentes?- seguí caminando hacia él y puse la charola en el escritorio, tomé su café y comencé a rodear el escritorio
-Desde que me estoy quedando ciego- dijo a medias y le extendí su café
-Su café, joven Hood- le dije, él lo aceptó y me miró de arriba abajo mientras mordía su labio inferior
-Se lo agradezco señorita Annie- alzó sus cejas un par de veces y relamió sus labios antes de darle un trago
-Tengo qué hablar con usted Joven- hice un puchero y pasé una mano por su hombro. Calum dejó el café en el escritorio e hizo su silla a un lado
-¿Sobre qué, señorita?- me senté en sus piernas y él pasó una de sus manos a mi muslo
-Quisiera hablarle sobre mi aumento de sueldo- él rió mostrando los dientes y no pude evitar también reír
-¿Aumento de sueldo?- hizo una mueca de desconcierto- ¿Hay algo más que le haga falta? Tiene el mejor puesto en mi compañía
-¿Y cuál puesto sería ese?- me encogí de hombros y pasé mi mano por su pecho.
Él entreabrió sus labios y solté un respingo al notar su gran mano en mi cuello, en este había una gargantilla del que colgaban dos pequeñas cadenas sujetas a un aro en medio de mi garganta, pero sin inmutarse pasó un dedo por el aro y me atrajo solo a centímetros de su cuerpo
-En cuánto la unión sea formal todo lo mío al igual será de usted señorita- susurró y yo sentí mi cuerpo vibrar- podrá comprar un maldito abrigo simplemente porque tiene frío al salir o incluso gastar como una niña malcriada- sonreí de lado mientras negaba
-Yo no tengo avaricia de dinero, joven- pasé mis dedos por sus mejillas, sonreí internamente al escucharlo suspirar- ni de comprar cosas de diseñador... A lo que me refiero con un aumento de sueldo es que usted me brinde siempre más momentos como este, en los que su piel pueda tocar la mía.
Me incliné lo suficiente como para que nuestros labios se tocaran, lo sentí sonreír a mitad del beso y seguido su mano que había estado rodeando mi cintura fue a mi nuca para profundizar el beso. Al separarnos Calum depositó un beso en mi nariz y soltó un suspiro
-¿Por qué no me dijiste lo que pasó ayer, Annie?
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OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)
Fiksi PenggemarLa historia de Annie la conocemos, ¿Pero y Calum? Nuestros protagonistas en labios rojos están de vuelta para que seamos participes de una nueva etapa en su relación, pero antes que cualquier otra cosa suceda el pasado de él regresa para poner su a...