-Hey- sentí un pellizco en mi brazo, me removí en mi lugar pero me levanté de golpe al sentir mojado por mis piernas
No de nuevo por favor, no de nuevo
-¿Qué pasa Annie?- encendí la luz y noté el dolor en su cara, ella quitó la cobija de su cuerpo seguramente esperando lo peor igual que yo- Dios- mis ojos se cristalizaron cuando noté que era un líquido transparente, no sangre.
-Ya es hora- dijo ella soltando grandes bocanadas por su boca
-Pero aún faltan dos semanas para tu cita, Annie- ella jadeó y sus ojos se llenaron de lágrimas- espera aquí, despertaré a Kendra y Mali
-Date prisa- se limitó a decir mientras pasaba su mano por su barriga, podía ver el miedo en su rostro
Salí corriendo de la habitación hacia la habitación de al lado, dónde Kendra descansaba. Toqué un par de veces y ella se tardó solo unos segundos en salir, ella me miró con ojos somnolientos
-Digame- dijo intentando no mostrar el sueño en su cara
-Por favor ayúdame con las cosas de Annie, se le rompió la fuente- sus ojos se abrieron de golpe y el sueño pareció irse de su cuerpo al mismo tiempo en que corría a la habitación de nosotros
-¡Mali!- comencé a gritar conforme bajaba al segundo piso, ella se salió de su habitación con pánico en sus ojos- por favor enciende el auto
-Dios- desapareció en su habitación de nuevo y yo corrí escaleras arriba de nuevo.
Sentí unas pisadas detrás de mí, no me di cuenta de Duke hasta que entró corriendo a la habitación ladrando a los pies de Annie mientras ella aún intentaba respirar con normalidad. Ella me miró y yo me limité a poner mis tenis en mis pies, al diablo, sí tenía que ir en pijama iría en pijama.
-Tus hijas son igual de desesperadas que tú- dijo intentando hacer una broma, sonreí de lado mientras la ayudaba a ponerse de pie
-No culpes a mis hijas de que no tengas paciencia- ella hizo otra mueca de dolor y yo casi estaba tentado a hacer que vinieran a hacer el parto aquí
-Vamonos por favor- se aferró a mis manos mientras comenzó a caminar junto conmigo a la entrada
-Yo puedo irme en un taxi con las cosas necesarias para las tres, señor- dijo Kendra mientras ponía en una maleta ropa de Annie pero también ropa para la salida de las niñas
-Por favor con mucho cuidado- ella asintió mientras sus manos seguían moviéndose en las cosas
-Tal vez puedas alcanzarnos para cuando lleguemos al auto- bromeó Annie pero fue entonces cuando pensé en las escaleras, la tomé entre mis brazos para que empezáramos a bajarlas- ¿Qué haces?
-No puedo correr riesgos- me limité a decir, su cabeza se recargó en mi hombro al mismo tiempo en que escuché el auto encenderse en la calle
-¿En serio que dos semanas antes?- preguntó con incredulidad Mali y yo me encogí de hombros
Solo esperaba que todo saliera bien
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Debía dar risa mi cara, había cosas que no podía sacar de mi cabeza, pero no sabía sí el ver cómo le abrían la barriga a Annie y de ahí sacaban a mis dos pequeños retoños era una imagen que quería borrar o conservar. Pude ver cómo varios asistentes me miraban con sus ojos achinados seguramente por reírse bajo el cubre bocas.
-Calum- escuché a Annie hablarme y yo me acerqué a verla. Ella se veía algo somnolienta- ¿Por qué te ves tan asustado?
-Nunca había visto nacer a un niño... Mucho menos dos- ella soltó una pequeña risa mientras un par de llantos se alzaban entre las voces de los que estaban en la sala de partos
Sus ojos se cristalizaron cuando un par de enfermeras se acercaron, solté un jadeo cuando las vi y un sollozo salió de mis labios.
