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Taeyong y Yoon Oh quedaron en contacto y llegaron a un acuerdo de cómo sacarían a Dong Young del hospital psiquiátrico. Cuando el menor terminara sus clases de la universidad, Taeyong lo recogería y lo llevaría al establecimiento para que pudiera hablar con los doctores y poder sacar al chico de ahí. Si le preguntaban datos sobre Dong Young, Taeyong ya le había dado toda la información posible sobre el chico.

La última clase había acabado y Yoon Oh se apresuró en salir del enorme salón de clases. En esos, su amigo Johnny lo detuvo y le habló como de costumbre:

—Ey, ¿vamos al bar?—

Yoon Oh negó con su cabeza y respondió:

—Lo siento, hoy tengo... un asunto importante.—

Pareció que el alto se desanimó un poco , pero después se encogió de hombros y le dijo:

—Está bien, que te vaya bien. Luego te hablo.—

Johnny palmeó su hombro y se fue. Al asegurarse de que estaba solo, soltó un suspiro de alivio y decidió ir al estacionamiento de la universidad, en donde Taeyong lo esperaba. Al llegar, reconoció al chico y se acercó a él.

—Estoy listo.—

Taeyong asintió con su cabeza y se subieron al carro. Cuando el mayor encendió el auto, partieron hacia el hospital psiquiátrico en donde se encontraba Dong Young. Todo el camino fue en silencio, Yoon Oh tenía su cabeza recargada en la ventana del carro y de vez en cuando leía lo que había anotado sobre Dong Young, solo para que no se le olvidara.

Llegaron a una parte de la ciudad que el castaño no conocía, era muy extraño, parecía ser muy moderno ese pedazo de la ciudad. El carro avanzó por una larga calle y hasta al final, casi alejado de todos los demás edificios y casas, se encontraba un establecimiento enorme.

Había un estacionamiento enorme, un poco lleno, había un enorme cartel con el nombre del hospital psiquiátrico y el establecimiento, de puro color blanco. Cuando Taeyong estacionó el vehículo, Yoon Oh lo miró, el mayor se notaba nervioso y parecía apretar mucho el volante.

—Por favor sácalo de ahí.—

Le pidió el mayor. Yoon Oh asintió con su cabeza y salió del auto. Caminó hasta la entrada del lugar, y cuando se abrieron las puertas, se sorprendió al ver el lobby. Todo era color blanco como el exterior. Habían algunas personas, se notaba cuando algunos eran pacientes por la ropa que portaban y porque estaban acompañados de algún guardián o enfermera.

Yoon Oh tragó saliva tratando de borrar los nervios. Acto seguido, se acercó al mostrador, en donde de aseguro lo atenderían. Al quedar frente el mostrador, una señorita lo miró y le dijo cordialmente :

—Bienvenido, ¿a qué viene?—

Yoon Oh le respondió:

—Vengo a ver el estado de un paciente. Se llama Kim Dong Young.—

La señorita asintió con su cabeza, tecleó algo en su computadora y después le marcó a alguien, pronto, dejó el teléfono en su lugar y le volvió a dirigir la palabra:

—Bien. Debe ir al segundo piso, a la oficina del doctor Kang Dongho, él se encarga del paciente Dong Young. Su oficina tiene el número ciento uno y la placa con el nombre del doctor. Ya lo está esperando.—

Yoon Oh dio una reverencia en forma de agradecimiento y partió, se metió a un elevador y presionó el botón con el número dos. Las puertas se cerraron y aprovechó para enviarle un mensaje a Taeyong:

"Voy a la oficina de su doctor."

Caminó por los pasillos y al encontrar la puerta con los datos que buscaba, tocó esta tres veces y pronto fue abierta por un hombre con bata blanca .

—¿Doctor Kang Dongho?—

El hombre asintió, lo dejó pasar, y tomaron asiento. El doctor se recargó en el respaldo de su silla y le dijo:

—Vienes para saber sobre Dong Young si no me equivoco. Me sorprende que alguien lo venga a ver. Su guardián decidió dejarlo. Pero bueno... nunca te había visto antes, ¿quién eres?—

El castaño se acomodó en su asiento y le respondió al hombre con bata blanca:

—Me llamo Jung Yoon Oh, yo estoy para ser el guardián de Dong Young en lugar del otro. Y también quiero saber si Dong Young ya está en condiciones para poder salir.—

El señor asintió con su cabeza, comprendiendo lo que él joven castaño quería decir. Se levantó y le hizo una seña con su mano para que lo siguiera. Salieron de la oficina y el doctor lo guió entre los pasillos. Hasta llegar a un área que decía ser restringido y solo gente autorizada podía entrar.

—Con la condición que está sufriendo Dong Young, es difícil decir si ya está listo para poder estar mezclado entre la sociedad que se podría decir "normal". Pero, desde que llegó, él siempre ha sido callado, comportado, educado, y un poco calmado... excepto cuando tiene alguna crisis o episodio que cambia su comportamiento a ser muy paranoico.—

El doctor hizo una pausa y se pararon frente a una gran ventana, mostrando un jardín donde había una enfermera acompañando a un chico con cabellos negros y ropa de paciente de aquella instalación. Yoon Oh supo que él era Dong Young juzgando su apariencia.

—De hecho, hemos estado planeando por ya algunas semanas hacer la prueba. Si es que Dong Young es capaz de poder controlarse o manejar sus pensamientos en la sociedad. Creo que tú nos puedes ayudar. Como eres su nuevo guardián, supongo que deben charlar un poco.—

El hombre con bata blanca le llamó a la enfermera y vieron como las personas del jardín se dirigían a otra parte. El doctor guió a Yoon Oh al área de los cuartos de los pacientes. El lugar consistía en estar dividido en áreas ordenadas por el alfabeto. Se dirigieron a uno de los largos pasillos y quedaron frente a una puerta con una ventana para poder ver el interior.

—Ahí está.—

Dijo el doctor. Yoon Oh se asomó y vio al chico de cabellos negros sentado en una silla frente una mesa y otra silla. Su habitación tenía una cama y algunas otras cosas, no tenía mucho pero eso si, todo era de blanco y las paredes eran acolchonadas y una gran luz blanca iluminaba todo el cuarto.

El doctor desbloqueó la puerta y Yoon Oh entró lentamente. Él sabía quién era Dong Young, pero el otro no tenía ni idea de quién era el castaño. Cuando entró y miró al azabache, este se le quedó mirando un poco curioso y confundido.

Yoon Oh respiró hondo, se acercó a la silla vacía y tomó asiento. El azabache seguía cada uno de sus movimientos con sus ojos oscuros. El castaño se preparó para saber qué decir y al hacerlo, abrió la boca para hablar con aquel chico.

『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora