『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘

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Jung Yoon Oh, un hombre que disfruta de la vida y decide que camino crear en su vida sin ser influenciado por la gente a su alrededor. Independiente y siempre de muy buena ayuda. El vivía en un departamento perfecto para el, no necesitaba más espacio y no quería menos, era simplemente lo que necesitaba. El siempre le veía lo positivo a las cosas, y siempre era agradable y respetuoso. Para algunos, el era muy optimista, mientras que para otros era simplemente fascinante y su compañía siempre era deseable.

El siempre exploraba en la naturaleza y en las ruinas, le encantaba la historia y descubrir cosas. Aquel día, mientras caminaba por el viejo vecindario, en el cual ya muy pocas casas seguían en uso y de pie. Había una casa en particular que le llamaba la atención, ésta seguía de pie, pero era muy notorio que estaba totalmente abandonada. Las plantas ya no estaban cuidadas y se apoderaron de muchas cosas ocultas ahí.

Se escuchó el rechinado de la reja cuando Yoon Oh se adentró a lo que pareciera que antes era un jardín frontero. Un camino de piedras, ahora casi oculto por ramas y pasto, lo guió a una puerta de madera que mostraba la entrada.

La puerta estaba casi suelta, sólo estaba agarrada de solamente dos tornillos. Cuidadosamente, Yoon Oh la movió y entró a la casa. Muchas cosas se encontraban polvorientas, sucias, viejas, gastadas con el tiempo. Pero lo sorprendente fue que la mayoría de lo que se encontraba en la casa estaba ordenado y en su lugar. Muy inusual para estar abandonado.

Recorrió la planta baja , era muy bonito, lastima que estaba en esas condiciones. Sorprendente, ¡aún había comida! Obvio que estaba podrida, y si no fuera así, de todos modos, nadie consumiría eso por nada en el mundo.

Se dio cuenta que la manera en la que estaban acomodadas las cosas, era como si fuera un día normal y de repente el antiguo dueño se fuera, sin dejar rastro alguno. Había un plato con una cuchara en la mesa y algunos cubiertos y platos en el lava trastes. Una silla estaba jalada fuera de la mesa, un control remoto en el sofá y un libro con una separador entre las hojas.

Yoon Oh subió las escaleras de madera y estas rechinaban con cada paso que daba. Habían algunas pinturas y cuadros colgados, pero estaban cubiertos de polvo, así que no era posible ver lo que tenían .

Cuando llegó al segundo piso, habían cuatro puertas en ese largo pasillo. Decidió adentrarse a la primera puerta, cuando giró la manija, lentamente empujó la puerta, se asomó e inmediatamente cerró la puerta, ahí adentro, el cuarto estaba lleno de cosas amontonadas, y también esa pila de chatarra se volvió el hogar de varios insectos.

Se dirigió a la segunda puerta y cuando la abrió, era un baño, nada importante. Fue a la tercera puerta y descubrió que era como un estudio. Exploró el cuarto y habían algunos libros en las estanterías, una laptop, un cuadro viejo y un grande sofá con una televisión en frente y una mesita entre estos dos.

Cuando se adentró a la última puerta al final del pasillo, habían velas por todas partes, las cobijas estaban hechas bola en la cama matrimonial, había un armario con las puertas abiertas, en un buró habían algunas decoraciones y los cajones estaban abiertos o completamente sacados de su espacio y se encontraban tirados en el suelo.

Lo que más le llamó la atención a Yoon Oh, fue que había una libreta en medio de la habitación. Decidió tomarla y observó la primera hoja, ésta decía: "Le pertenece a Kim Dong Young, favor de no leer."

Sería interesante saber sobre el antiguo dueño de la casa abandonada, así que metió el cuaderno en su mochila y decidió partir de la casa. En su departamento sería más cómodo leer el contenido escrito en el cuaderno.