『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘

🕯19🕯

Aquellas palabras dejaron congelado a Yoon Oh. ¿Cómo los descubrió? Nadie sabía sobre eso.

El castaño se reincorporó rápidamente y frunció el ceño para preguntar :

—¿De donde viene eso?—

Debía mentir. No permitiría que algo malo le sucediera a Doyoung. Pero no sabía exactamente la razón por la que debía protegerlo.

—No te hagas el tonto. Yo sé que fuiste tú quien se lo llevó del hospital y quién decidió ser su guardián. ¿Como lo sé? Porque hace poco fui a ver al doctor, ¿y que crees que me dijo?—

Preguntó Sicheng, notoriamente molesto. Jaehyun no respondió nada y simplemente se fue, dejando al chico enojado solo e ignorado.

—¡¿A donde crees que vas?!—

Alzó la voz el chino, pero Yoon Oh hizo lo más posible para evadirlo y básicamente salir corriendo, debía ver a Doyoung.

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Cuando el amigo de Jeno presentó a Yoon Oh, algo en sus pensamientos le decía que debía seguir a aquel chico. No tenía ni idea del por qué, pero Jeno sabía que el castaño era importante. Se le hacía familiar. Y en eso, recordó lo de la cafetería, en donde pensó haber visto a su hermano.

¿Y si en verdad aquel azabache era su hermano?

Kim Jaeno nunca supo la razón por la que su hermano mayor Dong Young se fue de la casa, así de la nada desapareció. Pero reconoció que su madre estaba involucrada en el asunto, pero siempre se optaba por callar y no preguntar nada. Tenía miedo, de que tal vez su madre le hiciera algo.

El chico no era tonto como para caer en las mentiras de su hermano mayor tratando de ocultar sus marcas de golpes, de poca alimentación y de falta de sueño. Su madre nunca fue buena con Dong Young.

La señora pronto comenzó a ser demasiado estricta con su hijo que quedaba en casa. Pero nunca lo maltrató como lo hacía con su hermano.

Y poco a poco, ella empezó a discutir con la familia. Ellos le decían lo irresponsable que era... que falló como madre. Jaeno lo escuchaba todo pero siempre fingía estar en su habitación haciendo sus deberes escolares y estudiando, pero la verdad, era que tenía un walkie-talkie encendido en la sala de estar, donde las discusiones tomaban lugar, y el chico así podía oír.

Su madre luego cortó relaciones con los familiares, impidiéndoles visitarlos ni hablar con Jaeno. El chico que también era azabache fingía no saber nada de lo que sucedía y cuando podía, le preguntaba a la mujer la repentina ausencia de la familia.

Ella siempre explicaba que ellos eran malos.

Jaeno al terminar la preparatoria y hacer su examen de admisión para la universidad, a la cual fue aceptado. Se metió a trabajar en un medio tiempo y ahorró lo suficiente como para irse de casa. Su amigo, quien pronto se hizo su novio, Jaemin, le dejó vivir en su apartamento .

El azabache un día decidió cambiar su nombre para que su madre no fuera capaz de hallarlo. Ahora, se llamaba : Lee Jeno.

—Oye, Jungwoo. Tengo que irme, perdón.—

El chico palmeó el hombro de su amigo y se fue mientras daba pequeñas reverencias en forma de disculpa. Ya lejos, se puso a correr. Y vio como la persona que buscaba aún se encontraba cerca, estaba en la parada de autobús.

Jeno se colocó su casco y se montó a su moto, la encendió y sacó su teléfono para hacer tiempo y no parecer sospechoso. Alzaba la mirada de reojo para asegurarse de que el castaño siguiera ahí.

Cuando el autobús llegó y Yoon Oh se subió. Jeno decidió arrancar y quedar detrás del transporte público. Siguiendo a su objetivo .

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Yoon Oh llegó a la cafetería Drippin y se fue al mostrador, en donde el mismo chico moreno de la vez pasada lo atendió.

—Buenas tardes, ¿qué va a querer?—

Preguntó el joven, Jaehyun respondió:

—Un café Americano, por favor.—

Donghyuck asintió con la cabeza y recibió el dinero. Jaehyun se esperó ahí por unos, aproximadamente , dos minutos hasta que le entregaron su café listo.

El castaño se volteó y buscó con la mirada a Doyoung. Y lo encontró, el pálido se encontraba en una mesa de la esquina , con un panecillo , un café, y un libro.

Yoon Oh se acercó a él y tomó asiento. El mayor alzó la cabeza para saber de quién se trataba.

—Ya volví. Llegué  lo más rápido posible... ¿qué lees?—

Doyoung asintió con la cabeza y le enseñó la portada del libro, luego dijo:

—Estuve pasando el rato con Taeyong y me prestó este libro. Es de mitos y leyendas de diferentes lugares en el mundo.—

—Interesante.—

Comentó el menor.

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Jeno se estacionó y se adentró al mismo lugar en donde el castaño había ingresado.

Se formó y pidió un café . Mientras esperaba su bebida, observaba en la mesa de la esquina a dos personas, a Yoon Oh y a un desconocido, a quien no podía ver bien.

El azabache decidió sentarse en una mesa cercana a la de aquel par y se puso a usar su teléfono celular, escuchando algunas cosas de la conversación que tenían .

Pero sus ojos se abrieron como si fuesen dos platos al escuchar a Yoon Oh decir el nombre : Doyoung.

Jeno sabía que aquel chico delgado, pálido y azabache era su hermano Dong Young. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que dijo en voz alta :

—Kim Dong Young... ¿dónde estuviste?—

Doyoung escuchó aquellas palabras y se volteó, encontrándose con el perfil de su hermano menor.

—¿Jaeno?—

Yoon Oh dejó de sonreír y puso una cara un poco seria, posando sus ojos en el pálido y luego en el otro chico.

Jeno se volteó y miró expectante a su hermano mayor.