16. No sé qué pensar

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-Mali...

Se me salió el aire de los pulmones al notar la severidad con la que ella me miraba

-Mejor respóndeme cuando salgamos de aquí- dijo, me tomó de la mano y ambas comenzamos a caminar. Aunque en realidad ella estaba jalandome del brazo

-¿Cómo supiste que vine aquí?- le pregunté, ella me miró por encima del hombro

-Hay ojos en todos lados, sobre todo en este lugar- su semblante se puso muy serio. Pasamos entre la multitud mientras que ella intentaba apartar a los que ya se acercaban para presenciar la siguiente pelea.

El terror me paralizó cuando sentí cómo alguien tomaba de mi brazo evitando que avanzara. La garganta se me cerró y yo me aferré de la mano de Mali, ella lo sintió y volteó su vista a la persona detrás de mí que me sujetaba con fuerza

-¿Ya se van señoritas?- canturreo una voz burlona, Mali sin soltarme se acercó para ponerse entre aquel hombre y mi cuerpo

-Sueltala Aaron- dijo con severidad, él sonrió y me soltó poniendo las manos sobre la cabeza en señal de paz. Lo observé detenidamente.

A ambas nos sacaba el buen tramo de estatura, por lo que probablemente mediría casi los dos metros de altura. Su piel bronceada estaba cubierta por ropa de motociclista, cuando sonrió pude ver dientes algo chuecos pero no lo hacían ver menos que atractivo. El pelo negro azabache estaba bien recortado en su cabeza, tenía rasgos duros acompañados de unas cuantas cicatrices en sus pómulos y cejas.

-Hace años que no vienes a visitarnos, Koa... Oí rumores de que tu hermano pelearía hoy, ¿Dónde está?- Aaron relamió sus labios y pude sentir cómo Mali me ocultaba de su vista

-Haciendo mejores cosas que regresar a su pasado- dijo ella con voz dura y tajante, apreté mis dientes lo suficiente como para que estos empezaran a dolerme

-¿Entonces qué haces por aquí, le haces un tour a tu pequeña amiga?- él alzó la vista para verme pero ella se interpuso en su campo de visión

-¿Te interesa? Lo que yo haga o deje de hacer no es de tu incumbencia- cruzó sus brazos sobre su pecho y él rió, no una risa suave, más bien una carcajada totalmente resonante

-Ya te echaba de menos, Koa- él le pegó en el hombro levemente y ella se sacudió del toque con sus dedos- deberías decirle a tu hermano que no debería dejar venir a su... Novia sola- abrí mis ojos con sorpresa pero evité mirarlo- algo malo podría pasarle como a...

-Lo tendré en cuenta- lo interrumpió Mali, hizo un ademán con su mano- y tú deberías dejar de meterte en asuntos que no son tuyos- Mali volteó a verme y me hizo la seña para que empezara a caminar en dirección hacia la salida- ve frente a mi- asentí haciendo lo que ella me decía y comencé a caminar sintiendo la bilis en mi garganta.

Aire, necesito aire fresco, comencé a ver con desesperación hacia la salida aspirando con fuerza en busca de una bocanada de aire fresco y no del sucio hedor a marihuana combinado con el sudor de todos ahí. No me había dado cuenta de que mis manos comenzaron a temblar hasta que sentí la familiar mano de Mali tomar la mía para estrecharla

-¿Te pasa algo?- Susurró en mi oído y yo tragué el mar de saliva en mi lengua

-Creo que voy a vomitar- un tirón en mi estómago me hizo sobresaltar y corrí hacia la salida con desesperación.

El hombre que me había llamado niña al llegar al club me observó salir con una ceja en alto mientras mis torpes pies me llevaron a un poste, en dónde vacié mi estómago por completo. Maldije por lo bajo cuando al terminar mis piernas comenzaron a temblar con ferocidad, pasé el dorso de mi mano por mi boca y cerré los ojos.

-Fue muy peligroso que vinieras tú sola- Dijo Mali atrás de mi, ella puso una mano en mi espalda e hizo suaves movimientos en mi espalda intentando tranquilizarme- ¿Sabes lo suertuda que eres en que yo esté aquí en lugar de Calum?- me incorporé y dejé que el viento chocara contra mi cara. Aspiré con fuerza pero no le respondí, no cuando sentía que podía soltarme en llanto en cualquier momento.

Si fue una estupidez venir, pero el saber todo eso, el saber todo lo que me ha ocultado, ¿Y si él...?

-Lo lamento- fue lo único que me limité a decir, escuché cómo respiró pesado antes de tomar mi mano

-Sé que tienes preguntas- dijo y yo volteé a verla con lágrimas en mis ojos- pero no puedes ponerte en riesgo viniendo a estos sitios con tal de encontrar las respuestas

-Él se niega a hablar conmigo sobre esto- le dije encogiendome de hombros- ahora...- dejé la palabra en el aire y ella alzó una ceja

-¿Ahora qué?- fruncí mis labios y sentí un gran vacío en mi pecho

-Ahora... No sé qué pensar- pude ver una llama de preocupación en sus ojos, ella abrió su boca pero inmediatamente la cerró

-Está bien, vamos a la casa- asentí y ambas nos pusimos en marcha de regreso

.

.

No pude volver a dormir, me quedé en la cocina mientras toda la información que había averiguado pasaba una y otra vez sobre mi cabeza. ¿Y sí el trauma que tiene con el bosque no fue solo por Daiana y también le trae recuerdos de esa vez...? ¿Y sí realmente él mató a esas personas y sus padres ayudaron a que saliera ileso? ¿Pero cómo había aprendido a disparar... Se metió en algo más serio que solamente esas peleas?

Para cuando el sol salió mi cabeza estaba apunto de explotar por tanto haber pensado y por no haber dormido. Escuché los pasos por los pasillos antes de verlo entrar con ojos somnolientos.

-¿Te levantaste temprano por tu cuenta?- hice caso omiso a su pregunta y él llegó hasta mi lado, acunó mi rostro y dejó un beso en mi nariz- ¿Te sientes bien?- comenzó a pasar su pulgar por el contorno de mi pómulo, su ceño se frunció- te ves preocupada

-Calum- dije apenas audible, él alzó levemente sus cejas expectante- no volveré contigo a Nueva York

OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora