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El corazón del azabache latía tan fuerte que sentía que pronto se le saldría del pecho. Todo permanecía en un eterno silencio, sus manos cubrían su nariz y boca para evitar sacar sonido alguno. En aquel momento se encontraba solo, escondido en un armario. Después de que el fantasma que parecía hacerse pasar por su madre , o que tal vez lo era ; comenzó a gritar y golpear la puerta tan fuertemente que lo único que evitaba que se abriera y rompiera era la pobre cerradura; pero finalmente rompió la puerta , y todos pudieron verla.

Se lanzó hacia Doyoung pero Yoon Oh lo jaló. Todos salieron corriendo hacia distintos lados. Escuchó por la voz gritando de Taeyong que las puertas de salida y ventanas estaban selladas.

Escuchó como se cerraban las puertas de las distintas habitaciones. Todo era completa oscuridad. No sabía en donde estaban los demás, y no tenía idea de cómo saldría de ahí. Estaba llegando a arrepentirse profundamente de sus decisiones.

¿Moriría? ¿Terminaría muriendo como antes?

Sus pensamientos infinitos inmediatamente se congelaron al escuchar unas lentas pisadas por el pasillo de afuera. Doyoung se hizo bola y comenzó a rezar en su mente para que nada malo le sucediera.

Escuchó el lento rechinado de la puerta y las pisadas se alejaban y acercaban, como si estuviera recorriendo la habitación. Hasta que llegaron frente al armario.

La puerta del armario de madera se abrió levemente. Doyoung abrió los ojos como si fueran dos platos, su respiración no pudo evitar acelerarse.

Pero pareció relajarse cuando vio una silueta distinta a la del fantasma. Una mano se alzó y encendió una lámpara frente a su cara, haciéndole entrecerrar los ojos y fruncir el ceño.

Un suspiro de alivio se escapó del hombre al verlo. El azabache intentó centrar su mirada en el chico. Pudo identificarlo como su hermano menor Jeno.

—...Por fin encuentro a alguien...—

Susurró mientras miraba hacia todas direcciones. El azabache no salía del armario, sus piernas parecían inservibles.

—...¿Dónde estabas?... ¿Cómo pudiste salir sin encontrarte con ella...?—

Preguntó el hermano mayor con dificultad en un tono de voz muy bajo. Jeno puso la cabeza gacha y respondió en un susurro:

—Se apagaron las velas, así que no pude ver a nadie. Aun si estuviera alguien a mi lado, no me hubiera dado cuenta... En cuanto a ella... Está en tu habitación, parece estar cantando... así que aproveché para salir del baño y buscar lo más silenciosamente por alguien. Por suerte fuiste el primer intento. Tenemos que encontrar una forma de huir o acabar con esto...—

Cuidadosamente, Doyoung movió sus piernas para salir del armario. Necesitaba ser fuerte. Debía ser valiente, los miedos no podían consumirlo por siempre... no ahora.

—¿Tu crees... que es ella...?—

Preguntó Jeno nervioso mientras miraba hacia la puerta para procurar que el ser extraño no viniera. Doyoung tragó saliva, se puso de pie a pesar de que sus piernas temblorosas quisieran evitárselo y respondió seriamente:

—...No cabe duda alguna... Ella... es un monstruo.—










Jaemin lloraba como un niño aterrorizado. Se agarraba la cabeza para no perder la razón. Taeyong en cambio, seguía intentando encontrar alguna manera de salir de la casa, pero nada daba resultado. Ambos habían logrado bajar al primer piso. Ninguno tenía linternas a la mano, así que lo único que les permitía ver, era la tenue luz de sus teléfonos celulares.

—...Vamos a morir... Vamos a morir... Vamos a morir... No quiero morir.—

Susurraba horrorizado el joven universitario. Taeyong rodó los ojos dijo en un tono de voz bajo mientras buscaba entre las llaves silenciosamente:

— Nadie morirá aquí, ¿entiendes? Ni tú, ni yo, ni Doyoung, ni tu novio, ni Yoon Oh. Nadie. Así que mejor ayúdame a encontrar alguna salida. ¿Tienes señal?—

Jaemin se chupó el dedo pulgar nervioso y revisó su teléfono, para terminar negando inútilmente. Por alguna razón, además de evitar la salida de cualquier tipo del lugar, curiosamente tampoco permitía la llegada de señal... como si estuviesen en una burbuja congelada entre las dimensiones o algo por ese estilo de ficción que parecía siempre pasar en las películas de ciencia ficción u horror.

—¿Y Yoon Oh? ¿Qué haremos con él?—

Preguntó Jaemin después de un largo silencio. Taeyong se giró hacia él y en respuesta simplemente se encogió de hombros.

Yoon Oh había quedado inconsciente después de haber salvado a Doyoung. Eso había sido lo último que vio el universitario antes de ser forzado por Taeyong a salir corriendo hacia abajo.

Sentía que se volvería loco pronto... Necesitaban encontrar alguna solución rápida.

『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora