Hay un punto en tu vida en el que piensas. ¿Cómo llegué aquí? ¿Valió la pena cada segundo? ¿Lo volvería a hacer? A veces solo tienes que tocar fondo para darte cuenta de todo lo que tienes en tu vida para apreciarlo.
Cuando nací me robaron de mi familia, me llevaron a un horfanato en dónde crecí cohibida, sin amigos y sin padres interesados para adoptarme.
A los quince años pedí que ya no siguieran intentándolo así que centré en que no podía esperar a que alguien me solucionara la vida. Tenía que arreglarmela por mi cuenta, me di cuenta de lo que podía hacer cuando me regalaron un cuaderno y colores en mi cumpleaños número trece. Iba a explotarlo lo más que pudiera.
A los diecinueve conseguí una beca en la Universidad, me conseguí con ayuda del horfanato un apartamento que apenas era respetable pero me serviría.
A los veinte años conocí a Daiana, creí que la amaba, ella se fue dejándome en claro que el amor no era para una pobre chica como yo. Mi reputación empezó a formarse. Me acosté con un chico de mi universidad por primera vez, él me dió trescientos dólares por romper mi himen por primera vez. Conocí a Luke en un club nocturno, tuvimos sexo en el baño sucio del lugar y él me dió a cambio quinientos dólares. Comenzamos a frecuentarnos, él se hizo mi amante y mejor cliente así que le rebajé el costo a cien dólares.
A los veintitrés años lo conocí, lo encontré doblando la calle después de tener sexo con Luke. Él lucía como siempre un ángel caído, un ángel que llegaría a curar mis heridas. También ella volvió y con ella problemas florecieron. Ese mismo año me violaron, apuñalaron y usaron como saco para boxear hasta el punto de dejarme casi muerta, de esa violación quedé embarazada, no lo tuve. Él me rescató de aquel hospital dónde estuve inconsciente cuatro días por la golpiza, me llevó a su casa, a Italia y me dejó libre su corazón para que lo tomara sí quisiera
Encontré a mi familia, no me habían abandonado y yo estaba eufórica por saber que no tendría que estar sola por el resto de mi vida. Amaba a mi familia con todo el corazón y no estaba dispuesta a perderlos de nuevo. Pero a ellos no los perdí.
Perdí a mi corazón. Tardé un año en recuperarlo cuando creí que pudo haber pasado lo peor, todos se habían dado por vencidos cuando yo aún quería creer que podía salir del rincón más oscuro y sucio para regresar a mi vida.
A los veinticuatro años Daiana me llevó con él, me secuestró y estuvo a punto de matarlo en frente de mi al creer que él había sido el culpable de que ella y Harold hubieran sido privados de su libertad por lo que me habían causado. Pero no había sido él, fue mi hermano envuelto en la furia de saber que yo no había hecho nada más que sufrir toda mi vida.
A los veinticinco años Calum y yo nos comprometimos, quedé embarazada de Marie y Artemis. Fuimos a Londres, me acusaron de robar, descubrí el pasado de mi ángel caído, él por fin está en paz con esa parte de su vida, está en paz también con sus padres. Conocí a su ex, ella hizo que me secuestraran como venganza por haber perdido su trabajo. Tuve que pasar el resto de mi embarazo en cama hasta la fecha que me establecieron.
A los veintiséis mis hijas nacieron un 19 de Mayo, ambas totalmente saludables y hermosas. Ambas idénticas como una gotas de agua en el rocío del pasto verde por las mañanas. Reconociamos a una de la otra solo por un par de cosas, Marie tenía un pequeño lunar en su mano izquierda entre el dedo índice y el pulgar mientras que Artemis se distinguía por uno pequeño en su hoyuelo. Ambas relucían con su piel color caramelo y cabello negro rizado como el de Calum y su familia. Pero con los ojos verdes de mi familia, y la nariz respingada que compartíamos Michael, Hanna, Derek y yo. Me enamoré de ellas inmediatamente las vi, ellas habían estado ahí, esperando para salir y poder finalmente conocernos. Cuando ambas finalmente estuvieron en nuestros brazos yo solo recuerdo mi vista borrosa por las lágrimas que caían de mis ojos mientras escuchaba a Calum sollozar junto conmigo y las niñas. Regresamos a Nueva York cuando ellas tenían tres meses, viajamos en compañía de Kendra y Duke en un yet privado. Calum no quería arriesgarse a que algún inconveniente pasará en el avión además de que así sí lloraban no habría con quiénes disculparse salvo con los pilotos.
A los veintisiete años me casé. Solamente la familia y amigos cercaron se presentaron, fue una boda en un jardín que parecía demasiado costoso por rentar. La ceremonia fue realmente hermosa, o eso creo, no recuerdo casi nada de lo que dijo el padre por estar admirando a mi ángel. Sus ojos de ángel no habían parado de mirarme desde que había entrado con mi mano descansando en el brazo de mi padre con mi vestido de princesa color marfil con mis tocados de plata y Esmeraldas, mi cabello cayendo por mis hombros y un maquillaje con el que habían hecho que mi piel pareciese de porcelana. Mis manos habían estado temblando junto con mis piernas, él no titubeó cuando tomé de su mano y se aferró a esta con fuerza.
Todos estaban ahí mirándonos con una expresión que decía "finalmente"
Luke, con su nueva chica a su lado mientras que la chica tenía en su dedo por fin el anillo que él le había dado.
Sam con su familia, su marido y dos niños idénticos a ella. Yo apenas los había conocido ese día.
Laia con su novio mientras su pequeña pancita comenzaba a crecer con el paso del tiempo.
Mali con su pareja, a su lado estaba Ashton con una chica con un cabello color verde brillando sobre su cabeza
David y Joy mirando con adoración hacia nosotros junto con mis padres a su lado. Mi madre y Joy eran las que tenían a mis hijas con sus pequeños vestidos rosas y las diademas que había pedido que tuvieran.
Y ahí también estaba Michael, Crystal, Derek y Hanna, quién había abierto mi paso dejando pétalos de rosa a su paso mientras una sonrisa aparecía en su rostro ante la mirada de todos.
Calum, con su traje luciendo tan elegante como siempre, articulando cumplidos para mí entre susurros.
"Hermosa"
"Te amo"
Finalmente los votos, dónde nos prometimos amarnos y respetarnos hasta el fin de nuestras vidas. En la miseria, riqueza, en los buenos momentos y en los peores. Aunque realmente esos esperaba que no volvieran a repetirse.
Ahora, ¿Volvería a pasar por todo para ahora estar en dónde estoy?
Sin dudarlo, pasaría de nuevo cada hambre, humillación y miseria sí sabía que iba a encontrarme con él. Con él y aquellos ojos de un ángel.
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OJOS DE UN ÁNGEL (Calum Hood)
FanfictionLa historia de Annie la conocemos, ¿Pero y Calum? Nuestros protagonistas en labios rojos están de vuelta para que seamos participes de una nueva etapa en su relación, pero antes que cualquier otra cosa suceda el pasado de él regresa para poner su a...