-¿Quieren abrazarlas?- asentí aún sintiendo el pánico en mi cuerpo, una de ellas me extendió un pequeño bulto envuelto en rosa. Era muy pequeña, sentí mucho miedo de romperla
-Hola pequeña- le susurré, ella se removió y yo vi a la otra enfermera acercarse a mi- Dios realmente son iguales
-¿Puedo verlas?- me acerqué con cuidado a Annie y ella se estiró levemente para verlas- se parecen a ti- susurró mientras el doctor comenzó a prepararla para sacarla
-Sí me lo permiten- dijo el doctor- yo creo que tienen su nariz, señora Hood
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-¿Y cómo van a reconocerlas?- preguntó mi madre mientras abrazaba a Artemis
-Presta atención en su mejilla, tiene un pequeño lunar ahí- ella se fijó y alzó las cejas en sorpresa.- Y Marie tiene uno en su mano- le señalé a la pequeña que tenía mi padre.
Annie estaba en la cama dormitando mientras Duke estaba acostado a su lado, intentábamos no hacer tanto ruido para ella ya que había quedado algo débil por la pérdida de sangre. Habían pasado dos semanas desde el parto pero ella seguía con muchos cuidados, las niñas habían quedado en observación un par de días pero todo pareció salir bien.
-Son preciosas- dijo mi padre mientras observaba a Marie, pude ver sus ojos llorosos y yo me sentí tan agradecido ante la imagen que ellos me daban.
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-Calum, necesito hablar contigo- quité mi vista del computador para ver a Annie, detrás de ella estaban mis hijas observándome con radiantes sonrisas
-¿Estoy en problemas?- las tres rieron mientras negaron con la cabeza, Annie miró hacia Marie y Artemis mientras ellas rieron, corrieron fuera de la oficina dejándome solo con Annie- ¿O ellas están en problemas?
-Ni una ni otra- ella se acercó y se sentó en el escritorio junto a mi computadora- Calum, creo que ya es momento de que utilicemos ese dinero
Fruncí mis labios, ese dinero había estado sin tocarse entre seis y ocho años. Me sorprendía que quisiera moverlo en este punto, ella me tendió una hoja que era un dibujo. Pensé por un momento que era de ella pero al notar las formas supe que era un dibujo de Artemis
-¿Esto lo ha hecho ella?- asintió- ¿Es una escuela?- negó, lo miré mejor y fue entonces cuando lo entendí. Tenía demasiados pisos como para ser simplemente una escuela y niños...- ¿Les has contado lo del horfanato?
-Eso fue ayer, hoy ha llegado conmigo a entregarme ese dibujo- había un brillo en sus ojos, la garganta se me secó
-Annie... Una casa hogar es una responsabilidad muy grande- ella asintió y tomó mi mano con fuerza
-Podemos hacerlo... Yo puedo hacerlo, podemos hacer todo diferente, puedo hablar con Laia para que venga a dar clases de arte y...- me puse de pie y tomé sus manos con fuerza-... Te lo pido.
-No tienes qué hacer esto- besé sus nudillos- sí quieres hacerlo entonces se hará, mi reina- Annie sonrió de oreja a oreja- conseguiré maestros, lo que sea necesario para que podamos empezar- asintió y pude notar las lágrimas en sus ojos- ¿Has pensado en algún nombre para la casa hogar?
-No realmente- la estreché entre mis brazos y ella respiró hondo- tengo otra cosa para ti
-¿Más sorpresas?- me alejé y ella rió mientras me jalaba hacia la puerta de la oficina- ¿Qué es esto?- se me fue el aliento
Marie sostenía en su mano un globo color negro mientras que Artemis llegó hasta mi lado y me tendió una aguja. Vislumbre a Kendra por el final del pasillo, ella nos miraba con nostalgia.
-Tienes que reventar el globo- me dijo Annie con ese brillo en sus ojos.
-Vamos papá, tenemos nervios- dijo Marie impaciente, tomé la aguja que me tendía Artemis y miré hacia las tres antes de acercarme hacia el globo para tomarlo.
Solté un respiro antes de llevar la aguja con fuerza hacia el globo, un estallido hizo eco junto con los gritos de mis hijas. Mi vista se nubló ante los papeles color azul celeste que empezaban a esparcirse por el pasillo, miré hacia Annie, ella estaba limpiando las lágrimas en sus mejillas mientras se encogía de hombros
-Sorpresa
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OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)
أدب الهواةLa historia de Annie la conocemos, ¿Pero y Calum? Nuestros protagonistas en labios rojos están de vuelta para que seamos participes de una nueva etapa en su relación, pero antes que cualquier otra cosa suceda el pasado de él regresa para poner su a...