OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)

30. Sangre

-Aarón, ¿Desde cuándo te has vuelto un secuestrador, eh?- intenté ponerme de pie pero los dos perros a mi lado me lo impidieron. Calum vio eso y sus ojos brillaron- Escucha, está claro que ninguno de los dos está pensando con claridad ahora. ¿Qué te parece sí me llevo a Annie y mañana vuelvo para romperte la nariz sí tanto lo deseas?

Aarón soltó una risa y escuché los murmullos de las personas. Aarón comenzó a quitarse la camisa dejando al descubierto su pecho fuerte lleno de cicatrices y tatuajes. En su espalda vi un tatuaje de "la santa muerte" y un escalofrío llenó mi cuerpo.

-Pelearas ahora, cuando tengo un seguro de que te mantengas aquí. Sí ganas vas a llevarla a casa y si pierdes me temo que ella va a tener que buscar la manera de sacarte de aquí- la sombra de una sonrisa cayó en la cara de Calum

-No...- un respiro pesado salió de mis labios cuando Calum sacó su camiseta de su cuerpo. La multitud comenzó a ovacionar.

-Nunca perdí mis peleas, ¿Por qué crees que será diferente ahora?- su cuerpo se puso de lado y alzó sus manos en señal de posición

-¿Los años afilando lápices te han vuelto más fuerte a caso?- le preguntó Aarón con burla mientras él igual se ponía en posición

-A ti los años solo te han hecho más imbécil por lo que veo- mis manos comenzaron a sudar y mi corazón martillaba contra mi pecho con ferocidad.

-Esto es por mi hermano, Ángel caído- las facciones de Calum cambiaron y las sombras bajo sus ojos se oscurecieron

-Tu maldito hermano está en el infierno... Y para allá irás tú, bastardo- Aarón gritó antes de abalanzarse hacia él.

Mi corazón se detuvo por un segundo, Aarón le sacaba varios centímetros de alto y era más esteroides que cerebro. Pero eso tal parece que no le quitaba la ventaja a Calum. Lo vi moverse con tanta familiaridad, cómo sí hubiera nacido para esto. Sus pies se movían con agilidad y sus puños con tal velocidad que apenas sí Aarón los veía venir. Cerré los ojos en cada ocasión en la que el hombre le proporcionaba golpes cegadores en el rostro o en el estómago dejándolo solo un poco desorientado.

Fue entonces cuando la miré, Jackeline estaba a un lado del cuadrilátero mirando la pelea con el ceño fruncido. Mis manos se cerraron de golpe cuando sus ojos hicieron contacto con los míos, ella alzó la barbilla y articuló una palabra totalmente clara.

"Puta"

-Me tienen harta con esa maldita palabra- ignorando el agarre de los tipos a mi lado me puse de pie pero ellos apenas quisieron tocarme cuando volteé a verlos con severidad- Vayan a buscar algo mejor qué hacer y déjenme en paz- ambos se miraron uno a otro mientras yo caminé con paso decidido hacia aquella figura en el público- ¡Oye!- le grité, ella volteó a verme junto con varios a sus lados.

Ella abrió sus ojos con sorpresa justo antes de que mi puño chocara contra su nariz. Maldije por lo bajo ante el ardor en mis nudillos. El público comenzó a abrirse lugar en dónde estaba Jackeline tomando su nariz, estaba sangrando. Un golpe seco se escuchó en el cuadrilátero y solté un jadeo cuando lo vi tirado en el suelo boca abajo mientras sacudía su cabeza

-Tu chica es tu debilidad, Calum- alardeo Aarón sirniendose sobre él- tal vez mejor decida matarte ahora mismo y mandarla a ella a la casa del placer.

Mis labios se fruncieron y la ira llenó mi cuerpo, Calum comenzó a reír y Aarón lo miró como sí estuviera loco. Varios en la multitud miraban con miedo hacia el chico que aún a pesar de estar arrastrándose se reía a carcajadas

-Mi chica no es mi debilidad, Aarón- se giró hacia él con una mirada letal en su rostro- ella es mi fuerte

Dió una patada en su rodilla

Crack!!

Esta salió de su lugar sacando un grito desgarrador de la garganta de Aarón, cubrí mi boca con mis manos al sentir las náuseas mientras él caía con estruendo. Quité mi vista hacia donde Jackeline aún mantenía su mano sobre su nariz sangrante pero veía horrorizada la imagen frente a ella.

-Qué no se te olvide algo- le espeté y ella me miró con furia. Le apunté con un dedo- Tú causaste todo esto, Jackeline

Calum se puso de pie y caminó hacia Aarón con sus manos hechos puño, noté cómo se agachó a la altura de su bota y el pánico llenó mi cuerpo cuando lo vi sacar un arma. Él le apuntó y el público comenzó a gritar para que alguien lo detuviera. Muchos empezaron a correr fuera del lugar.

-¿Qué estás haciendo?- le gritó Aarón- ¿Vas a matarme con un arma en una pelea que debía ser justa?- él rió secamente

-¿Crees que voy a olvidar lo que hiciste? Secuestraste a mi prometida que está embarazada y dejaste inconsciente a mi hermana con una herida en su frente- solté un jadeo cuando alguien tomó de mi cabello, reconocí el perfume y bufé antes de girarme hacia su agarre y tomar de su nariz con mi mano.

Jackeline chilló soltando su agarre de mi cabello, ignoré las arcadas al sentir la espesa sangre en mi mano y me aferré al hueso de su nariz antes de girar de este con una mueca de asco al sentir cómo empezaba a crujir bajo mi tacto. La solté de golpe cuando se dejó caer contra el suelo por el dolor, y me giré para comenzar a trotar hacia el cuadrilátero.

-¡No!- le grité a Calum, él siguió con su mirada fija en Aarón mientras que este tenía sus ojos abiertos por el dolor. Llegué a su lado tomando de su brazo, este estaba tensó en el gatillo- Por favor, vámonos- le dije suavemente, Calum parpadeó y me miró- Fue suficiente sangre por favor- tomé de su rostro y fue entonces cuando bajó el arma soltando un jadeo

-Puede que ella te perdone- musitó Calum hacia Aarón- pero yo jamás olvidaré esto- se inclinó y volvió a poner el arma en su bota- será mejor que no vuelvas a cruzarte por mi camino porque ni Annie me convencerá de dejarte con vida

Aarón lo miró con furia pero no dijo nada, tomó de mi mano y empezamos a caminar fuera del cuadrilátero, no sin antes de que se detuviera a recoger su camisa y ponerla en su cuerpo. El lugar estaba lleno de pánico pero aún así nos abrían paso

-Calum...- me detuve de golpe al sentir un insistente dolor en mi vientre y él me miró ceñudo, pero su expresión cambio al verme- algo no está bien

Miré hacia mis pantalones y sofoque un sollozo.

Sangre.