17. ¿Qué ha pasado, eh?

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Él se quedó en silencio por varios segundos, su mirada adormilada aún paseaba por su rostro cuando talló sus manos por su cara y la agitó

-Estoy soñando, estoy soñando, estoy soñando - dijo entre dientes, apreté mis dientes

-Calum- lo llamé y él se detuvo, mi corazón comenzó a latir con fuerza- escucha... Necesito que ambos nos tomemos un tiempo

Calum quitó las manos de su cara y se sentó en la silla frente a mi, su semblante estaba frío y no me mostraba ninguna emoción. Sí no fuera por su pierna que comenzó a moverse mostrando lo ansioso que estaba habría estado convencida de que le había roto con lo que le dije

-¿Puedo saber por qué?- la bilis comenzó a subir por mi garganta, cada recuerdo, cada imagen de ayer e incluso las imágenes de él asesinando a aquellas personas...

-Necesito pensar- me limité a decir y él alzó ambas cejas con incredulidad

-¿Esa es tu excusa?- mis brazos se cruzaron encima de mi pecho y él bufó- solo dímelo, ¿Qué necesitas pensar? -lo miré y pude ver las sombras bajo sus ojos, sus preciosos ojos de ángel que ahora me miraban con pánico mientras que él intentaba no derrumbarse y que se notara esto.

-Necesito pensar sí realmente quiero casarme contigo- solté de golpe, él me miró boquiabierto. Sus dedos comenzaron a moverse sobre la mesa y sus ojos se cristalizaron. Aparté la mirada antes de que mi cuerpo se arrepintiera y me dejara caer ante esa mirada

-Está bien- dijo con voz ronca- cambiaré uno de los boletos para que vayas a San Francisco con Michael- asentí sin mirarlo y escuché un respiro antes de escucharlo ponerse de pie y empezar a caminar hacia la salida. Ahí se detuvo- Yo te amo Annie... Pero sí tú ya no sientes lo mismo sería mejor sí me lo dices y nos ahorramos tiempo- contuve el aire y no respondí. Claro que lo amaba, pero habían demasiadas cosas en mi cabeza, necesitaba estar segura de que yo acepté casarme con la persona que creí conocer hace tiempo.- De acuerdo, será como tú quieras

Él salió y yo por fin dejé salir el aire retenido, lo que no sabía es que junto con este iban a salir mis sollozos silenciosos. Mordí mi labio inferior para acallarlos, mi mano se fue instintivamente hacia mi pecho. Porque ahí era justo el lugar donde me dolía, me dolía demasiado.

La parte más difícil fue subir a hacer las maletas, él estaba en aquella silla y se dedicaba simplemente a observarme pero no decía nada. Ni sus ojos me dijeron nada cuando los miraba por microsegundos. Pero cuando yo fui a hacer las mías él ya tenía hechas las suyas. Así que la presión de su mirada solo fue por al rededor de cinco minutos que se sintieron como cinco años para mí.

-Les diré que recogerás tu boleto después...- dijo mientras tomaba sus maletas- Tu vuelo sale en la noche y llegarás a buena hora allá, Mali te llevará al aeropuerto y Michael te recogerá en San Francisco

-Está bien- dije sintiendo cómo mi corazón se encogía con cada palabra

-Y Annie... - mis manos se apretaron en puño y me obligué a mirarlo- solo tienes que llamarme, lo sabes

-Lo sé- le respondí, él me miró por varios segundos, relamió sus labios y salió de la habitación.

Terminé de hacer las maletas justo al mismo tiempo en que Mali llegaba y se asomaba con una sonrisa triste. Yo se la regresé y caminó hacia mi. Se sentó junto a mi y simplemente esperó, tal vez esperó a que le diera una explicación de lo que había pasado, una explicación mía por hacer las cosas de este modo o tal vez quería que me rompiera enfrente de ella, pero no, no lo haría enfrente de su hermana no cuando ella podría hablarle y decirle que volviera para hablar cuando yo no necesitaba hablar, yo necesitaba tiempo.

Ella me llevó al aeropuerto, mi vuelo salió justo a la hora y yo preparé mis bolsas para el mareo. Por el embarazo no podría tomar medicamentos que me hicieran dormir así que tendría que soportar un muy agotador viaje.

-Disculpe- le dijo a la mujer que estaba sentada en el lado de pasillo, ella me miró y sonrió levemente- quería ver sí podía cambiar de asiento conmigo, me suelo marear con facilidad y por mi embarazo no puedo medicamentos

-Claro que si niña- Ella se movió al asiento de en medio y yo le agradecí.

Se me secó la boca y una pequeña sonrisa melancólica brotó de esta. Mi mano se fue instintivamente a mi vientre, aún no se notaba nada pero yo podía sentir en mi cuerpo absolutamente todo.

-¿Le ofrezco algo de tomar?- me giré hacia la azafata, ella me miró y yo la reconocí

- ¿Necesita algo señorita?

-¿Le podría traer unas bolsas? también algunos dulces picantes o ácidos, le servirán para el mareo

-Lo que quiero es bajarme ¿Tiene algún paracaídas?

-No la escuche, está embarazada, nada le parece últimamente

-¿Cómo está?- me preguntó con voz alegre- ¿Cómo estuvo su embarazo?

-Lo...- era algo irónico, porque en ese vuelo realmente si estaba embarazada- lo perdí- le dije y su sonrisa desapareció

-Lo lamento- dijo y me puso una mano en el hombro

-No te preocupes- puse una mano en mi vientre- espero que esta vez todo salga bien

-¿Le traigo de aquellos dulces?

Abrí la boca para responderle justo cuando empezaron a ordenar que nos pusiéramos los cinturones

-Te lo agradecería mucho

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-¡Michael!- grité cuando lo divisé entre el montón de gente, él respiró hondo y comenzó a trotar hacia mi- ¡Mike!- al llegar hacia él tiré mis maletas contra el suelo para tener mis manos libres para recibirlo entre mis brazos

-¿Qué ha pasado, eh?- su voz tembló cuando su cuerpo se estrechó contra el mío y yo finalmente cedí, mi cuerpo y mi corazón estalló- ¿Qué ha pasado, Jeanny?- escondí mi cara en su pecho y dejé que las lágrimas salieran, no me importaba estar bajo la mirada de decenas de personas, no me importaba, lo único que me importaba era tener a mi hermano a mi lado

Y sin pensarlo lo dije, simplemente se lo dije

-Michael- me separé de su pecho y lo observé, él me miraba con notable preocupación pero sus ojos se abrieron cuando las palabras salieron de mi boca- estoy embarazada

OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora