Capítulo 74. Descubrimos algo

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—¡Ay no! Esa cara—Orkias bebe de su café mientras me mira con lastima y decepción —¿Hiciste algo estúpido?

—Ahaaa— digo mientras llevo las manos a los bolsillos.

—¿Qué tan estúpido?

—No lo quieres saber...

—¡Claro que no! Pero debo saber.

—Ok, muy, muy, muy estúpido, pero no te voy a contar que, y en segundo lugar...vengo por algo más importante.

Orkias se cruza de brazos mientras se sienta en el escritorio, su expresión denota algo de curiosidad y burla ante mi.

—¿Intentaste romper la regla de no contacto?

—Ya te dije que no te lo voy a responder y por cierto ¿Sabes que igual lo rompen?

—Obvio que lo sé...

—Obvio que lo sabe—Mirena aparece y flota en el aire, yo me cruzo de brazos.

—¿Y por qué no haces nada?

—¡Por qué no lo veo! Y no es mi trabajo, a demás, es como un entrenamiento, a ver que tan inteligentes y discretos pueden ser.

—Pregúntale cual es el castigo...—Mirena se pone de cabeza y gira como si fuera un trompo. Creo que hoy está particularmente aburrida.

—¿Nos expulsan de verdad por romperla?

—Sólo si pasan al siguiente nivel...

—¿Al siguiente nivel? Ohhhhhh

Quedo sorprendido por la naturalidad de sus palabras, y la verdad es que me hace sentir un poco incómodo la declaración.

—¿Y cuál es el castigo por lo más leve?

—¿No venias a algo más importante?—levanta una ceja y salta del escritorio.

—Sí, pero contesta.

—Confinamiento... con los Pora— arregla sus cosas y no me presta atención.

—Ahhh—Digo sonriendo—O sea que yo...

—¡Ja! Reitero hasta que te lo creas, estuviste con el más bueno de los 10, imagínate ahora que sabemos que eres el Cario qué podrías ir con el peor. Los guaranies tienen espíritus aterradores, lo juro.

—Tiene Razón —asegura Mirena—Uno peor que otro, no será tan sencillo de dominar, mejor no te arriesgues, a demás las horas de Confinamiento son horribles.

—¿Tu espíritu te habla?

—Sep

Orkias vuelve a mirarme, se nota que quiere saber más, pero ya le advertí que no delataria a mi espíritu, así que solo se sienta en su escritorio y me hace un ademán para que yo vaya al grano.

—Ahhh, a lo que venía. Creo que alguien ingresó a mi habitación el día de ayer.

Orkias levanta una ceja y me mira con arrogancia, alza sus pies sobre el escritorio y suelta una risita socarrona.

—Nadie puede "entrar a tu habitación " sólo los pueden dejar pasar.

Mirena se encoge de hombros, ella no vio nada, por la tarde estaba siguiendo a Katú y a Yrupé , así que al menos los decarté a ambos de ni lista de sospechosos.

—Pues Yara e Iracema dicen que no dejaron entrar a nadie, ni dejaron las puertas abiertas.

>>Había arena en ni sanitario, y los libros de Iracema se movieron de lugar, es alguien que buscaba algo en mi habitación.

El internado de La colmena [Libro 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora